EL DOCUMENTAL "DANSE LA DANSE" REFLEJA SU ÚLTIMA ACTUACIÓN CON LA COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA
Nacho Duato vuelve a casa...de visita
Verano 2010. Teatro Bolshoi de Moscú. Nacho Duato se despide de la Compañía Nacional de Danza, tras 20 años en la dirección artística. Esa función fue la última con sus bailarines. Una actuación que marcó el final de un ciclo, pero que significó para él el comienzo de una nueva vida. DANSE LA DANSE es una lección de vida y de danza, un documental hecho entre bastidores, en el que podemos vivir los ensayos y coreografías de esa última representación. Duato ha estado en Madrid para presentar este trabajo, que se estrena el próximo 15 de marzo..
Ha llegado el momento de hacer balance.. |
Le conozco desde hace unos cuantos años. Fue pareja de un íntimo amigo y, desde ese día, no perdimos en contacto y nuestra relación ha sido muy cordial, aderezada con alguna que otra confidencia. Desde hace dos años vive en San Petersburgo “donde soy feliz con mis bailarines, los ensayos y el reconocimiento de crítica y público”. Allí, en el Teatro Mijailovski, está rodeado de lo que más le gusta: la música y la danza. Ese trabajo lo va a hacer compatible, en los próximos 5 años, con la dirección artística del Staatsballet de Berlín.
Dos años en San Petersburgo donde se siente reconocido y querido
El Duato de hoy es un hombre más contemplativo y resignado ante lo que le toca vivir. Reconoce que está bastante cambiado y, tal vez, es la edad la que empieza a asentar las cosas y pasar alguna que otra factura. “Ahora veo la vida con la perspectiva que da el poderla ver de frente”, me dijo no hace mucho. “La veo ahora con la inocencia del bebé cuando se despierta. Supongo que la madurez me obliga a hacerlo así. No estoy en el ocaso de mi vida, pero creo que no está nada mal que me prepare para cuando llegue ese momento. Vengo de una familia muy longeva, así que creo que aún me queda un largo camino por recorrer”.
No le ha agobiado nunca cumplir años pero en una profesión como la suya, en la que está acostumbrado a gozar de una buena imagen, “mi elasticidad no es la misma. Después de un día de ensayos llego a a casa derrotado, casi como un viejecito”. Y, al decirlo, despliega esa sonrisa tan suya que ilumina un rostro que sigue conservando un atractivo irresistible. “Es duro ver ese inevitable deterioro, pero tampoco me quejo porque sé que aún conservo un físico muy acorde con mi vida y mi edad. Intelectualmente comprendo y asumo el cambio, pero físicamente me empieza a afectar. Mi cuerpo es mi Stradivarius”.
"mi cuerpo es mi Stradivarius"·
Le duele que, en nuestro país, aún se le siga cuestionando y percibe una cierta animadversión hacia todo lo que está relacionado con él. “Todavía hay mucha gente que no reconoce lo que he hecho y que cuestiona mi destino en San Petersburgo y Berlín, por ejemplo..pero ya he aprendido a no tenerlo en cuenta. En el extranjero me respetan de una forma que nunca han hecho en mi propio país, pero sé que lo normal en no ser profeta en tu tierra. No hay un solo día en el que no se baile, o se represente, uno de mis trabajos en alguna compañía del mundo. Aquí no le dan importancia a esas cosas y eso, a veces, duele mucho”.
El Duato del escenario tiene muy poco que ver con el Nacho del día a día. El hombre es mucho más tímido que el artista. “Hay veces que veo cosas mías, que la gente admira, y me parece increíble que las haya hecho yo porque son la antítesis a mi personalidad. Yo hago coreografías porque quiero expresarle a la gente mi modo de ver la vida, de cómo es el ser humano, cómo vivo el amor. Como mejor me expreso es con el movimiento, por eso soy coreógrafo”.
Nacho Duato deja la Compañía Nacional de Danza |
No se imagina sin poder expresar esa creatividad, ni tampoco viviendo una historia de amor eterna..”Debe ser que mi apariencia de distante y frío impone respeto y no se me acercan…Soy complicado para la convivencia. Tu imagínate que ahora venga uno y me cambie la maceta de sitio (risas).Estoy seguro que ya no me volveré a enamorar. Creo que seré un solterón!! (risas). Paso solo muchísimo tiempo. Tengo mi vida muy llena, por eso tal vez no necesite a nadie al lado. Nunca me siento solo estando en soledad. Estoy todo el día rodeado de gente y, cuando termina mi jornada de ensayos, suspiro por llegar a casa. Con un libro y música de fondo ¡¡soy feliz!!”.
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