( Texto basado en la obra original de Cincuenta sombras de Grey )
Nuestro desayuno es tranquilo y apacible. Christian ha descargado bastante sus sombras y ahora parece estar relajado y hasta de buen humor
- ¿ Cuando conoceré a Claude?- le pregunto
- Si te parece después del fin de semana. Está en Nueva York. A no ser que quieras que vayamos nosotros .
-. No se Christian... Se que me vendrá bien algo de ejercicio. Por lo menos no acabaré tan agotada después de ... buena ya sabes
Christian se ríe. Le hace gracia que todavía me ruborice ante él cuando hablamos de sexo
- Anastasia, qué dulce e inocente eres
-¿ Se está riendo de mi, señor Grey?
- Si, señorita Steele. Pero me encanta que seas así. No cambies nunca, princesa. Contéstame ¿ quieres ir a Nueva York ?
- No se... las predicciones del tiempo no son buenas. Anuncian lluvia. Casi prefiero que lo dejemos para mejor ocasión
- Como quieras. Estoy para complacerla señorita Steele
- Dime Christian... No me regañes, no te enfades... pero es que hay muchas cosas que tengo que encajar en el puzzle de nuestra vida. ¿ Desde que estás conmigo, has necesitado sumisas u otra clase de mujeres?
- Mi querida niña ¿ por qué crees que hacia ejercicio todos los días? Necesitaba canalizar las energías. Ellas estaban los fines de semana solamente. A diario lo suplía en el gimnasio. No,. No las frecuento desde que estamos juntos. ¡ No me da tiempo ! Usted es insaciable, señorita Steele
- ¡ Oh !... quizá deberíamos cortar un poco
- ¿ Cómo ? Ni hablar... Nunca me he sentido ni más vivo, ni más fuerte, desde que estoy contigo. Me encantan nuestros despertares, y nuestros intermedios, y los ascensores, y todo, Anastasia. Contigo no necesito nada, NADA. Te lo he dicho, lo tengo todo... Le diré a Andrea que marque una cita con él
-¿ Quién es Andrea. Una espectacular rubia o morena?
-Ana... Andrea es mi secretaria. Trabaja para mi, nada más
- Yo también trabajo para ti, y sin embargo...
- Nena, me alegra que estés de tan buen humor desde por la mañana. Hablaré con Claude a ver que es lo que más te conviene. ¿ Y dices que te encuentras agotada muy a menudo ?- el tono picarón en que lo dice, nuevamente me hace sonrojar
- Señor Grey, la culpa la tiene usted y nada más que usted. Me provoca de una manera cruel
No estoy acostumbrada a que ría a carcajadas, por eso cuando a mi respuesta lo hace, me suena a coro de ángeles. La noche anterior descargó la mitad de su mochila de sombras. Ahora sólo tiene veinticinco , y quién sabe si no seguirá soltando lastre y yo estaré allí para verlo. Yo..., y ninguna otra.
Vamos en el Audi, cada uno a nuestro trabajo. Como siempre nos quedaremos, Sawyer y yo , los primeros. Charlamos de cosas cotidianas, y me pregunta por Ethan
_ ¿ Es hoy cuando llega el hermano de Kate?
- Ni me acordaba. Tendré que ir al apartamento
- ¿ A qué hora llega ?
- No tengo ni idea ¿ por qué lo preguntas?
- No quiero que andes sola por ahí
- ¿ Estará Sawyer, hoy también?
- Claro
- ¿ No crees que sería más fácil si pudiera estrenar de una vez mi coche?
- Sawyer tendrá un coche para llevarte a donde desees. Pero tú sola, ni lo pienses. Ya lo sabes y no quiero rebeliones ¿ me entiendes?
- Siii. ¿ Sabes que eres un mandón inaguantable?
- ¿ Si... soy un mandón?- me dice riendo
Me siento tan feliz, porque a él le veo feliz también. ¡ Por favor, por favor, un respiro! invoco a los santos del cielo.
