( Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey )
Christian me ha entrado en la casa en brazos. No creo nos queden más casas por estrenar. Está radiante, feliz, relajado y soy feliz por eso. Pero también está esperando mi aprobación a todo. Me toma de la mano y me hace recorrer todas las dependencias de la mansión. Es espectacular, como todo lo que hace Christian. Cada vez que pasamos a una habitación nueva, me mira de soslayo buscando en mi rostro un signo de aprobación. Cuando al final hemos visitado todo , me cuelgo de su cuello y le beso.
- ¡ Me encanta, es preciosa ! - le digo
Una amplia sonrisa ilumina su cara. Toma mi cara entre sus manos y me besa profundamente.
Nos reunimos con el resto. Una señora de edad mediana nos aguarda , es Carmella. Ella junto con su esposo se encargan de mantener la vivienda desde hace años.
- Carmella- la dice Christian con una nota de orgullo en su voz- es mi esposa
Es una mujer amable, de sonrisa fácil que conoce a los Grey desde que los chicos eran pequeños. Mia, Christian y Elliot, han saludado a Carmella y a su marido dándoles un abrazo y ellos han correspondido. Nos ha preparado un aperitivo estupendo y sentados en el salón, en la mesa grande, lo degustamos con apetito, y proyectamos lo que vamos hacer.
Yo miro a mi alrededor, como no creyéndome que pueda participar en todo lo que posee mi marido. Nunca me acostumbraré a tanta riqueza. Me siento abrumada por todo, y debo poner alguna cara rara, porque Christian se da cuenta inmediatamente
- ¿ Qué te ocurre, te encuentras mal?
- No estoy bien, sólo que ... - muevo la cabeza como negando la respuesta
- Sólo que... ¿ qué ?-dice impaciente Christian
- Me siento abrumada por todo esto- digo señalando a mi alrededor-. Nunca imaginé nada semejante, lo has puesto a mi disposición, pero yo no me acostumbro. No estoy acostumbrada a ello
- Te acostumbrarás, nena. Date tiempo. Diviértete, sólo piensa en eso- me besa en la frente y aprieta mi mano
Volvemos a participar en la tertulia, y momentáneamente olvido mis prejuicios. Kate se levanta y se acerca al ventanal para admirar las hermosas vistas que tenemos enfrente
- ¡ Oh no !- exclama
Todos giramos la cabeza en su dirección ¿ Qué ocurre ?
- Está lloviendo. ¡ Vaya, qué mala suerte ! Teníais idea de hacer senderismo ¿ no ?, pues ya podéis olvidarlo, porque llueve a cántaros
Ethan propone ir de pesca, a lo que Mia responde
- Nosotras iremos de compras ¿ vale ?- inmediatamente damos su aprobación
Christian sabe que no es lo que más me seduce, y apretándome el brazo que descansa encima de la mesa, me dice cariñoso.
- Si no quieres ir, yo me quedo contigo
- No, iré. Así lo conozco. Tú ve con Ethan y Elliot a pescar
Elliot dice que él no podrá ir porque tiene que solucionar algo en la ciudad. Mia , como un torbellino de vitalidad que es, empieza a dar grititos de alegría
- Me encanta ir de compras-dice juntando sus manos
- Taylor irá con vosotras-dice Christian
Kate protesta y yo la digo
- Kate, déjalo estar
Taylor nos conduce hasta el centro de la ciudad. Llegamos enseguida y recorremos todas las boutiques, que son muchas, y en todas nos paramos a contemplar los lujosos escaparates. Decidimos entrar en una y Mia elige para mi, un bonito vestido plateado, pero muy provocativo. La longitud de la falda es pequeñísima y tiene la espalda descubierta, sólo sujeta a mi cuello por un minúsculo botón
- No ni hablar, Christian no querrá
Kate y Mia, a coro , casi me obligan a probármelo
- ¡ Ana, estás espectacular ! - me dice Mia- Si esta noche vamos de discoteca es lo más apropiado.
Kate y Mira están en los probadores con sendos vestidos y blusas. Yo con el mio en el brazo, me dirijo a la puerta de cristal de la entrada. Observo que Taylor está afuera. Poso la mirada en una joyería que está enfrente de la boutique. Un hombre sale de ella y se detiene a charlar con una mujer muy bella que está en la puerta
- ¡ Oh Dios mio, son Elliot y Gia ! Dijo que tenía que arreglar asuntos aquí. ¿ Será Gia el "asunto"?- rezo para que Kate no salga en estos momentos del probador.- Hablaré con él en cuanto me sea posible. ¡ Kate !- me lamento
Con nuestras bolsas de la boutique, me arrastran hasta una zapatería y hacen que me compre unos zapatos preciosos, con unos tacones de vértigo, pero que me enamoran en cuanto los veo.
- Te hace falta un collar a juego, llamativo-dice la inefable Mia
-¿Llamativo, todavía más llamativo?- la digo sonriendo señalando a mi vestido
- A Christian le va a encantar. ¡ Si conoceré yo a mi hermano!
- Mia, creo que le conoces en otro plano, pero no en el mio. No estoy tan segura como tú.
Llegamos a casa encantadas con nuestras compras. Los chicos aún no han regresado, pero el que si está es Elliot. Kate y él se muestran algo distantes y frios. ¡ Una riña de enamorados !, pienso. Nos hemos quedado sin leña para la chimenea y decido ir a buscar algún tronco. Mia me indica que están en el garaje y hasta allí me encamino. Entra Elliot en el coche y se asombra de que esté en el garaje contemplando una moto
-¿ Te gusta montar en moto, pequeña ?
- Oh si, mucho, pero... No sé conducirla muy bien
-¿ Quieres dar una vuelta ?
