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domingo, 18 de agosto de 2013

CHRISTIAN GREY . Christian y Anastasia 5 (1996celta) /REVELACIONES, ELENA, LA FIESTA

( Texto basado en la obra original Cincuenta Sombras de Grey )


 
He terminado de trazar el mapa sobre su cuerpo, El se relaja y yo sonrío satisfecha, como una niña, porque por fin, aunque en zonas muy delimitadas, podré tocarle: sus brazos, su estómago, parte de sus costados... No es todo lo que yo deseara, pero menos tenía antes. El sentir su piel sobre mi, el calor humano que esa sensación desprende
altera todos mis sentidos. Se le nota tranquilo y feliz.  Sabe que está a salvo. Sus ojos me devoran y los míos a él. Siento unas irreprimibles ganas de lanzarme y abrazarle, y así lo hago fundiéndonos ambos en un sensual abrazo y en la unión de nuestros cuerpos.  Ha sido un día de muchos pasos adelante y por ello nos sentimos felices.
Pronuncia mi nombre con veneración  ¡ Ana !, y siento la influencia que tengo sobre él. " soy todo tuyo", acababa de decirme y por primera vez sé lo que esa frase representa: yo tengo todo el poder sobre él. El amor que ambos sentimos nos desborda y somos el uno del otro nuevamente.  Mis esperanzas se renuevan  mientras permanezco echada sobre su cuerpo. "Hay posibilidades de que esto funcione", pienso,  mientras le doy tenues besitos en su rostro.
 
 
Comienzo a juguetear con mi dedo índice,  recorriendo la línea roja que hemos trazado en su cuerpo. Infrinjo nuestro acuerdo y me interno en el territorio prohibido.  Noto que se tensa, pero no me aparta  
-¿ Qué ?- me dice mirándome con  gesto de alarma
-Sólo quiero acariciarte, nada más- y retiro mi mano- No es necesario, no te alarmes
- No me alarmo, es que he de acostumbrarme- me repite tiernamente-. Hace mucho tiempo que nadie me acaricia
- Robinson ¿ si lo hacia?
- Ana, cambiemos de tema. No quiero que se nos amargue esta deliciosa tarde de sábado que estamos pasando
- No, Christian, no importa- le respondo
- Si, si importa. Es un tema que te altera. Es mi pasado, Ana, no puedo cambiarlo, está y estará siempre. Ahora deseo, quiero,  mi presente, contigo,  a tu lado.
 
 
 
Hemos de arreglarnos para acudir a la fiesta de los señores Grey.  Christian está en el piso de abajo, en su dormitorio vistiéndose, y yo me doy una ducha rápida cuidando de no estropear el cabello que tan bonito ha dejado Franco.
 
Mientras me seco, se agolpan en mi cabeza todos los acontecimientos que hemos vivido en unas pocas horas. Todas las revelaciones hechas por Christian.  Una inesperada angustia, hace que me detenga en mi secado. Leila anda por ahí con un arma. Nos está buscando, acechando dispuesta ¿ a qué ? La señora Robinson y la relación que tuvo con él y la influencia que aún pueda tener.  Hoy también he descubierto las cicatrices que pueblan su cuerpo, sus temores a tocarle, y lo que tuvo que sufrir a tan corta edad ¿ cómo puede haber seres tan malignos para hacer eso a un niño de cuatro años?
 
Pero también recuerdo los azotes que motivaron  nuestra separación ¿ cuánto más será capaz de resistir sin agredirme de esa forma, si traspaso alguna barrera? Siento miedo y desconfío de sus palabras de que no habrá normas. Las dulces palabras de hace un rato, su dulce mirada, su expresión al pronunciar mi nombre, hacen que de nuevo la sonrisa acuda a mi rostro al recordar que me ha hecho el amor vainilla, con calma, disfrutando cada momento, y parece que le gusta. " Creo que funcionará", me repito nuevamente.
 
Selecciono para vestirme, un vestido largo de lamé de plata espectacular, unos carísimos zapatos de tacón altísimo y me escandalizo al comprobar que han costado tres mil dólares.  En uno de los cajones del vestidor. compruebo que está lleno de ropa interior nueva, y elijo un corpiño y unas diminutas braguitas, así como unas medias finísimas de seda.  Me maquillo ligeramente antes de ponerme el vestido.  No precisaré de muchos arreglos.  Mis mejillas están con color, y me limito solamente a un poco de rímel para las pestañas y un color suave para los labios.
 