- Usa la BlackBerry, por favor
- Si señor Grey- y pongo los ojos en blanco. Pero él lejos de enfadarse le hace gracia y continúa bromeando
- Ha puesto los ojos en blanco, señorita Steele, y tengo la mano caliente ¿ lo sabe?
- Señor Grey, usted siempre tiene la mano cliente, y francamente no sé qué hacer con el tema. Reímos a dúo, y tiene que atender la BlackBerry que está vibrando
- Grey
- Ah, buenos días qué ocurre?
-¡ No me digas !.. estaba claro que no iba en serio. Te has preocupado por una tontería. Deberás prestarle más atención, eso es una llamada para que estés más pendiente. Me alegro que todo se haya arreglado. Adiós
- ¿ Y ? - le digo
- El tema de Elena solucionado, ha sido su novio para reclamar su atención. Asunto concluido
- ¡ Oh bien !- y no digo más,.
.- No te agobies, Ana. Ella ya no está en mi vida. Olvídalo
Cuando llego a la editorial, me encuentro con un Jack, como siempre bastante desagradable. De malas formas me pide un café y me pregunta por los documentos a imprimir.
- En un momento te lo traigo.
Procuro ser amable con él. No quiero tener problemas, y además estoy demasiado contenta por nuestra situación entre Christian y mía, como para amargarme la vida. Mientras se lo preparo, Claire, que también está en la cocinita alaba las virtudes físicas de Christian y hace sentirme envidiada. Me entretengo un momento en charlar con ella de su innumerable familia, y cuando llego con el café, la voz desagradable de Jack , hace que me sobresalte
- Has tardado mucho- me recrimina-. Perdona, estoy algo nervioso. En la dirección se está tramando algo y no creo que sea bueno. Cuando os reunís los compañeros ¿habláis sobre ello?- me pregunta intrigado. Yo si se lo que se está tramando pero lógicamente le digo que no se nada.
- Bueno si escuchas algo, ¿ me lo dirás?
- Claro Jack. Yo te aviso.
- Necesito que me hagas una sinopsis de estos manuscritos, sólo de los primeros capítulos, no te asustes. Luego los archivas
- ¡ Uf, me había asustado!-pensé para mis adentros.
Jack se va a su despacho y yo me dispongo a empezar con lo que me ha encomendado. Suena mi BlackBerry, y cómo no es Christian
De: Christian Grey
Fecha: 14 de junio de 2011 09:23
Para: Anastasia Steele
Asunto: Amanecer
Para: Anastasia Steele
Asunto: Amanecer
Me encanta despertarme contigo por la mañana.
Christian Grey
Total y absolutamente enamorado presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Me sonrío satisfecha por el correo y por nuestro despertar
De: Anastasia Steele
Fecha: 14 de junio de 2011 09:35
Para: Christian Grey
Asunto: Anochecer
Querido total y absolutamente enamorado:
A mí también me encanta despertarme contigo. Aunque yo adoro estar contigo en la cama y en los ascensores y encima de los pianos y en mesas de billar y en barcos y escritorios y duchas y bañeras y atada a extrañas cruces de madera y en inmensas camas de cuatro postes con sábanas de satén rojo y en casitas de embarcaderos y en dormitorios de infancia.
Para: Christian Grey
Asunto: Anochecer
Querido total y absolutamente enamorado:
A mí también me encanta despertarme contigo. Aunque yo adoro estar contigo en la cama y en los ascensores y encima de los pianos y en mesas de billar y en barcos y escritorios y duchas y bañeras y atada a extrañas cruces de madera y en inmensas camas de cuatro postes con sábanas de satén rojo y en casitas de embarcaderos y en dormitorios de infancia.