- No, no. A Christian le daría algo. No quiero darle más problemas que los que ya tiene
- ¿ A quién no quieres dar problemas?- suena su voz a mis espaldas
Ethan y él vienen con sus aperos de pesca que dejan en un rincón. Observo que mi marido lleva puesto el mono que le vendí en Clayton´s y me sonrio. El adivinando mi pensamiento, me dice
- Es muy útil para esto. Tiene muchos bolsillos muy útiles. ¿ Qué tal nena ?
- Oh muy bien. He fundido tu tarjeta de crédito
- Ana, nuestra tarjeta de crédito
-¿ Habéis pescado algo ?
- Si mira - y Ethan me muestra un par de peces muy orgulloso
Kate se incorpora al grupo. Viene en mi busca por lo que tardo con la leña. No he tenido oportunidad de hablar con Elliot y decido, hacerlo en un mejor momento. A Kate no le comentaré nada.
- ¿ Vamos a montar un grupo de música y ensayamos en el garaje?- comenta Christian sonriendo al comprobar que sólo falta Mia para la reunión.
Entre Kate y Mia, me maquillan y arreglan mi cabello. A continuación me ayudan a ponerme el cortísimo vestido que he comprado.
- Veremos que opina Christian- les digo
Ellas salen de la habitación riendo y cada una de ellas proceden a arreglarse también.
Christian está en el salón charlando amigablemente con Ethan y su hermano. Decido usa la BlackBerry
" Christian necesito tu opinión. Sube por favor ". En un minuto tengo a Christian observándome desde la puerta. En sus ojos puedo ver un signo de admiración, pero no estoy segura si es porque le gusta o porque va a echarme una bronca
- ¡ Oh Ana, estás espectacular ! - se acerca a mi y me estampa un beso en los labios de esos que hacen temblar a las piedras. Baja una de sus manos hasta el borde del vestido y lo sube por mi espalda. Luego me dice señalando con los dedos
- Esto es lo que mide eso que llamas vestido
- ¿ Pero te gusta o me lo quito?
- No no te lo quites, sólo que no te agaches. No quiero que nadie vea tus interioridades, porque, nena, es demasiado corto. Así que ponte una chaqueta o algo que te cubra un poco más. Y sobretodo, ten cuidado con las piernas cuando te sientes
- ¿ Me lo quedo entonces?
- ¡Claro ! hemos acordado en que no debo interferir en tus decisiones, pero por favor, no te agaches- le doy un beso y bajamos para reunirnos con el resto.
Christian ha reservado mesa en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Es un perfecto anfitrión y se nota que está disfrutando en ello. Lleva el control de todo. Cenamos formidablemente bien y durante la sobremesa quedamos en ir de discotecas. El camarero nos trae una botella de un exquisito champán elegido por mi marido. Todos estamos contentos, excepto Kate, que no termina de entrar en ambiente. En un momento dado Christian dirige la mirada hacia su hermano, que también le mira y sonríe. Elliot corre hacia atrás su silla y poniendo una rodilla en tierra delante de Kate, se dirige a ella
- Kate, eres la mujer de mi vida. Te quiero, te quiero sin concesiones ¿ quieres casarte conmigo?- Kate le mira y se lleva las manos a la boca reprimiendo un grito
Le mira sin parpadear con ojos de asombro por los que asoman dos pequeñas lágrimas. No estoy acostumbrada a ver a Kate tan vulnerable. De pronto dice
- Si, si, si... y se abalanza hacia él fundiéndose en un abrazo
Elliot saca del bolsillo de su chaqueta, un pequeño estuche con el nombre de la joyería en que le ví por la tarde. Quizá el encuentro con Gia fue una casualidad, y me alegro de no haberles dicho nada. Del estuche extrae una sortija solitario con un diamante precioso que pone en el dedo de Kate. Todos los que estamos en el restaurante rompemos en aplausos, mientras ellos emocionados se funden en un beso de película.
Christian llena la copa de todos con champán Observo que todos estamos sorprendidos por la noticia, menos Christian. Le pregunto
- ¿ Tú lo sabías?
- Si ¿ por qué ?
- Esta tarde mientras la chicas se probaban la ropa, me acerqué hasta la puerta de la boutique. Frente a ella está la joyería, y vi a Elliot hablando con Gia. Pensé que...
- No, Ana, ha sido casualidad. Gia está aquí en su chalet de vacaciones y estudiando los planos para nuestra reforma. Aunque hace tiempo tuvieron algo, pero ahora puedo asegúrate que está coladito por Kate. Cosa que no entiendo, pero...
- Christian... es mi amiga
- Y yo doy gracias al cielo cada día porque fueras tu la que me entrevistara - lleva mi mano hasta sus labios y la besa.
- Uf, menos mal. Quería hablar con Elliot referente a eso. Iba hacerlo cuando entraste en el garaje esta tarde.
-¿ Todo aclarado?
Si y me alegro
- Elliot ha sido muy promiscuo, pero hace tiempo Creo que desde que conoce a Kate, sus aventuras han acabado. Aquí arrasaba con todo lo que se le pusiera por delante
- ¡ Claro ! ahora entiendo porque te lanza tantas indirectas. ¿ Sabia lo tuyo?
- No Ana, nadie de mi familia lo sabe. Dejemos esto . Llevamos cuchicheando mucho rato y van a sospechar algo.
Levanta su copa y anima a que todos hagamos lo mismo
- Por mi hermano mayor, por Lelliot y por la suspicaz Kate, que va a ser mi cuñada.
Levantamos nuestras copas y sonreímos felices. Kate nos da un beso a todos, y se detiene en Christian, dándole las gracias
- Prometo que no te criticaré mucho- le dice riendo.
Ethan dirige una mirada a Mia y también levanta su copa, en un brindis secreto que sólo él conoce., Christian no permite que nadie abone la cuenta del restaurante
- Sois mis invitados, y además mi hermano se ha comprometido. Quiero ser vuestro padrino ¿ entendido?