Christian entra ya arreglado. Su esmoquin impecable, llevado con naturalidad, hace que resalte aún más lo atractivo de su rostro y de su bien formado cuerpo.  Se detiene en el dintel de la puerta, mirándome con admiración y sin pronunciar palabra
- ¿ Qué ?- le digo al ver que no habla-¿Te parece bien lo que he elegido?
- Nena..., estás fabulosa. Estás preciosa
De uno de sus bolsillos, saca un estuche de Cartier, al tiempo que me dice
 
- Lo compré para la fiesta que debíamos acudir el sábado pasado.  Bueno ya sabes lo que ocurrió, Pero deseo que lo lleves hoy.
 
Abro el estuche y veo que se trata de unos preciosos pendientes de brillantes, espectaculares por lo bellos. Inmediatamente procedo a ponérmelos y recojo hacia atrás mi pelo con el fin de que luzcan.
 
Christian ni siquiera parpadea. Me mira fijamente y puedo comprobar la admiración que siente al contemplarme.
 
- Gracias- le digo- Nunca hubiera imaginado llevar algo tan bonito como estos pendientes.
 
 Sonríe tranquilo al ver que no los rechazo ni le recrimino lo costoso de su precio
 
- Deseo que tengas todo cuanto te apetezca, Ana. Puedo permitírmelo- y dice esta última frase riendo feliz.
 
 
 
 
Me abraza nuevamente y me dice con una maliciosa sonrisa
 
- ¿ Estás dispuesta a disfrutar de lo lindo esta noche?
- Eso espero, es la primera vez que acudo a un evento como este. Estoy un poco nerviosa. No quiero meter la pata
- No la meterás, nena. No estés incómoda por eso. Es en otro sentido de lo que te hablo
- No irás a llevarme al embarcadero ¿ verdad?
- No.. te he dicho que debes ser tú la que marques el momento. Ven inclínate en la cama.
 
A los pocos instantes compruebo que tiene un juguetito infernal destinado a mi
 
- Puedes prescindir de él cuando quieras. Pero si aguantas hasta que lleguemos, tocarás el cielo con las manos. Mientras terminas de arreglarte, daré instrucciones a los muchachos.  Nos vemos abajo en cuanto estés lista.
 
Sale y yo sonrío pensando en el "aparato infernal" que ahora porto.  Descuelgo el vestido y procedo a ponérmelo. Yo sola me admiro al verme en el espejo. "Estoy espectacular" me repito.  Corrijo algún cabello rebelde y me perfumo. Cojo el bolso de mano y un chal y me dispongo a ir en busca de Christian.
 
 
 
Le encuentro en el salón ,  hablando sigilosamente con Taylor y otro hombre semejante a él. Se detienen en su conversación al yo aparecer.  Christian está de espaldas a mi, pero se gira cuando ve las caras de asombro de las otras dos personas
 
La expresión de su cara, su media sonrisa de asombro me da la pauta de que verdaderamente voy espectacular.
 
- Ana, estás increíblemente bella-y arrimándose a mi oído me dice en voz baja " y eres mía". Acto seguido me dice
 
- Ana, es Sawyer y desde hoy, será tu guardaespaldas personal.  te acompañará a todas partes
-Christian..., sabes que no me gusta sentirme espiada
- Ni te enterarás que te vigila, pero no hay más remedio hasta que controlemos lo de Leila.
 
Taylor y Sawyer se despiden y Christian me toma de la mano y me lleva hasta el mostrador de la cocina y allí me da una bolsa de terciopelo negro.
 
- Es un antifaz, tendremos que ponérnoslos . Es una fiesta benéfica de disfraces.
 
 
 
Saca el mio y me quedo extasiada ante la belleza veneciana que muestra el antifaz. El contorno de los ojos está remarcado por una hilera de metal plateado para realzar la mirada y un  penacho de plumas suavísimas coronan la cabeza.  El de Christian es negro, normal
 
- Vas a ser la envidia de todas las damas. Y aún no te crees cuando te digo que eres una mujer bellísima... Anastasia, eres muy atractiva.
 