Tuya
Loca por el sexo e insaciable xx
De: Christian Grey
Fecha: 14 de junio de 2011 09:37
Para: Anastasia Steele
Asunto: Hardware húmedo
Para: Anastasia Steele
Asunto: Hardware húmedo
Querida loca por el sexo e insaciable:
Acabo de espurrear el café encima de mi teclado. Creo que nunca me había pasado algo así. Admiro a una mujer que se entusiasma tanto por la geografía. ¿Debo deducir que solo me quiere por mi cuerpo?
Christian Grey
Total y absolutamente escandalizado presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Anastasia Steele
Fecha: 14 de junio de 2011 09:42
Para: Christian Grey
Asunto: Riendo como una tonta… y húmeda también
Para: Christian Grey
Asunto: Riendo como una tonta… y húmeda también
Querido total y absolutamente escandalizado:
Siempre. Tengo que trabajar. Deja de molestarme.
LS amp;I xx
De: Christian Grey
Fecha: 14 de junio de 2011 09:50
Para: Anastasia Steele
Asunto: ¿He de hacerlo?
Asunto: ¿He de hacerlo?
Querida LS amp;I:
Como siempre, sus deseos son órdenes para mí. Me encanta que estés húmeda y riendo como una tonta. Hasta luego, nena.
x
Christian Grey
Total y absolutamente enamorado, escandalizado y embrujado
presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
Guardo la BlackBerry, y me pongo con los manuscritos. A las doce Jack me dice que vaya a por su comida. Aviso a Christian y, le dedica un piropo nada gratificante.
- Creo que sería más práctico si me facilitas el número de Sawyer y hablo directamente con él.
- No te preocupes, nena. Yo lo hago
-¿ Estás solo?
- No en este momento estoy reunido con varias personas. Y tienen los ojos muy abiertos preguntándose con quién hablo.
Christian se interrumpe y le escucho decir
- Es mi novia
Yo sonrío y me ruborizo al mismo tiempo. Últimamente está usando mucho esa palabra y a mi me llena de satisfacción
- ¿ Me lo dices de verdad?
-. Puedo asegurártelo. "Es mi novia", repite nuevamente
- Seguro que creían que eras gay. Te dejo entonces. Me pone nerviosa interrumpirte en el trabajo
- Si, tenemos que colgar. No te preocupes se lo diré a Sawyer. Hasta luego nena
- Hasta luego Christian. Ten un buen día, por favor
Sonríe, y colgamos
Acompañada por Sawyer me dirijo a comprar la comida de Jack, a mi regreso ya tengo listos los documentos que mandé imprimir. Se los paso a mi jefe, y él aprueba cómo han quedado. Me extraña que a renglón seguido me comente a cerca de mi vida privada. Me siento molesta, me armo de paciencia y respondo lo que yo creo conveniente. Hace un recorrido sobre mi, que me violenta bastante
- ¿ Estás muy enamorada de tu novio?- y lo dice con una media sonrisa de burla
- Bastante, le amo. Vivimos juntos. Y ahora Jack, si no te importa vuelvo al trabajo
- Espera - me dice deteniéndome- Supongo que tendrás alguna tarde libre para tomar una cerveza
- Pues no, Jack. Tenemos poco tiempo para dedicarlo a nosotros, y el que tenemos lo disfrutamos los dos
- Pero podrías hacer una excepción. Total por un día.,.. ¿ Crees que te dará permiso ?
-No creo, Jack. Acabo de explicártelo
- Ya..., quizá cuando vuelva de Nueva York
- Bien, Jack. Vuelvo al trabajo.
Respiro hondo cuando me veo fuera del despacho. Cada vez me siento más agobiada por él, e imposibilitada para decírselo a Christian, después de la discusión que tuvimos precisamente por ese tema. Suena mi BlackBerry. Pienso que es Christian, pero es Ethan, el hermano de Kate
-¿ Steele ?
- Si soy yo
- Soy Ethan, Ana,. Ya estoy de regreso cansado de sol, arena, palmeras y besuqueos de Elliot y Kate. ¿ Sabes que parecen ir en serio? y por lo visto es un tio importante- si lo sabré yo, me digo
- La echo de menos y tengo ganas de verla- le digo refiriéndome a su hermana
- Oye Ethan, tengo aquí las llaves del apartamento ¿ vienes a por ellas?