Todos reimos, y yo me emociono al ver a un Christian tan relajado, sonriente y feliz. Nos levantamos y vamos a la discoteca.
- Yo no voy de discotecas- le digo por lo bajo
- No, importa nena. Yo tampoco así que será otra primera vez de las nuestras.
Nos dirigimos a un selecto club, que cómo no, Christian tiene acciones en él. Entramos sin ningún problema, y nos acomodan en un reservado de fácil acceso a la pista, pero que nos permite estar algo apartados del resto de los clientes. Después de tomar unos combinados, Christian hace que beba un vaso de agua
- Nena, los aperitivos de casa, el vino de la cena, el champán del brindis y ahora los combinados, es mucho alcohol. No quiero que te pongas mala. Bebe este vaso de agua
Obedezco sin rechistar. Me apetece el agua fresca. Decidimos salir a la pista nosotras solas, ya que ellos, según dicen, nos verán sentados mientras charlan. Formamos un círculo entre las tres, pero pronto Kate y Mia van a su aire. Yo me muevo al ritmo de la música, y por primera vez compruebo que no lo hago del todo mal. No he asistido a muchas discotecas, y mis habilidades para el baile, brillan por su ausencia.
Siento unas manos grandes que se posan en mis caderas y que bajan hasta mi trasero "es Christian"-, pienso-, " al fin se ha decidido a acompañarme". Pongo mis manos sobre las de él, y observo que Kate pone cara de asombro al mismo tiempo que yo noto en mis manos el tacto de vello. " No Christian tiene las manos lisas". Me vuelvo y un hombreton grande como un armario, es el que se aprovecha de mi. Sin pensármelo dos veces, levanto mi mano derecha y con toda la fuerza del mundo, estampo en su cara una sonora bofetada, al tiempo que le digo
- Y tú ¿ de qué vas? gili... Mira - y le enseño las alianzas que llevo en el dedo- Estoy casada, so memo
Y antes de lo que dura un suspiro, tengo a mi lado a Christian que le da un puñetazo en la barbilla derrúmbandole en el suelo. Inmediatamente Elliot y Ethan se interponen entre los dos hombres. El caído, se levanta agitando los brazos al tiempo que dice a Christian " sólo quería divertirme ". Da media vuelta y ya no le volvemos a ver
- Christian baila conmigo
-Ahora no tengo ganas, Ana
- Por favor, por favor. No ha pasado nada, ya me he encargado de eso. Le he soltado una buena bofetada
-¿ Le has dado una bofetada?- me dice riendo
- Si Christian, soy una chica con recursos, así que ándate con ojo- le digo mientras le doy un beso en la comisura de los labios
Él me coge los brazos y los pone a mi espalda, mientras iniciamos un baile cadencioso. Cuando terminamos de bailar, siento que la cabeza comienza a sentirse insegura, se lo comento y me dice
- Vamónos a casa, pero antes habrás de beber más agua. Has bebido mucho
- Ya me lo has dicho antes. Y sí, llévame a casa.
Taylor tiene que hacer dos viajes puesto que todos no cabemos en el coche al mismo tiempo. A nosoros nos deja los primeros. Yo estoy muy cansada y me duelen horriblemente los pies ya que no estoy acostumbrada a llevar los tacones tan altos. La bebida comienza a hacer estragos y la seguridad en mis piernas no es muy grande.
Al entrar en casa, Christian me quita los zapatos, lo que yo agradezco enormemente. Me toma en sus brazos y sube las escaleras rumbo al dormitorio. Yo apoyo mi cara en su cuello, y el olor a su perfume inunda todos mis sentidos.
- Una ducha rápida y a la cama. Tienes que estar cansada. Te ayudaré a quitarte la ropa
Me desabrocha el único botón del vestido y la ropa interior. El hace lo mismo y ambos nos damos una reconfortante ducha. Los ojos me pesan y Christian tiene que sujetarme para no caer. En cinco minutos estoy lista. Me ha puesto una de sus camisetas y en brazos me lleva hasta el lecho. me da un beso en la frente y me dice " duerme, nena"
Me tapa y sale de la habitación. " He de hacer alguna llamada"!, pero enseguida vuelvo". No quiero dormirme hasta que no regrese, pero los ojos me pesan, me pesan, me pe...
Después de un primer sueño, me despierto y tanteo la cama. Si, Christian duerme tranquilo a mi lado. Uno de sus brazos abraza mi cintura y sus piernas se enredan en las mias. No me muevo. ¡ Duerme tan poco !. No quiero despertarle, y de nuevo me quedo dormida.
- ¡ Eh, dormilona, despierta !- me dice mientras besa mi frente y se detiene a contemplarme
- Hummm, otro poquito más
- ¿ Otro poquito más? te he dejado mucho. Anda muévete. Hay algo que tenemos que hacer antes de salir
- ¿Salir, a dónde?
-Cariño, no recuerdas que íbamos hacer senderismo?
- Y lo otro que dices ¿ qué es?
- Señora Grey, me tiene muy olvidado. Anoche se me durmió enseguida, y ahora quiere eludir su responsabilidad
- ¡ Christian ! - le digo mientras me ruborizo- Sabes que eso no es cierto porque ... soy tuya. Así que anda, bésame
Después de desayunar Christian nos guía para que conozcamos el otro lado de la montaña que tenemos frente a la casa. Los hombres van frescos como una rosa, pero nosotras entre la poca costumbre que tenemos de andar por el campo, y los excesos de la noche, acusamos grandemente el cansancio, y a nuestros ruegos damos la vuelta a mitad de camino.