- ¿ Quieres champán antes de irnos?- me ofrece
- Si por favor
 
Con destreza, como siempre,  abre la botella y llena nuestras copas.  Me toma de la mano y a través del salón me lleva hasta una puerta , al tiempo que me dice
 
- Esta habitación no te la he enseñado.
 
Y ante mis ojos descubro una magnífica biblioteca con todos los volúmenes que siempre he soñado leer.  La estancia es enorme y mi admiración inmensa.  Demuestra un selectivo gusto en elegir los libros, que no está hecho al azar. Los clásicos ingleses y franceses gozan de mi especial entusiasmo.  El sonríe y me observa satisfecho.
 
- Nena, todo está a tu entera disposición. Toma lo que más te plazca y disfruta de tu pasatiempo favorito: la lectura
 
Al fondo de la gran estancia hay una mesa de billar.  ¡ La de veces que José y yo hemos jugado ! Tanto que me considero una experta
 
-¿ Sabes jugar ?- se me ocurre preguntarle
- Algo-, me responde irónico
- Yo también y soy buena. Algún día competiremos- añado
- Desde luego, pero ahora tenemos que irnos- y tomándome de la mano salimos de la habitación.  Dejamos las copas en el mostrador y salimos rumbo al aparcamiento
 
Yo sonrío y pongo mi mano sobre su brazo, y llegamos  al coche, donde Taylor y Sawyer nos aguardan para llevarnos a casa de los padres de Christian.
 
Nos encaminamos a nuestra cita.  Christian me toma de la mano y acaricia mis nudillos para tranquilizarme y me mira con esa sonrisa especial, malévola de cuando tiene algo en mente
- ¿ Estás bien ?- me pregunta al verme mover inquieta
-Perfectamente-,  le respondo a sabiendas de porqué me lo dice- . Háblame de esta fiesta- le digo
- Es algo benéfico que organizaron mis padres hace mucho tiempo para recaudar fondos, creo que ya te lo he contado.  Mi madre lo sabe organizar muy bien. Se hacen donativos, una buena cena y alguna subasta.  Recaudan bastante para ayudar a las familias que adoptan niños y ayudarles en su problemática.  Pero todo eso ya te lo he contado.  Disponte a disfrutar de la fiesta y a conocer gente muy importante.
 
Fuimos recibidos en la puerta por los padres de Christian. Grace se muestra tan cariñosa conmigo como siempre, y Carrick se queda embobado ante mi presencia. Christian contempla la escena con gesto divertido y satisfecho de la acogida que me hacen sus padres. Estrecha la mano de Carrick y besa ligeramente en la mejilla a su madre.  Esta no puede por menos de comentar: " hijo, siempre tan protocolario", y es que ni siquiera ella, ha podido acariciar nunca a su hijo. Se la nota en la mirada que siente adoración por Christian, y él venera a su madre.
 
 
 
Entramos en el jardín en donde una amplia carpa cobija las muchas mesas dispuestas para la cena
 
-¡ Cuánta gente !-comento a Christian
- Si creo que serán unos trescientos. Todos forrados de dinero y deseando poderlo demostrar.  Algunos de ellos son bastante simpáticos, otros,  no tanto.
 
Mia hace acto de presencia, abalanzándose sobre su hermano que la sonríe con ternura.  No puede disimular que es el ojito derecho de él.
 
- Ven  Ana- me dice tirando de mi mano- voy a presentarte a unas amigas que están estupefactas contigo y con Christian
- ¿ Por qué ?- la pregunto intrigada
- Ahora lo verás.  Hay una  en especial que se había hecho ilusiones con mi hermano. Lily se llama. Ahora lo comprenderás
Me lleva hasta donde están sus amigas y me presenta a ellas.  Al llegar a la tal Lily, no puede evitar hacer un comentario de mal gusto que enfada a Mia
- Así que tu eres la novia de Christian- y se echa a reir
- ¿ Qué tiene de extraño?-pregunto
- Porque todas creíamos que era gay. Es la primera vez que viene con una chica-. Un coro de risas hace que la sangre me hierva, y mirando a Mia, que permanece seria y ofendida, contesto
- Pues ya veis que no lo es. Y doy fe de que es todo lo contrario, pero que muy todo lo contrario.
 