- En cuanto recoja la maleta voy para allí. Un beso preciosa, estoy deseando verte
- Hasta luego, entonces. Ciao
Aviso a Claire para que me llame cuando llegue, y vuelvo a mi lugar de trabajo
De: Anastasia Steele
Fecha: 14 de junio de 2011 14:55
Para: Christian Grey
Asunto: Visitas procedentes de climas soleados
Para: Christian Grey
Asunto: Visitas procedentes de climas soleados
Queridísimo total y absolutamente EEE:
Ethan ha vuelto, y va a venir a buscar las llaves del apartamento.Me gustaría mucho comprobar que está bien instalado.¿Por qué no me recoges después del trabajo? ¿Podríamos ir al apartamento y después salir TODOS a cenar algo? ¿Invito yo?
Tuya
Ana x
Aún LS amp;I
Anastasia Steele
Ayudante de Jack Hyde, editor de SIP
De: Christian Grey
Fecha: 14 de junio de 2011 15:05
Para: Anastasia Steele
Asunto: Cenar fuera
Para: Anastasia Steele
Asunto: Cenar fuera
Apruebo tu plan. ¡Menos lo de que pagues tú!Invito yo.Te recogeré a las seis en punto.
x
P.D.: ¡¡¡Por qué no utilizas tu BlackBerry!!!
Christian Grey
Total y absolutamente enfadado presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Anastasia Steele
Fecha: 14 de junio de 2011 15:11
Para: Christian Grey
Asunto: Mandón
Para: Christian Grey
Asunto: Mandón
Bah, no seas tan rudo ni te enfades tanto. Todo está en clave. Nos vemos a las seis en punto.
Ana x
Anastasia Steele
Ayudante de Jack Hyde, editor de SIP
De: Christian Grey
Fecha: 14 de junio de 2011 15:18
Para: Anastasia Steele
Asunto: Mujer exasperante
Para: Anastasia Steele
Asunto: Mujer exasperante
¡Rudo y enfadado!
Ya te daré yo rudo y enfadado. Y tengo muchas ganas.
Christian Grey
Total y absolutamente más enfadado, pero sonriendo por alguna razón desconocida,
presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
De: Anastasia Steele
Fecha: 14 de junio de 2011 15:23
Para: Christian Grey
Asunto: Promesas, promesas
Para: Christian Grey
Asunto: Promesas, promesas
Adelante, señor Grey.
Yo también tengo muchas ganas.;D
Ana x
Anastasia Steele
Ayudante de Jack Hyde, editor de SIP
Christian no me responde, y sigo con el trabajo. Al cabo de un rato, Claire me avisa de que hay un chico guapo en Recepción que pregunta por mi. Bajo inmediatamente contenta por volver a ver a Ethan después de tanto tiempo
-¡ Vaya Steele ! ¿ Qué te has hecho? ¡ Chica estás estupenda, guapísima, atractiva... Increíble !
- Ethan, por favor me vas a sacar los colores
-¿ Qué tal con el millonetis?
- Muy bien, nos va bien. Vendrá a buscarme esta tarde y saldremos todos a tomar una copa te parece ?
- Estupendo nena
-¡ Oye ! estás como Elliot
- Se me habrá pegado. Están de un empalagoso... Se les ve felices, Ana. Yo me alegro por mi hermana. Bueno y ahora te dejo que estás trabajando.
-¡ Vaya Steele ! ¿ Qué te has hecho? ¡ Chica estás estupenda, guapísima, atractiva... Increíble !
- Ethan, por favor me vas a sacar los colores
-¿ Qué tal con el millonetis?
- Muy bien, nos va bien. Vendrá a buscarme esta tarde y saldremos todos a tomar una copa te parece ?