Sentados en el avión ninguno de nosotros hablamos. Ha sido un fin de semana increíble y yo le doy las gracias a Christian apretujándole el brazo con el mio. El está satisfecho y feliz. Nunca le había visto tan relajado, y se lo hago notar
- Aquí te tengo más segura, nena
- ¿ O sea que toda tu preocupación es por tenerme segura? No me sorprende, debería haberme acostumbrado. Pero ya ves que sé defenderme. ¿ Puedo preguntarte algo?- le digo
- Ya sabes que si. Todo me lo puedes preguntar, pero otra cosas es que yo te conteste- me responde riendo
- Tienes el Escala, un apartamento en Nueva York, el barco Grace, el planeador, etc. etc. ¿ por qué una casa aquí? Llevabas una vida solitaria antes de conocerme ¡ Claro cuando no te visitaban las sumisas.! Esta maravillosa casa es para compartirla con alguien, Christian ¿ Qué necesidad tienes de poseer cosas?
- Ana, cuando compré esta casa lo hice como recuerdo a la niñez feliz que tuvimos aquí. Pero es cierto, he venido muy, muy pocas veces. Es como si estuviera aguardando alguna ocasión... no sé cómo explicarte la sensación que tenía. Pero cuando llegamos y recorrimos la casa y supe que te gustaba, me di cuenta del porqué: te esperaba a ti, mi cielo.
- ¡ Oh Christian ! es la cosa más bonita y más romántica que me han dicho nunca.
Me besa la mano y la aprieta con fuerza. Es la mano de la bofetada y me molesta un poco, pero no la retiro, muy al contrario, me apretujo más sobre su brazo.
Llegamos a casa felices. Dejamos atrás otra especial burbuja nuestra, pero es domingo por la tarde, y al día siguiente hay que volver de nuevo a la cruda realidad. A las preocupaciones por Hyde, a los problemas con Christian, y a los mios propios.
Cenamos y nos retiramos a dormir. Christian se ha mostrado muy cariñoso y tranquilo en este fin de semana. El ya está metido en la cama y yo me lavo los dientes. Desde el lecho me grita
- ¿ Qué haces Ana ?
- Me estoy lavando los dientes- le contesto con la boca llena de pasta y me asomo para que lo vea. El se rie. Tiene un brazo debajo de su cabeza y esa mirada suya tan especial
- ¿ Qué quieres, te encuentras mal?- le digo
- No ,nena, estoy bien. Pero te echo de menos
Yo salgo del baño y me acuesto a su lado besándole y abrazándole. Y en cuestión de segundos comienza nuestra particular sinfonía amorosa.
La música del despertador comienza a sonar a las siete y media, como cada día. Hay que levantarse. Cuando vuelvo la cara para mirar a Christian, compruebo que él está despierto mirándome
- Me gusta contemplarte cuando duermes. Pareces una niña pequeña y eso hace que afloren mis sentimientos de protección hacia ti. No quiero que nada ni nadie te moleste, ni siquiera una brisa que sople.
- Christian ¡ qué bonito ! ¿ cómo puedes decirme esas cosas tan tiernas, y de repente echarme una bronca por cualquier cosa?
- Nena, mis cincuenta sombras... Tengo que levantarme, cielo. Hoy tengo mucho trabajo.
- Yo también, así que anda. Rompamos filas. ¿ Nos duchamos?
- Primero tu- me dice - si lo hacemos a un tiempo, seguro que llegamos tarde
- Christian yo quiero contigo, rapidito, anda
- No Ana. Tengo reuniones importantes y he de llegar a la hora justa
- Está bien. Pero que sepas que lo hago porque me has dado un fin de semana increíble
- ¿ Ah si, ha sido increíble?
- Increíble, igual de increíble como usted señor Grey- Le doy un beso y corro a la ducha.
En el trabajo la mañana transcurre entre reuniones, visitas de nuevos autores, etc. todo normal. Hago un parón a media mañana. Fuera del despacho me aguarda una paciente Prescott, la nueva guardaespaldas que me ha puesto Christian para que esté cerca de mi despacho, mientras Sawyer, permanece en el vestíbulo.
Hannah me entra un té y me da un recado
- Ana, ha llamado Claire y dice que hay dos muchachas en Recepción que desean hablar contigo
-¿ Dos chicas que quieren hablar conmigo? No tengo ni idea de quienes puedan ser ¿ ¿No te ha dado sus nombres?
- Si, una me ha dicho que se llama Leila y la otra Susannah
Me da un vuelco el corazón ¿ Qué hace ella aquí, a qué viene ? Christian me ha dicho que está con su familia o recluida, no sé muy bien. Sin saber nada del porqué de la visita le digo a Hannah que suban. Prescott se levanta de su asiento como un rayo y me dice
- Señora Grey, esos nombres están terminantemente prohibidos que establezcan contactos con usted. Tiene preferencia en la lista de visitas no aptas
- ¿ Quieres decirme que existe una lista de gente que no debo ver?
-Si, señora. Orden expresa de su esposo.
-Está bien Prescott. Esa chica no va a molestarme. No lo hizo cuando tuvo ocasión. No sé qué quiere, pero tengo que averiguarlo
- Lo siento pero tengo que informar al señor Grey
- No Prescott, de momento no hagas nada
- Pero señora...
Llévalas a la sala de reuniones.¿ Estás autorizada a cachearlas, es lícito hacerlo?
- Si señora, puedo hacerlo
- Bien. Llévatelas y hazlo. En un momento acudiré. Antes informaré a mi marido
Cojo mi BlackBerry y le pongo un mensaje a Christian anunciándole que tengo visitas inesperadas. Dudo de si decirle el nombre... pero al final pongo Leila.
Espero y confío que me de tiempo suficiente para hablar con ellas, antes de que Christian se presente en mi despacho.
