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domingo, 11 de agosto de 2013

CHRISTIAN GREY - Anastasia 12+1(13)(1996celta) / INTIMIDADES

( Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey )


En uno de los correos que hemos intercambiado, Christian me dice que va a cenar con una vieja amistad.  Inmediatamente pienso que la amistad a la que se refiere debe ser la señora Robinson, puesto que Flynn está de vacaciones.  Una punzada de celos se clava en mi interior

- Aprovecha que falto dos días para ir en busca de esa pedófila.  No es justo.  Me recrimina que hago caso a José sin haber tenido otro tipo de amistad, nada más que eso: ser amigos. Sin embargo él, si ha tenido relaciones con esa "señora", y aún mantiene su amistad, y sale a cenar con ella.

Su respuesta a mi pregunta de que si ha sido ella "su  vieja amistad ", es afirmativa, lo que me enfurece en extremo.  Sigo sin aclarar mis ideas a pesar de la distancia entre nosotros.  Su influencia sigo notándola en sus correos, y eso me desespera.

 

No obtengo contestación a mis reproches, e interpreto que se ha enfadado, otra vez, conmigo.  Decido apagar el cacharro infernal.

Mi madre desea comprarme algo de ropa, de manera que disfrutamos una mañana de "chicas".  No le ha gustado que use los vestidos de Kate, y me compra infinidad de prendas, tantas,  que he de comprar una maleta para retornar a casa.

Ni en el portátil, ni en la BlackBerry, hay noticias de Christian. Me entristece mucho porque en mi imaginación le veo estando con "ella", y los celos me muerden el alma.

Por la noche, y con el fin de poder charlar más íntimamente, mi madre me lleva al mejor hotel de la ciudad a tomar unas copas y de esta forma tratar de sonsacarme lo que ocurre en mi relación.  Yo la repito que todo se debe a que no estoy segura de si él me quiere de igual manera que yo a él.  Estoy insegura,.  Me abruma con sus regalos, que tiene mucho dinero, y que me siento totalmente sometida a él, a su encanto y fascinación.

 Bebemos Cosmopolitan, una copa que me encanta.  Mi madre quiere saber más, de forma que pide otra segunda ronda. Bebiendo me desinhibo. 


Cosmopolitan
 
- Voy al baño, cielo.  Enseguida vengo- me avisa mi madre

Aprovecho para mirar la BlackBerry, por ver si me ha mandado algún mensaje, y no hay ninguno.  Tengo malhumor, estoy celosa, molesta con él, y además... la regla. ¿ Se puede ser más desgraciada?

Al regreso de mi madre, sorbo mi Cosmopolitan, y entonces sí recibo el aviso del "cacharrito"

- Cuidado con el Cosmopolitan

No hay más, pero inmediatamente, se que Christian no anda lejos

- ¿ Qué te ocurre ?-, me pregunta mi madre al ver la ansiedad en mi cara y la manera que tengo de buscar algo, no sabe qué
- ¡ Está aquí !- la digo con mezcla de alegría y de angustia
- ¿ Quién está aquí, qué te pasa?- me dice alarmada
- Christian, está aquí. Tiene un jet privado, mamá, ¡ Ha venido !
- ¡ Dios mío, hijita ! ¿ aún tienes dudas de si te quiere? No todo el mundo atraviesa el país sólo para verte, teniendo en cuenta que te vas dentro de dos días...- me replica

 

Me levanto de la silla y en ese momento, le veo que se dirige hacia nosotras. En su rostro hay dulzura, y una sonrisa suave  se refleja en él.

- Hola, Anastasia- me saluda dándome un beso en la mejilla.

Deposita una mano en mi espalda para acercarme algo más hacia él y siento la presión de su mano, dulce, cariñosa, posesiva.  Mientras con la más dulce de sus sonrisas tiende la mano hacia mi madre, y la saluda

- Buenas noches, Carla. Encantado de conocer a la madre de Anastasia
- Buenas noches, Christian.  Me encanta que la llames por su nombre completo
- Tiene un nombre precioso, y es que ella es preciosa

Mi madre sonríe complacida y totalmente subyugada por él, ¡ cómo no !