- Estupendo nena
-¡ Oye ! estás como Elliot
- Se me habrá pegado. Están de un empalagoso... Se les ve felices, Ana. Yo me alegro por mi hermana. Bueno y ahora te dejo que estás trabajando.
Nos besamos en las mejillas. Claire con sonrisa bobalicona me dice
- Oye ¿ dónde los encuentras? Wow !!! tendrás que darme la fórmula
- Claire, es sólo un amigo. Nos conocemos desde el instituto. Es el hermano de mi mejor amiga. Yo ya tengo mi corazón ocupado
- Ya, ya. Ya lo veo... Tu novio es guapísimo
- Si lo es, Claire, si que lo es. Ahora me subo que Jack la tiene enfilada conmigo. Hasta luego
- Adiós, Ana
Cuando faltan unos minutos para salir, recibo la llamada de Christian
-Hola nena. Estoy abajo esperándote e impaciente por verte
-Estoy recogiendo, enseguida bajo. Yo también querido mandón
Cojo el bolso y la chaqueta y me despido de Jack
- Hasta mañana Jack
- Hasta mañana Ana
Por una vez, Jack ha sido amable, y yo me congratulo por ello. Mejor así, pienso
Taylor está como siempre con la puerta abierta aguardando mi llegada. Doy un ligero beso a Christian y nos gastamos bromas mutuamente. Me entrega una lista con los horarios libres de Claude, y noto que él está de buen humor
- Bien, nena. Vayamos a buscar a tu amigo
Estamos frente a la puerta del apartamento. Christian recibe una llamada por la BlackBerry. Yo aguardo unos instantes, pero observo que la conversación se alarga. No deseo interrumpirle y le digo a Taylor que me adelanto. Pulso el portero automático y digo
-Ethan soy yo. Ábreme, por favor
Se oye el chasquido de la apertura y voy hacia el portal. Al llegar al piso, observo que la puerta está abierta
- Ethan ¿ dónde estás?- pregunto intrigada
Entro en el salón y ante mi está la imagen de Leila, tal cuál se presento la primera vez, y tal cuál la vi en el dormitorio de Christian. Me apunta con una pistola, y yo me quedo sin sangre. Mi cabeza comienza a pensar a velocidad de vértigo, y lo primero es Ethan ¿ dónde está, por qué no está aquí, estará herido? ¡ Oh Dios mío ! Trago saliva, inspiro aire en mis pulmones, y procuro conservar la calma. Con la voz más amable que tengo me dirijo a ella
- ¿ Te llamas Leila?
- Ella asiente con la cabeza sin pronunciar palabra
- Leila ¿ dónde está mi amigo?
Leila me mira con los ojos muy abiertos, pero no me responde. Yo le repito la pregunta, y al cabo de unos instantes vuelve a repetirme lo que me dijo el primer día
- ¿ Qué tienes tu que yo no tenga?
Voy tranquilizándome un poco porque pienso que si hubiera querido herirme, ya me hubiera disparado. Pero mi preocupación es Ethan y ¿dónde se encuentra? ¿estará herido, o m...? No me atrevo a terminar la palabra, e insisto en mi pregunta
- Leila ¿ qué quieres, dónde está mi amigo ?
- Sola, sola- es todo lo que repite
En cuestión de segundos, la escena cambia radicalmente. Se abre la puerta bruscamente y un lívido Christian, seguido por Taylor entran como una tromba en el salón. Cuando Leila ve la imagen de Christian, se le ilumina la cara.
Un descompuesto Christian, ordena a Leila que deje el revólver en el suelo. Ella dócilmente lo hace, y a un tiempo ordena a Taylor que me saque de allí
- Leila ¿ qué quieres, dónde está mi amigo ?
- Sola, sola- es todo lo que repite
En cuestión de segundos, la escena cambia radicalmente. Se abre la puerta bruscamente y un lívido Christian, seguido por Taylor entran como una tromba en el salón. Cuando Leila ve la imagen de Christian, se le ilumina la cara.