MUSICA DE LOS GREY: Say a Little prayer ( Aretha Franklin )
http://www.youtube.com/watch?v=STKkWj2WpWM
Walk on by : Dionne Warwick
http://www.youtube.com/watch?v=dValo35EXdQ
The lighting stroke ( Snow Patrol )
http://www.youtube.com/watch?v=S0BDS0-ZwOw
- ¡ Me encanta, es preciosa ! - le digo
Una amplia sonrisa ilumina su cara. Toma mi cara entre sus manos y me besa profundamente.
Nos reunimos con el resto. Una señora de edad mediana nos aguarda , es Carmella. Ella junto con su esposo se encargan de mantener la vivienda desde hace años.
- Carmella- la dice Christian con una nota de orgullo en su voz- es mi esposa
Es una mujer amable, de sonrisa fácil que conoce a los Grey desde que los chicos eran pequeños. Mia, Christian y Elliot, han saludado a Carmella y a su marido dándoles un abrazo y ellos han correspondido. Nos ha preparado un aperitivo estupendo y sentados en el salón, en la mesa grande, lo degustamos con apetito, y proyectamos lo que vamos hacer.
Yo miro a mi alrededor, como no creyéndome que pueda participar en todo lo que posee mi marido. Nunca me acostumbraré a tanta riqueza. Me siento abrumada por todo, y debo poner alguna cara rara, porque Christian se da cuenta inmediatamente
- ¿ Qué te ocurre, te encuentras mal?
- No estoy bien, sólo que ... - muevo la cabeza como negando la respuesta
- Sólo que... ¿ qué ?-dice impaciente Christian
- Me siento abrumada por todo esto- digo señalando a mi alrededor-. Nunca imaginé nada semejante, lo has puesto a mi disposición, pero yo no me acostumbro. No estoy acostumbrada a ello
- Te acostumbrarás, nena. Date tiempo. Diviértete, sólo piensa en eso- me besa en la frente y aprieta mi mano
Volvemos a participar en la tertulia, y momentáneamente olvido mis prejuicios. Kate se levanta y se acerca al ventanal para admirar las hermosas vistas que tenemos enfrente
- ¡ Oh no !- exclama
Todos giramos la cabeza en su dirección ¿ Qué ocurre ?
- Está lloviendo. ¡ Vaya, qué mala suerte ! Teníais idea de hacer senderismo ¿ no ?, pues ya podéis olvidarlo, porque llueve a cántaros
Ethan propone ir de pesca, a lo que Mia responde
- Nosotras iremos de compras ¿ vale ?- inmediatamente damos su aprobación
Christian sabe que no es lo que más me seduce, y apretándome el brazo que descansa encima de la mesa, me dice cariñoso.
- Si no quieres ir, yo me quedo contigo
- No, iré. Así lo conozco. Tú ve con Ethan y Elliot a pescar
Elliot dice que él no podrá ir porque tiene que solucionar algo en la ciudad. Mia , como un torbellino de vitalidad que es, empieza a dar grititos de alegría
- Me encanta ir de compras-dice juntando sus manos
- Taylor irá con vosotras-dice Christian
Kate protesta y yo la digo
- Kate, déjalo estar
Taylor nos conduce hasta el centro de la ciudad. Llegamos enseguida y recorremos todas las boutiques, que son muchas, y en todas nos paramos a contemplar los lujosos escaparates. Decidimos entrar en una y Mia elige para mi, un bonito vestido plateado, pero muy provocativo. La longitud de la falda es pequeñísima y tiene la espalda descubierta, sólo sujeta a mi cuello por un minúsculo botón
- No ni hablar, Christian no querrá
Kate y Mia, a coro , casi me obligan a probármelo
- ¡ Ana, estás espectacular ! - me dice Mia- Si esta noche vamos de discoteca es lo más apropiado.
Kate y Mira están en los probadores con sendos vestidos y blusas. Yo con el mio en el brazo, me dirijo a la puerta de cristal de la entrada. Observo que Taylor está afuera. Poso la mirada en una joyería que está enfrente de la boutique. Un hombre sale de ella y se detiene a charlar con una mujer muy bella que está en la puerta
- ¡ Oh Dios mio, son Elliot y Gia ! Dijo que tenía que arreglar asuntos aquí. ¿ Será Gia el "asunto"?- rezo para que Kate no salga en estos momentos del probador.- Hablaré con él en cuanto me sea posible. ¡ Kate !- me lamento
Con nuestras bolsas de la boutique, me arrastran hasta una zapatería y hacen que me compre unos zapatos preciosos, con unos tacones de vértigo, pero que me enamoran en cuanto los veo.
- Te hace falta un collar a juego, llamativo-dice la inefable Mia
-¿Llamativo, todavía más llamativo?- la digo sonriendo señalando a mi vestido
- A Christian le va a encantar. ¡ Si conoceré yo a mi hermano!
- Mia, creo que le conoces en otro plano, pero no en el mio. No estoy tan segura como tú.
Llegamos a casa encantadas con nuestras compras. Los chicos aún no han regresado, pero el que si está es Elliot. Kate y él se muestran algo distantes y frios. ¡ Una riña de enamorados !, pienso. Nos hemos quedado sin leña para la chimenea y decido ir a buscar algún tronco. Mia me indica que están en el garaje y hasta allí me encamino. Entra Elliot en el coche y se asombra de que esté en el garaje contemplando una moto
-¿ Te gusta montar en moto, pequeña ?
- Oh si, mucho, pero... No sé conducirla muy bien
-¿ Quieres dar una vuelta ?
- No, no. A Christian le daría algo. No quiero darle más problemas que los que ya tiene
- ¿ A quién no quieres dar problemas?- suena su voz a mis espaldas
Ethan y él vienen con sus aperos de pesca que dejan en un rincón. Observo que mi marido lleva puesto el mono que le vendí en Clayton´s y me sonrio. El adivinando mi pensamiento, me dice
- Es muy útil para esto. Tiene muchos bolsillos muy útiles. ¿ Qué tal nena ?