Yo me siento perpleja, no sé qué decir ante su visita, y además sigo enfadada con él

- ¿ Qué haces aquí? - le pregunto algo molesta
- Querías verme... Bueno, estoy para complacerte

Mi madre suelta una risita y nos observa divertida. Ofrece a Christian una silla para que se siente cerca de mi. El acepta encantado

- Tómate algo con nosotras-, le ofrece

Carla

 

Se acerca el camarero y solicita in  Gin Tonic de una marca muy concreta con unos ingredientes muy concretos, muy de su gusto

- ¡ Qué casualidad !- dice divertido- Pensé darte una sorpresa, y el sorprendido he sido yo.
- Hemos venido a tomar unas copas ¿ Dónde te hospedas ?-le pregunto
- Aquí, me hospedo en este hotel- dice él
- ¡ Vaya, qué casualidad ! te hospedas en donde tomamos unas copas-digo enfadada
- Anastasia, o vosotras tomáis las copas en dónde yo me hospedo, apostilla Christian


 

Mi madre se tapa la boca con la mano disimulando una sonrisa. "Típica riña de novios", piensa

- Has venido para disfrutar de tu madre, así que cuando tome mi copa, os dejaré para que sigáis con vuestras cosas.  Además tengo trabajo-.  Cuando toma su bebida, llama la atención del camarero haciendo un gesto con la mano

- Apunte esto y lo de las señoras a mi cuenta.  Mi habitación es la 612- le indica al tiempo que se levanta para despedirse

- Carla,  he tenido mucho gusto en conocerla.  Ahora sé porqué Anastasia es tan preciosa- le dice a mi madre

Mi madre con la mejor de su sonrisas, le tiende una mano, cuidada, refinada, seductora

- Adiós Christian. Me ha encantado conocerte

Le observa cómo se aleja, y después gira su cabeza hacia mí con un gesto de sorpresa algo exagerado, con los ojos abiertos al máximo

- Hija mía. ¡ Está loco por ti ! no tengo dudas. Lo que tienes que hacer es hablar con él.  Tenéis que hablar los dos,  y es ahora la mejor oportunidad. No te preocupes por mi. Ve y habladlo. Si regresas a casa, ya sabes donde está la llave.  Aclarar lo que sea de una vez. Estás en terreno neutral. No desperdicies esta oportunidad
- Pero yo he venido para estar contigo- le replico
- Presiento que tu felicidad está al lado de ese hombre. Ve y acláralo todo. Yo soy feliz si tú lo eres. Sube a esa habitación y charlad durante toda la noche si es necesario... bueno o haced lo que queráis.  Ya eres mayorcita, pero... ten cuidado.

Deseo estar con él ardientemente, pero también me da pena dejar a mi madre.  Pienso que en parte ella tiene razón y opto por subir hasta la 612.  Llamo a la puerta y me abre un Christian hablando por el móvil.   En verdad tenía trabajo.

Clava sus ojos en mi, y me franquea la entrada.  Entra en el dormitorio; sin duda para hablar con más comodidad de lo que sea.  Paseo mi mirada por la habitación y me recuerda al Healthman y mi primera noche junto a él.  Me siento cortada, algo incómoda.  Quizá no he sido oportuna.  Interrumpo mis pensamientos cuando él entra de nuevo en la estancia.  Se acerca a mi, me abraza fuertemente y me besa como con desesperación

 

- ¡ Qué ganas tenía de verte  !, Ana
- Tenemos que hablar... y yo también deseaba verte- le replico
- Luego-me responde- Ahora vamos a bañarnos

Me toma de la mano y me lleva al cuarto de baño. Yo me siento desarmada.  De nuevo está seduciéndome. 

-¿ Estás con la regla ?- me pregunta a bocajarro ¡ Por Dios, hasta eso ... !
- Si- le contesto totalmente ruborizada
- ¿ Desde cuando ?- insiste
- Christian, por favor... Son cosas muy íntimas y me desagrada hablar de ello contigo ¿ no lo entiendes?- le replico totalmente enfadada
- He de saberlo, Anastasia.  No quiero que te quedes embarazada.
- ¿ Tomas el anticonceptivo ?- vuelve a repetir
- Siiii..., no te preocupes... no se me olvida- le digo de mala gana
- Perfecto. Odio los preservativos. ¿ Tienes dolor menstrual ?-insiste
- Por favor Christian, ya vale. Estoy muy incómoda ... no es una conversación para hablar contigo... Son otras cosas de lo que quiero hablar
- Ana, todo lo tuyo me interesa.  Quítate el vestido.