Veo que se acerca Christian y saluda a todas cordialmente. Comenta
 
- Chicas perdonad, me llevo a mi novia- lo dice mirando principalmente a Lily
 
- No la soporto- me dice cuando nos alejamos de allí
 
Me presenta a algunas de sus amistades y poco a poco se van llenando las mesas y nos disponemos a degustar el exquisito menú que Grace ha dispuesto para esta noche tan especial.
 
Solicitan demos nuestros donativos en un sobre ya dispuesto al lado de nuestro cubierto, y me doy cuenta de que no llevo dinero
 
Christian  ve mi azoramiento, y saca de su cartera doscientos dólares que me ofrece para el sobre
 
- Te lo devolveré en cuanto lleguemos a casa- le digo en voz baja que sólo él puede oir
 
- Ana... - me dice molesto
 
A continuación cenamos y después,  a los postres  es la rifa que los donantes han confeccionado para ceder sus segundas viviendas en alguna localidad turística.
En esa rifa me entero que  posee una casa en Aspen,  y pujo por ella con mis veinticuatro mil dólares de la venta del Wanda y que me ingresó en mi cuenta corriente.  El me mira disgustado pensando que es una especie de venganza que le hago, cuando en realidad no es así, sino que me veía obligada por afinidad, a colaborar con la causa de tal gala.  Carrick me comenta que he sido muy generosa, a lo que yo contesto que es un dinero que no necesito y me parece importante dicha colaboración.
 
 
 Siento unas molestias tremendas en el vientre debido al cacharro infernal de Christian, por lo que decido prescindir de él, sintiéndome incapaz de soportarlo hasta nuestro regreso a casa.  Me levanto con intención de ir al baño. Cristian sabe a lo que voy y se ofrece a acompañarme, pero Mia que lo escucha dice que será ella quién lo haga.
Vamos juntas ante la decepción de Christian y mía, ya que yo esperaba recibir el consuelo que calmase las tremendas molestias que siento. Me libero del juguete y me reúno de  con Mia.   A nuestro regreso de nuevo a la carpa, han organizado una puja por algunas de las chicas solteras que asistimos.   Consiste en fijar un precio por un baile con la citada señorita, y lograr el máximo posible.  Todos los caballeros dan cifras altas, y por fin llega mi turno.  Estoy desorientada y temerosa, pero Mia me tranquiliza y me advierte que Christian no permitirá que el baile no sea para él
 
Pujan Christian y otro hombre a quién no conozco, pero desde el estrado compruebo que ellos si tienen bastante familiaridad .  Diez mil dólares por Anastasia, veinte mil. ofrece el desconocido, veinticinco mil dice Christian,  treinta mil... Cien mil dólares ofrece Christian.  El otro hombre con un significativo movimiento de la mano, da a entender que abandona la subasta.  "Concedido el baile de la señorita Anastasia, a Christian Grey."
 
Se dirige hacia mi para ayudarme a bajar del estrado. Yo le agradezco con una sonrisa su gesto
 
- Estaba nerviosa, me sentía como en un mercado de esclavos- le comento
-¿ Creías que iba a dejar que el primer baile fuera para otro? Nena, no tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer por proteger lo que es mío.
 
 Lo dice con la mayor naturalidad  del mundo, al tiempo que tomándome por la cintura nos dirigimos hasta donde se encuentra el otro hombre que pujó por mi, y que está acompañado por una dama de facciones exóticas y muy bonita.
 
-Ana, te presento al doctor Flynn- me dice sonriendo
- No sabes las ganas que tenía de conocerte. Christian me ha hablado tanto de ti que sentía verdadera curiosidad por verte. He de decirte que no me ha defraudado en tu descripción.  Creo que se ha quedado corto.
 
Doctor Flynn
 
 
Gracias al antifaz, no se nota que el rubor alcanza mis mejillas.  Sonrío y no se me ocurre nada más que dar las gracias por la galantería.  A continuación me presentan a la bella dama que le acompaña. Es su esposa, y ella también ha oído hablar de mi.
 
Charlamos durante unos minutos de cosas intrascendentes y  con una excusa, Christian me lleva hacia la parte trasera de la casa, que yo no conocía.
-¿ Cómo estás, nena ?- me pregunta y sé perfectamente a lo que se refiere
- Christian pensé que iba a estar mejor, pero no me termino de sentir aliviada
- Ya...  Tenemos poco tiempo hasta que empiece el baile... Después te sentirás mejor.
 