- Oh muy bien. He fundido tu tarjeta de crédito
- Ana, nuestra tarjeta de crédito
-¿ Habéis pescado algo ?
- Si mira - y Ethan me muestra un par de peces muy orgulloso
Kate se incorpora al grupo. Viene en mi busca por lo que tardo con la leña. No he tenido oportunidad de hablar con Elliot y decido, hacerlo en un mejor momento. A Kate no le comentaré nada.
- ¿ Vamos a montar un grupo de música y ensayamos en el garaje?- comenta Christian sonriendo al comprobar que sólo falta Mia para la reunión.
Entre Kate y Mia, me maquillan y arreglan mi cabello. A continuación me ayudan a ponerme el cortísimo vestido que he comprado.
- Veremos que opina Christian- les digo
Ellas salen de la habitación riendo y cada una de ellas proceden a arreglarse también.
Christian está en el salón charlando amigablemente con Ethan y su hermano. Decido usa la BlackBerry
" Christian necesito tu opinión. Sube por favor ". En un minuto tengo a Christian observándome desde la puerta. En sus ojos puedo ver un signo de admiración, pero no estoy segura si es porque le gusta o porque va a echarme una bronca
- ¡ Oh Ana, estás espectacular ! - se acerca a mi y me estampa un beso en los labios de esos que hacen temblar a las piedras. Baja una de sus manos hasta el borde del vestido y lo sube por mi espalda. Luego me dice señalando con los dedos
- Esto es lo que mide eso que llamas vestido
- ¿ Pero te gusta o me lo quito?
- No no te lo quites, sólo que no te agaches. No quiero que nadie vea tus interioridades, porque, nena, es demasiado corto. Así que ponte una chaqueta o algo que te cubra un poco más. Y sobretodo, ten cuidado con las piernas cuando te sientes
- ¿ Me lo quedo entonces?
- ¡Claro ! hemos acordado en que no debo interferir en tus decisiones, pero por favor, no te agaches- le doy un beso y bajamos para reunirnos con el resto.
Christian ha reservado mesa en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Es un perfecto anfitrión y se nota que está disfrutando en ello. Lleva el control de todo. Cenamos formidablemente bien y durante la sobremesa quedamos en ir de discotecas. El camarero nos trae una botella de un exquisito champán elegido por mi marido. Todos estamos contentos, excepto Kate, que no termina de entrar en ambiente. En un momento dado Christian dirige la mirada hacia su hermano, que también le mira y sonríe. Elliot corre hacia atrás su silla y poniendo una rodilla en tierra delante de Kate, se dirige a ella
- Kate, eres la mujer de mi vida. Te quiero, te quiero sin concesiones ¿ quieres casarte conmigo?- Kate le mira y se lleva las manos a la boca reprimiendo un grito
Le mira sin parpadear con ojos de asombro por los que asoman dos pequeñas lágrimas. No estoy acostumbrada a ver a Kate tan vulnerable. De pronto dice
- Si, si, si... y se abalanza hacia él fundiéndose en un abrazo
Kate |
Elliot |
Elliot saca del bolsillo de su chaqueta, un pequeño estuche con el nombre de la joyería en que le ví por la tarde. Quizá el encuentro con Gia fue una casualidad, y me alegro de no haberles dicho nada. Del estuche extrae una sortija solitario con un diamante precioso que pone en el dedo de Kate. Todos los que estamos en el restaurante rompemos en aplausos, mientras ellos emocionados se funden en un beso de película.
Christian llena la copa de todos con champán Observo que todos estamos sorprendidos por la noticia, menos Christian. Le pregunto
- ¿ Tú lo sabías?
- Si ¿ por qué ?
- Esta tarde mientras la chicas se probaban la ropa, me acerqué hasta la puerta de la boutique. Frente a ella está la joyería, y vi a Elliot hablando con Gia. Pensé que...
- No, Ana, ha sido casualidad. Gia está aquí en su chalet de vacaciones y estudiando los planos para nuestra reforma. Aunque hace tiempo tuvieron algo, pero ahora puedo asegúrate que está coladito por Kate. Cosa que no entiendo, pero...
- Christian... es mi amiga
- Y yo doy gracias al cielo cada día porque fueras tu la que me entrevistara - lleva mi mano hasta sus labios y la besa.
- Uf, menos mal. Quería hablar con Elliot referente a eso. Iba hacerlo cuando entraste en el garaje esta tarde.
-¿ Todo aclarado?
Si y me alegro
- Elliot ha sido muy promiscuo, pero hace tiempo Creo que desde que conoce a Kate, sus aventuras han acabado. Aquí arrasaba con todo lo que se le pusiera por delante
- ¡ Claro ! ahora entiendo porque te lanza tantas indirectas. ¿ Sabia lo tuyo?
- No Ana, nadie de mi familia lo sabe. Dejemos esto . Llevamos cuchicheando mucho rato y van a sospechar algo.
Levanta su copa y anima a que todos hagamos lo mismo
- Por mi hermano mayor, por Lelliot y por la suspicaz Kate, que va a ser mi cuñada.
Levantamos nuestras copas y sonreímos felices. Kate nos da un beso a todos, y se detiene en Christian, dándole las gracias
- Prometo que no te criticaré mucho- le dice riendo.
Ethan dirige una mirada a Mia y también levanta su copa, en un brindis secreto que sólo él conoce., Christian no permite que nadie abone la cuenta del restaurante
- Sois mis invitados, y además mi hermano se ha comprometido. Quiero ser vuestro padrino ¿ entendido?
Todos reimos, y yo me emociono al ver a un Christian tan relajado, sonriente y feliz. Nos levantamos y vamos a la discoteca.