No haremos nada, en esta ocasión no haremos nada... me repito.  Giro la cabeza y veo que ha rodeado la bañera con velas, mientras el agua la va llenando.  Procedo a quitarme el vestido y me pongo frente a él, pensando que lo que desea es contemplarme, pero me ordena

- Muy bien, inclínate hacia adelante. Dóblate-me ordena poniendo su mano en la espalda para facilitarme el movimiento.  Le obedezco y antes de que pueda pensar lo que quiere, tira suavemente del cordoncito y extrae el tampón.

- ¡ Christian, por favor...!

Me acurruca en la pared y vuelve a besarme y acariciarme al tiempo que repite " Eres mia, eres mia ".  Y bruscamente me toma.

Delicadamente me tiende una mano para introducirme en la bañera.  Sabe que estoy enfadada con él, y espera expectante a que yo comience a hablar. Estamos durante unos instantes sin pronunciar palabra, uno frente al otro.  Sus acerados ojos siguen clavados en mi rostro. Su mirada refleja miedo.  Yo no puedo resistir más y avanzo hacia él, colocándome cerca.  Deseo acariciar su torso, pero no puedo.  Su prohibición es taxativa.

- Veo que sigues enfadada ¿ verdad ?- me dice lacónicamente
- Si, lo estoy . Y mucho.  No esperaba que te fueras de cena con la pedófila- le digo
- Ana, no la insultes, no es correcto
- No vas a convencerme de lo contrario... ¡Tenías quince años !, imagina que fuera al contrario, que hubiera un señor Robinson y fuera Mia... ¿ eh ? ¿ qué hubieras pensado?
- No fue asi... No lo vi así ... Ella canalizó mi furia... me salvó.  Quizá hubiera terminado como mi madre biológica.  Estaba perdido. Era un ser imperfecto en una familia perfecta, y es muy difícil de asimilar
-¿ Por qué te sientes imperfecto ? ¿ Por qué piensas que no eres merecedor de que alguien te ame ? Cuéntamelo, Christian, habla conmigo.

Me fijo más detenidamente y recuerdo la conversación de Grace el día de la cena "gracias a Dios mis hijos no tuvieron más que unos granitos". Miro las cicatrices redondas de su pecho y de repente lo comprendo. Alguien apagaba los cigarrillos sobre su pecho. 
-¿ Quién te hizo esto, fue ella ?
- No, dice lacónicamente


 

Le abrazo y no puedo evitar que las lágrimas atenacen mi garganta.  ¡Entonces se lo hicieron cuando era pequeño!  ¿Cómo puede alguien hacerle esto a un  niño de cuatro años? ¿ Sería ese el motivo de no permitir acariciarle?  ¿Cómo hacerle comprender que no quiero herirle, sino amarle con toda mi alma?  Es un ser excepcional, con infinitas virtudes, pero que fuera de su torre de marfil, de su casa, se siente inseguro y débil cuando alguien le demuestra amor, o lo importante que es para muchas personas.

-¿ Te quiere, la quieres?- le pregunto
- No Ana, no en el sentido en que preguntas.  La aprecio, me hizo mucho bien y además somos socios
-¡ Ah, además sois socios !
- Si salimos a cenar o a comer de vez en cuando.  Y charlamos
- Charláis... de vuestras cosas... ¿ y de mi, también ?
- Si, de ti también
- ¿ Por qué ? ¿ Qué pinto yo ahí?
- Eres parte de mi vida.  Es normal que hable de ello con alguien que me conoce perfectamente.
- ¿ Por qué lo dejásteis? ¿ Te dejó ella, la dejaste tú ?
- Lo dejamos, sencillamente.  Ella estaba casada y su marido se enteró... Basta ya , Anastasia, no es como lo imaginas.  Ella me benefició.  Parte de lo que soy ahora, se lo debo a ella
-  ¿Parte ?  ¡ Eres así por ella ! ¿ Cómo puedes verla como a tu salvadora ?
- En aquel momento no lo ví así, y por favor, déjalo ya- me dice con gesto agrio
- De acuerdo, lo dejamos... tus padres ¿ lo sabían ?
- Nooo. Naturalmente que no, ni lo han sabido nunca. Y así quiero que continúen las cosas ¿ me entiendes
- ¿Tuviste algún hijo con ella?- esa pregunta me lleva quemando desde que he sabido que tuvieron relaciones íntimas
- Naturalmente que no. Ni con ella ni con nadie.  No quiero hijos ¿ Cómo se te ocurre siquiera preguntarlo? Basta-dice tajante. Toma aire, y al cabo de un momento comienza a hablar
- Ahora me toca a mi - me dice
 