Subimos por unas escaleras majestuosas, hasta la primera planta. Caminamos unos pasos y me introduce en una habitación decorada en blanco con insignias de boxeo, y otros deportes.  Yo miro extrañada
 
- Este era mi cuarto. Ven . Te ayudaré a quitarte el vestido
 Mientras baja la cremallera, observo que en un corcho hay varias notas, entradas a conciertos, fotografías de múltiples  viajes a lugares remotos del mundo, etc. y una fotografía en blanco y negro, antigua.  Es una mujer joven, morena con mucho parecido a Christian. Observo que tiene una larga melena oscura
 
- ¿ Quién es ?- le pregunto. El mira la foto por encima de mi hombro y me responde
- No es nadie
 
Me da la mano para que salga del vestido y observo que tras quitarse la chaqueta, deshace la pajarita
 
- Y bien Anastasia ¿ qué hacemos? Me enfadaste mucho cuando hiciste el donativo. me dieron ganas de... pero recordé que no estaba entre tus opciones.  Pensé que debías ser tu quién eligiese la forma
- Christian estoy verdaderamente incómoda. Necesito algo que me haga reaccionar primero.  Quizás unos azotes, pero sin saña
- ¿ Con esto ? y me señala su mano abierta. No te haré mucho daño, no te asustes. Después te sentirás mejor. Tengo que atarte las manos- y para ello utiliza su pajarita. ¿Recuerdas las palabras?, por favor dilas inmediatamente si no lo soportas.  Prométemelo-. Y yo se lo prometo
 
 
 
Acerca hasta donde estamos una silla y toma asiento.  Hace que me recline sobre sus piernas. Deja mi trasero al aire y comienza a azotarme con la palma de la mano.  Al principio siento como un escozor en la piel, pero también poco a poco noto que la molestia de mi vientre se va calmando.  Cuando lleva doce azotes, se detiene, me levanta y mirándome fijamente a los ojos noto su cara de preocupación  No ha sido ni parecido a la primera vez, además he sido yo la que lo pedí
 
- ¿ Mejor ? - me pregunta
- Si, cielo. Infinitamente mejor, gracias. No tienes idea lo mal que lo he pasado.
- Te dije que si no lo aguantabas te lo quitaras, pero que no esperaras hasta el ultimo momento
- Pero es que no he podido antes. Además he pasado un día muy alterada.  Demasiada información, demasiadas cosas sabidas, demasiado de todo. Ha sido un día excepcional, Christian. Todo ha influido
-Bien, Ana, todavía no hemos terminado. Tiene que ser rápido
 
Me abraza, me besa y nos fundimos el uno en el otro.  Rápidamente nos vestimos, arreglamos la cama y nos incorporamos nuevamente a la fiesta.  Mientras bajamos las escaleras me comenta
 
- Tu has sido la primera chica que ha entrado en mi habitación, claro excepto mi madre y Mia
- ¿ Nunca has traído a ninguna chica?- le digo extrañada
- No, Ana.  Como veras estamos haciendo muchas cosas juntos por primera vez
 
Nos incorporamos a tiempo de empezar el baile. Es fácil bailar con Christian, lo hace muy bien y aunque no soy muy experta, sabe llevarme y yo me siento encantada entre sus brazos.  Al siguiente Flynn pide permiso para danzar conmigo. Obtenida la autorización por Christian, comenzamos a charlar, pero todo deriva en él.  Deseo preguntarle miles de cosas y él se muestra receptivo y comprende que hay agujeros que aún no he desvelado.  Poco antes de acabar la pieza de baile. Yo le pido consejo sobre cómo actuar con Christian, y me responde " sigue como hasta ahora, lo estás haciendo muy bien . Has conseguido en unas semanas, lo que yo he tardado más de dos años en lograrlo"
 
Le insinúo que quizás fuese una buena idea acudir un día a su consulta para saciar la necesidad que tengo de entender ciertas cosas que aún ignoro.  Y en eso quedamos. Decido ir al tocador y recuerdo que dejé mi bolso en la mesa en la que cenamos. La carpa está casi vacía, recojo el bolso y al marchar alguien que está sola sentada en una mesa, me llama
 