- Yo no voy de discotecas- le digo por lo bajo
- No, importa nena. Yo tampoco así que será otra primera vez de las nuestras.
Nos dirigimos a un selecto club, que cómo no, Christian tiene acciones en él. Entramos sin ningún problema, y nos acomodan en un reservado de fácil acceso a la pista, pero que nos permite estar algo apartados del resto de los clientes. Después de tomar unos combinados, Christian hace que beba un vaso de agua
- Nena, los aperitivos de casa, el vino de la cena, el champán del brindis y ahora los combinados, es mucho alcohol. No quiero que te pongas mala. Bebe este vaso de agua
Obedezco sin rechistar. Me apetece el agua fresca. Decidimos salir a la pista nosotras solas, ya que ellos, según dicen, nos verán sentados mientras charlan. Formamos un círculo entre las tres, pero pronto Kate y Mia van a su aire. Yo me muevo al ritmo de la música, y por primera vez compruebo que no lo hago del todo mal. No he asistido a muchas discotecas, y mis habilidades para el baile, brillan por su ausencia.
Siento unas manos grandes que se posan en mis caderas y que bajan hasta mi trasero "es Christian"-, pienso-, " al fin se ha decidido a acompañarme". Pongo mis manos sobre las de él, y observo que Kate pone cara de asombro al mismo tiempo que yo noto en mis manos el tacto de vello. " No Christian tiene las manos lisas". Me vuelvo y un hombreton grande como un armario, es el que se aprovecha de mi. Sin pensármelo dos veces, levanto mi mano derecha y con toda la fuerza del mundo, estampo en su cara una sonora bofetada, al tiempo que le digo
- Y tú ¿ de qué vas? gili... Mira - y le enseño las alianzas que llevo en el dedo- Estoy casada, so memo
Y antes de lo que dura un suspiro, tengo a mi lado a Christian que le da un puñetazo en la barbilla derrúmbandole en el suelo. Inmediatamente Elliot y Ethan se interponen entre los dos hombres. El caído, se levanta agitando los brazos al tiempo que dice a Christian " sólo quería divertirme ". Da media vuelta y ya no le volvemos a ver
- Christian baila conmigo
-Ahora no tengo ganas, Ana
- Por favor, por favor. No ha pasado nada, ya me he encargado de eso. Le he soltado una buena bofetada
-¿ Le has dado una bofetada?- me dice riendo
- Si Christian, soy una chica con recursos, así que ándate con ojo- le digo mientras le doy un beso en la comisura de los labios
Él me coge los brazos y los pone a mi espalda, mientras iniciamos un baile cadencioso. Cuando terminamos de bailar, siento que la cabeza comienza a sentirse insegura, se lo comento y me dice
- Vamónos a casa, pero antes habrás de beber más agua. Has bebido mucho
- Ya me lo has dicho antes. Y sí, llévame a casa.
Taylor tiene que hacer dos viajes puesto que todos no cabemos en el coche al mismo tiempo. A nosoros nos deja los primeros. Yo estoy muy cansada y me duelen horriblemente los pies ya que no estoy acostumbrada a llevar los tacones tan altos. La bebida comienza a hacer estragos y la seguridad en mis piernas no es muy grande.
Al entrar en casa, Christian me quita los zapatos, lo que yo agradezco enormemente. Me toma en sus brazos y sube las escaleras rumbo al dormitorio. Yo apoyo mi cara en su cuello, y el olor a su perfume inunda todos mis sentidos.
- Una ducha rápida y a la cama. Tienes que estar cansada. Te ayudaré a quitarte la ropa
Me desabrocha el único botón del vestido y la ropa interior. El hace lo mismo y ambos nos damos una reconfortante ducha. Los ojos me pesan y Christian tiene que sujetarme para no caer. En cinco minutos estoy lista. Me ha puesto una de sus camisetas y en brazos me lleva hasta el lecho. me da un beso en la frente y me dice " duerme, nena"
Me tapa y sale de la habitación. " He de hacer alguna llamada"!, pero enseguida vuelvo". No quiero dormirme hasta que no regrese, pero los ojos me pesan, me pesan, me pe...
Después de un primer sueño, me despierto y tanteo la cama. Si, Christian duerme tranquilo a mi lado. Uno de sus brazos abraza mi cintura y sus piernas se enredan en las mias. No me muevo. ¡ Duerme tan poco !. No quiero despertarle, y de nuevo me quedo dormida.
- ¡ Eh, dormilona, despierta !- me dice mientras besa mi frente y se detiene a contemplarme
- Hummm, otro poquito más
- ¿ Otro poquito más? te he dejado mucho. Anda muévete. Hay algo que tenemos que hacer antes de salir
- ¿Salir, a dónde?
-Cariño, no recuerdas que íbamos hacer senderismo?
- Y lo otro que dices ¿ qué es?
- Señora Grey, me tiene muy olvidado. Anoche se me durmió enseguida, y ahora quiere eludir su responsabilidad
- ¡ Christian ! - le digo mientras me ruborizo- Sabes que eso no es cierto porque ... soy tuya. Así que anda, bésame
Después de desayunar Christian nos guía para que conozcamos el otro lado de la montaña que tenemos frente a la casa. Los hombres van frescos como una rosa, pero nosotras entre la poca costumbre que tenemos de andar por el campo, y los excesos de la noche, acusamos grandemente el cansancio, y a nuestros ruegos damos la vuelta a mitad de camino.