Y pienso que él sabe todo de mi.  Tuve una niñez totalmente normal, querida por mis padres. No tuve novios ni relaciones extrañas.  El ha sido el primero en todo  ¿qué quiere saber?  Me acurruca entre sus brazos
 
- ¿ Te ha gustado que viniera ?- me pregunta mientras entierra su nariz en mi pelo. Quiero que te comuniques conmigo, igual que lo haces por correo. Dime cuánto tiempo deseas que dure nuestra relación, meses, un año.. ¿cuánto? Me tienes que decir lo que no deseas hacer.  Pienso que no serás mi sumisa nada más que en el cuarto rojo, y fuera de él quiero que seas como eres, rebelde, desobediente.  Pero necesito también controlar, y únicamente lo consigo en el cuarto.  No tendremos normas ni contratos. El poder lo tienes tú, no yo.  Si me dices NO, no puedo tocarte. Tú pones los límites, así que es cosa tuya.  Pero necesito que me lo digas, que lo hagas, lo que tú sientas y desees, y no lo que creas que yo deseo.  Deseo que lo nuestro funcione pero debes guiarme, necesitamos guiarnos el uno al otro.
- Pero yo necesito más, aunque no estoy muy segura lo que abarca ese "más"
- Yo también quiero más Anastasia. Dame tiempo. De momento necesito controlarte, soy así, lo necesito como terapia porque no tuve ese control cuando más lo necesitaba. Y ya sabes el motivo, te lo acabo de explicar.
 
Suavemente me atrae hacia él, me vuelve a besar y me levanta en el aire sentándome en su regazo y nuevamente me hace el amor vainilla.

 
 
Después de desayunar me lleva a casa de mis padres.  El tiene que seguir trabajando y hasta la noche no podremos vernos.  Le invito a que cene con nosotros en nombre de mi madre, y acepta encantado.
 
Mientras estamos en el supermercado mi madre y yo comprando algo especial para la cena de esa noche, mi madre me pregunta si hemos hablado.
 
- Si mamá hemos hablado, pero tendremos que seguir haciéndolo.
- Bien, hija mia. Debéis hacerlo- me dice satisfecha
 
Mientras elegimos el postre recibo una llama de SIP,
 
-¿ Señorita Steele? soy Elizabeth Morgan, para anunciarla que definitivamente se ha aceptado su solicitud como becaria y deseamos empiece el lunes próximo a las ocho treinta de la mañana. ¿ Sabe el salario, la explicaron todo?, si está definitivamente conforme, nos vemos el lunes. Buenos días
- ¿ Qué pasa?- me pregunta mi madre
-Concedido el trabajo, mamá. Está confirmado.  Empiezo el lunes por la mañana
 
Me abrazo a ella y ambas comenzamos a acunarnos como si fuera una niña pequeña. ¡ Los brazos de mi madre ¡ cuánto los he echado de menos !
 
Al llegar a casa, vuelve a sonar la BlackBerry. Esta vez es Christian
- Ana, tengo que salir inmediatamente para Seattle Lo siento pero ha surgido algo imprevisto y urgente. Dile a tu madre que siento no poder acudir a la cena. Te llamo desde el coche. Nos vemos el viernes, nena. Taylor irá a recogerte al aeropuerto. Ya estoy deseando estar de nuevo juntos.  Recordaré esta madrugada como algo increíble. Hasta el viernes. Cuídate y saluda a tu madre
- Espera no cuelgues, aún. Me acaban de confirmar que el puesto es mío.  Empiezo el lunes. Te voy a echar de menos. Hasta el viernes. Cuídate tú también. Adiós. Llámame en cuanto llegues, por favor. Sabes que me preocupo
- Asi lo haré, nena. Me encanta que te preocupes por mi. Cuelga
- Cuelga tú primero- le digo triste
- De acuerdo. Estoy llegando al aeropuerto. Recuerda, yo también quiero más. Hasta el viernes.

 




LA MUSICA DE CHRISTIAN GREY:  Op 28-Preludio nº 4 mi menor / Federico Chopin

http://www.youtube.com/watch?v=3LeJXyjzx2Y

LAS FRASES DE GREY:




TRAILER:

https://www.youtube.com/watch?v=NtVzr5rqQVo


 

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