- Anastasia
- Perdone ¿ la conozco ?, con el antifaz no... 
- Soy Elena, la señora Robinson como me llamas
 
 
 
Siento que la sangre me hierve ¿ cómo se atreve esta mujer a dirigirme la palabra? ¿ y cómo es que sabe el apodo que la he puesto? ¡ Claro!, Christian se lo ha dicho. ¿ Por qué demonios tiene que hablarla de mi, qué más cosas la contará ?  Siento que me pongo muy enfadada.  No quiero montar un espectáculo; trato de contenerme y obedezco a su solicitud de sentarme un momento
 
- Tenemos poco tiempo. Taylor nos está vigilando. He intentado durante toda la noche hablar contigo, pero está claro que hasta ahora no lo he conseguido. Quiero decirte que he encontrado muy feliz a Christian y se le nota que está loco por ti, y a ti también te veo muy enamorada. Os deseo la mayor felicidad del mundo. Él se lo merece, aunque no se crea merecedor del cariño que todos le profesamos. En lo que a él se refiere, sólo piensa en lo negativo.  Cuando le dejaste la semana pasada, lo pasó francamente mal, y deseo advertirte que procures que no vuelva a ocurrir. No vuelvas hacerle daño ¿ me entiendes?
 
Yo no doy crédito a lo que escucho. ¿ Cómo se atreve la pedófila ésta, la que le ha hundido la vida a hacerme amenazas si volvemos a regañar? Me produce risa y no puedo reprimirlo, a lo que ella continúa.- Si vuelves  hacerle sufrir, iré a por ti, no lo permitiré. Es un aviso
Me levanto y mirándola fijamente, la digo furiosa por saber que él recurrió a ella después de abandonarle
 
Elena
 
 
- Me sorprende que sea usted precisamente la persona que se atreva a amenazarme. No tenemos nada que ver con usted y si nos enfadamos y le abandono, venga a por mi, la estaré esperando. Quizá la pague con la misma moneda que usted acuñó con un pobre chico de quince años al que destrozó la vida y al que seguramente hundió más de lo que ya estaba. Y ahora me voy. Tengo cosas más interesantes que hacer que no perder el tiempo con usted.
 

 
 
Doy media vuelta y me marcho de allí a paso ligero llevando en mi interior un montón de dudas y tristezas, y dejándola a ella estupefacta por mi reacción.
 
Camino en dirección a Taylor que me aguarda con gesto preocupado, y en ese momento llega Christian
- Estás aquí, no te encontraba- me dice preocupado al ver a Elena
 
Yo sigo adelante sin escucharle, dándole opción a que elija: Elena o yo
 
- Ana,  ¿qué ha pasado?, me mira inquieto tratando de averiguar lo hablado entre nosotras
- Pregúntaselo a tu ex, ya que tienes tanta confianza con ella, que hasta las cosas más intimas entre nosotros se lo consultas. ¿ Le dices también las veces que hacemos el amor, y de qué manera lo hacemos? dime ¿ lo haces ?
-Ana, no digas tonterías. Naturalmente que no la digo nada.  Son cosas nuestras nada más, y lo que hagamos en nuestra habitación sólo nos incumbe a nosotros y a nadie más, sea bueno o malo. ¿ Me puedes decir de una vez qué ha pasado?
 
 
 
- Pregúntaselo a ella... Se ha permitido decirme que si te vuelvo hacer daño otra vez marchándome, irá a por  mi ¿ Me azotará con un látigo?
 
Christian aliviado se sonríe, y yo cada vez más furiosa, le digo
 
- No tiene gracia Christian, ninguna gracia.  Ella sabe cosas porque tú se las has dicho, y no es como para reírse
 

 
- No te lo habrás tomado en serio... dice sonriendo. Hablaré con ella
- Ni se te ocurra. Bastante es que tengáis relaciones comerciales, pero como me entere de que la cuentas nuestras cosas, tendrás que elegir entre ella o yo, y esta vez no volveré Christian, aunque en ello me vaya la vida.
- No te enfades, por favor.  No permitas que nos arruinen la noche. No sabía que iba a venir, me dijo que no lo haría, te lo digo de verdad. Anda te acompañaré al tocador- me dice tomándome del codo
 