Sentados en el avión ninguno de nosotros hablamos. Ha sido un fin de semana increíble y yo le doy las gracias a Christian apretujándole el brazo con el mio. El está satisfecho y feliz. Nunca le había visto tan relajado, y se lo hago notar
- Aquí te tengo más segura, nena
- ¿ O sea que toda tu preocupación es por tenerme segura? No me sorprende, debería haberme acostumbrado. Pero ya ves que sé defenderme. ¿ Puedo preguntarte algo?- le digo
- Ya sabes que si. Todo me lo puedes preguntar, pero otra cosas es que yo te conteste- me responde riendo
- Tienes el Escala, un apartamento en Nueva York, el barco Grace, el planeador, etc. etc. ¿ por qué una casa aquí? Llevabas una vida solitaria antes de conocerme ¡ Claro cuando no te visitaban las sumisas.! Esta maravillosa casa es para compartirla con alguien, Christian ¿ Qué necesidad tienes de poseer cosas?
- Ana, cuando compré esta casa lo hice como recuerdo a la niñez feliz que tuvimos aquí. Pero es cierto, he venido muy, muy pocas veces. Es como si estuviera aguardando alguna ocasión... no sé cómo explicarte la sensación que tenía. Pero cuando llegamos y recorrimos la casa y supe que te gustaba, me di cuenta del porqué: te esperaba a ti, mi cielo.
- ¡ Oh Christian ! es la cosa más bonita y más romántica que me han dicho nunca.
Me besa la mano y la aprieta con fuerza. Es la mano de la bofetada y me molesta un poco, pero no la retiro, muy al contrario, me apretujo más sobre su brazo.
Llegamos a casa felices. Dejamos atrás otra especial burbuja nuestra, pero es domingo por la tarde, y al día siguiente hay que volver de nuevo a la cruda realidad. A las preocupaciones por Hyde, a los problemas con Christian, y a los mios propios.
Cenamos y nos retiramos a dormir. Christian se ha mostrado muy cariñoso y tranquilo en este fin de semana. El ya está metido en la cama y yo me lavo los dientes. Desde el lecho me grita
- ¿ Qué haces Ana ?
- Me estoy lavando los dientes- le contesto con la boca llena de pasta y me asomo para que lo vea. El se rie. Tiene un brazo debajo de su cabeza y esa mirada suya tan especial
- ¿ Qué quieres, te encuentras mal?- le digo
- No ,nena, estoy bien. Pero te echo de menos
Yo salgo del baño y me acuesto a su lado besándole y abrazándole. Y en cuestión de segundos comienza nuestra particular sinfonía amorosa.
La música del despertador comienza a sonar a las siete y media, como cada día. Hay que levantarse. Cuando vuelvo la cara para mirar a Christian, compruebo que él está despierto mirándome
- Me gusta contemplarte cuando duermes. Pareces una niña pequeña y eso hace que afloren mis sentimientos de protección hacia ti. No quiero que nada ni nadie te moleste, ni siquiera una brisa que sople.
- Christian ¡ qué bonito ! ¿ cómo puedes decirme esas cosas tan tiernas, y de repente echarme una bronca por cualquier cosa?
- Nena, mis cincuenta sombras... Tengo que levantarme, cielo. Hoy tengo mucho trabajo.
- Yo también, así que anda. Rompamos filas. ¿ Nos duchamos?
- Primero tu- me dice - si lo hacemos a un tiempo, seguro que llegamos tarde
- Christian yo quiero contigo, rapidito, anda
- No Ana. Tengo reuniones importantes y he de llegar a la hora justa
- Está bien. Pero que sepas que lo hago porque me has dado un fin de semana increíble
- ¿ Ah si, ha sido increíble?
- Increíble, igual de increíble como usted señor Grey- Le doy un beso y corro a la ducha.
En el trabajo la mañana transcurre entre reuniones, visitas de nuevos autores, etc. todo normal. Hago un parón a media mañana. Fuera del despacho me aguarda una paciente Prescott, la nueva guardaespaldas que me ha puesto Christian para que esté cerca de mi despacho, mientras Sawyer, permanece en el vestíbulo.
Hannah me entra un té y me da un recado
- Ana, ha llamado Claire y dice que hay dos muchachas en Recepción que desean hablar contigo
-¿ Dos chicas que quieren hablar conmigo? No tengo ni idea de quienes puedan ser ¿ ¿No te ha dado sus nombres?
- Si, una me ha dicho que se llama Leila y la otra Susannah
Me da un vuelco el corazón ¿ Qué hace ella aquí, a qué viene ? Christian me ha dicho que está con su familia o recluida, no sé muy bien. Sin saber nada del porqué de la visita le digo a Hannah que suban. Prescott se levanta de su asiento como un rayo y me dice
- Señora Grey, esos nombres están terminantemente prohibidos que establezcan contactos con usted. Tiene preferencia en la lista de visitas no aptas
- ¿ Quieres decirme que existe una lista de gente que no debo ver?
-Si, señora. Orden expresa de su esposo.
-Está bien Prescott. Esa chica no va a molestarme. No lo hizo cuando tuvo ocasión. No sé qué quiere, pero tengo que averiguarlo
- Lo siento pero tengo que informar al señor Grey
- No Prescott, de momento no hagas nada
- Pero señora...
Llévalas a la sala de reuniones.¿ Estás autorizada a cachearlas, es lícito hacerlo?
- Si señora, puedo hacerlo
- Bien. Llévatelas y hazlo. En un momento acudiré. Antes informaré a mi marido
Leila |
Cojo mi BlackBerry y le pongo un mensaje a Christian anunciándole que tengo visitas inesperadas. Dudo de si decirle el nombre... pero al final pongo Leila.
Espero y confío que me de tiempo suficiente para hablar con ellas, antes de que Christian se presente en mi despacho.
MUSICA DE LOS GREY: Say a Little prayer ( Aretha Franklin )
http://www.youtube.com/watch?v=STKkWj2WpWM
Walk on by : Dionne Warwick
http://www.youtube.com/watch?v=dValo35EXdQ
The lighting stroke ( Snow Patrol )
http://www.youtube.com/watch?v=S0BDS0-ZwOw
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