En el servicio, trago saliva , cojo aire y noto que mi sofocón va bajando de intensidad. " Tienes razón, no me arruinará la noche y menos ella", me digo antes de abrir la puerta e ir en busca de Christian, al que veo que separado de donde le había dejado, habla con alguien por el móvil, pero por lo poco que escucho, sé en el acto con quién es
- No, no. No es eso en lo que quedamos. No intervengas, nosotros sabemos solucionar nuestras cosas. Déjala en paz, por favor. Tengo que dejarte- dice al ver que le observo
 
 
- ¿ Que´, cómo está tu vieja amiga ?- le digo mordaz
- De muy mal humor- me responde. Quieres bailar de nuevo, o prefieres que nos vayamos- me dice con signo de disgusto- Hay fuegos artificiales que deberán empezar dentro de poco
- Me encantan los fuegos artificiales- le digo como si no hubiera ocurrido nada
- Pues entonces, nos quedamos-me responde con rotundidad
 
Pasa su brazo por mi hombro y reclina su cabeza en la mía, al tiempo que apenado me dice
 
- No dejes que ella se interponga entre nosotros, por favor
- Pero el caso es que se preocupa por ti- le digo
- Si, de acuerdo, y yo por ella, pero sólo como amiga. Nada más
- Pero ella siente algo más por ti, Christian
- Ana, es todo muy complicado.  Tuvimos una historia juntos, bastante tumultuosa, pero es el pasado, y no puedo borrarlo y tengo que vivir con ello.  Pero tú estas ahora ahí y es todo lo que quiero y necesito: tú. Defenderé lo nuestro a  como de lugar. Eres lo más importante para mi y nada ni nadie puede cambiarlo.
 
Me lo dice con tal desgarro, que yo decido dejarlo estar. El me abraza me besa en la frente y con el brazo sobre mi hombro nos encaminamos hacia la pista de baile que aún está bastante concurrida.  Nos encontramos con Carrick y solicita bailar conmigo, a lo que yo accedo y Christian asiente resignado
 
Damos unos pasos siguiendo la música, y Carrick me agradece mi contribución a la causa. Yo lo justifico alegando que es un dinero no necesitado y que conociendo la historia de Christian me siento involucrada
- Es por una buena obra- le digo
-. Christian ¿ te lo ha contado ?
-Si
- ¡ Vaya, eso si que es una novedad !-me dice entusiasmado- Nunca le he visto tan... tan centrado y tan feliz como esta noche. Te lo agradecemos mucho, Ana, porque eres una influencia muy positiva para nuestro hijo. No sé qué harás, pero por favor sigue así
 
Yo le miro emocionada. Es la segunda persona que me lo hace notar y yo deseo que sigan así las cosas, que poco a poco resurja del interior ese ser maravilloso que es Christian Grey, que merece tener toda la felicidad del mundo
 
Quiero seguir hablando de él, y yo insisto
 
- Carrick, él es muy peculiar.
- Si, lo es. Si le hubieras visto cuando llegó a nosotros... Estaba desnutrido en los huesos y no hablaba cuando Grace se hizo cargo de él al traérnoslo la policía. Tuvo que convivir cuatro días con su madre muerta a su lado, no comió , en todo ese tiempo. Ningún niño merece lo que a él le pasó. ¿ Sabes cómo salió de su mutismo? tocando el piano.  Grace sabe tocarlo y se sentaba con ella a aporrearlo. Le llevamos a que tomara clase y de esta forma, poco a poco pudimos sacarle a flote. Y claro,  la llegada de mi hija. Al principio pensamos que sería contraproducente, pero al ver al bebé se deshacía en caricias hacia ella y estaba totalmente preocupado para que no la pasara nada.  Por eso al verle esta noche comportarse como un chico de su edad, tan relajado, divertido, normal... lo hemos comentado su madre y yo.  Tenemos que darte las gracias por el bien que nos has hecho. Es un chico muy inteligente, brillante, que ha conseguido todo por su propio esfuerzo, pero siempre ha estado ¡tan solo!.  Aunque nunca se lo hemos manifestado, nos ha causado siempre mucha preocupación. Aunque fueron grandes nuestros desvelos por hacerle olvidar todo lo pasado, no pudimos conseguir que fuera como Elliot: alegre , dicharachero, en fin como corresponde a sus veinte y pocos años.
- Yo también me siento feliz si él lo es- le respondo agobiada por las alabanzas
- Ya lo sé, hija, ya lo se. Y te repito nuestro agradecimiento. No tienes ni idea lo feliz que hemos sido su madre y yo al veros juntos, y tan unidos y felices.
 
Carrick me besa en la frente y Christian viene a buscarme sonriendo y satisfecho al ver la armonía entre su padre y yo.  Su familia es lo más importante para él. Les adora a todos, pero siente un especial agradecimiento por sus padres, que no lo tuvieron nada fácil para logar que se transformara en un niño más o menos normal.
 
Carrick
 
 
- Parece que le has gustado a mi padre- me dice sonriente
-¡ Cómo no iba a gustarle !- le digo una vez olvidado mi enfado
- Mira aún falta un poquito para los fuegos, y empiezan a tocar una canción que me gusta mucho. Baila conmigo
- Encantada señor Grey
 
Y me dejo llevar entre los brazos de este seductor hombre merecedor de todo lo bueno de la vida, pero que a veces la inquietud y la zozobra no le dejan vivir
 
Comenzamos a situarnos en el lugar para poder disfrutar del espectáculo pirotécnico, Christian mira a un lado y a otro y comprueba que cerca de nosotros están Taylor y Sawyer, y en el otro extremo otros dos guardaespaldas más, cuyos nombres desconozco.  Se empieza a aglomerar la gente, y por tanto Taylor se muestra muy alerta.  Christian me coloca delante de él rodeándome con su brazo.  Se muestra extraordinariamente cariñoso. Baja su cabeza hasta mi y me besa dulcemente, mientras me pregunta
 
- Ana ¿ estás bien,  tienes frio?
- No Christian, estoy muy bien contigo al lado,  abrazándome.
 
El espectáculo es impresionantemente bonito. Con razón Christian decía que su madre lo organizaba muy bien.  A su final, el maestro de ceremonias llama nuestra atención para anunciarnos que se ha recaudado casi dos   millones de dólares.  Todos aplaudimos con alegría.  Entre todos hemos conseguido ayuda para una buena causa
 
- ¡ Qué bien Christian,!  me alegro mucho, es magnífico. Estoy muy contenta por ello
 
Christian me mira sonriendo, porque comprende con la intención con que lo digo.  ¡Ojalá tú hubieras tenido esa oportunidad ! es lo que le quise transmitir, y que él entendió perfectamente.
 
- Es hora de irse- me dice al tiempo que veo que Taylor le hace una señal de esperar. No dejan de mirar a un lado y a otro, a pesar de que no han visto nada sospechoso en toda la noche, porque toda la noche han permanecido allí, vigilantes, aunque nosotros no les hayamos visto.
 
Nos despedimos de los padres de Christian y Mia viene hacia nosotros con la intención de que prolonguemos nuestra estancia en la fiesta. Yo estoy muy cansada y me duelen los pies horriblemente. No estoy acostumbrada a la altura de los tacones, y Christian se lo hace saber.
 
Ya dentro del coche Christian irónico me nombra mi donativo
- ¿ Te enfadaste porque lo hice ?
- Si y mucho, puedes creerlo. A propósito tienes algo que me pertenece. Devuélvemelo
- Lo llevo en el bolso. Cuando lleguemos te lo doy
- Mañana irá la doctora Greene a casa para ponerte una inyección
- Christian debías haberlo consultado conmigo, se trata de mi cuerpo
- Pero también es mío, y odio los preservativos-.  Y no añado más, estoy demasiado cansada y sé que de nada servirá contrariarle.  le desato el lazo de pajarita y desabrocho los primeros botones de su camisa dejando al descubierto el comienzo de su cuerpo.
 
 
Paso los dedos ligeramente, por su piel.  El no dice nada, ni pestañea, se queda quieto, dejándome hacer.  Sawyer me entrega un sobre que le han entregado para mi. Christian debe saber de qué se trata porque hace un gesto de contrariedad. Yo lo recojo y reclino mi cabeza en su hombro. Lo leeré cuando lleguemos a casa.
 
 
 
 
LA MUSICA DE CHRISTIAN GREY:  Come fly with me (Sinatra )
 
 
 
It had to be you:  Harry Cornick
 
 
LAS FRASES DE GREY:
 
 
 
 
 
 
 
VIDEO:
 

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