Un descompuesto Christian, ordena a Leila que deje el revólver en el suelo. Ella dócilmente lo hace, y a un tiempo ordena a Taylor que me saque de allí
- No Christian, no voy a dejarte con ella- le digo a punto de desmayarme, pero no lo hago
- Taylor, por favor. Llévatela
- Christian te he dicho que no me voy
- Aunque sea por una vez, Ana, sólo por una vez, puedes hacer caso de lo que te digo. Sal de una puta vez- y su voz es tan tajante, que Taylor me toma del brazo y me lleva hacia la puerta.
Sin atreverme a decir nada, le digo a Taylor que en algún sitio estará Ethan, y él afectuosamente me dice:
- Está abajo, señorita Steele. Está a salvo. Se entretuvo con un amigo, y por eso subimos inmediatamente, porque si él tenía las llaves ¿ quién la había abierto? A pesar de que yo personalmente revisé el apartamento esta mañana, y estaba vacío. Perdone Ana, se ve que se mueve libremente por donde quiere. Puedo asegurarla que no había nadie.
- No te preocupes, Taylor. Sé que lo has hecho bien, pero es imprevisible por lo que veo. Pero Christian...
No puedo evitar que los ojos se llenen de lágrimas. A ellos vuelven las imágenes de lo que acabo de ver en el apartamento. De nuevo la visión de Christian mirando fijamente la cara de Leila, con una de sus manos sobre la cabeza de la chica, y ella arrodillada a sus pies. No hablaban, sólo se miraban, pero en su mirada había una comunicación especial, que a mi me puso el vello de punta. Se comunicaban de una forma que yo no podía hacer. Sus miradas están clavadas una en la otra. Leila sonríe dulcemente y a pesar de su falta de higiene, recobra parte de la belleza que hasta hace unos minutos no reflejaba en su juvenil cara. ¿ Qué conservaba Christian de ella todavía? No hacía falta ser muy listo para observar que él la trataba con dulzura y se preocupaba La levanta del suelo, la toma del brazo y, ambos, se introducen en el cuarto de baño.
Yo estoy desconsolada. Tengo una punzada clavada en mi pecho y un dolor profundo atenaza mi garganta. Me ha echado de mi propia casa por protegerla a ella y ahora ...¿ qué va hacer ?
Al salir a la calle, me refugio en los brazos de Ethan y rompo a llorar bajo la mirada entrañable de Taylor
- ¿ Qué es lo que sucede, Ana, qué ha ocurrido allí arriba?- me pregunta alarmado al ver mi estado, sin comprender nada
- Ethan, Christian está allí solo, con una ex que está desequilibrada, persiguiéndole... y tiene una pistola. Y no ha querido que me quedara con él, y la protege. La protege y a mi me echa
- Ana, cálmate. Creo que necesitamos algo fuerte. Ven...
Ethan localiza una cafetería enfrente del apartamento y después de decírselo Taylor, me pasa el brazo por los hombros y cruzamos la calle. Nos situamos en una ventana para poder seguir los acontecimientos que estén ocurriendo en aquella casa. No vemos ningún movimiento extraño y Taylor permanece delante del coche mirando al interior del edificio y comprobando que yo estoy bien.
Pasa un rato largo, larguísimo, no podría precisar. Tomamos tres cervezas. Yo no paro de llorar y pido a Ethan una copa de brandy. Necesito algo fuerte. Entonces me doy cuenta de que mi bolso está en el Audi de Christian "No hay problema te invito yo", me dice sonriendo.
Observamos que llega un coche grande, negro y se para delante del portal. De él bajan una señorita con un especie de uniforme y un hombre alto con traje oscuro, cuyo rostro me es familiar, pero que en eso momento no identifico. A paso ligero se introducen en la casa y al cabo de unos momentos salen de nuevo, pero esta vez seguidos por Christian que abraza a Leila, abrigada con una manta. Se introducen en el coche grande negro y parten a toda velocidad. Taylor viene hacia nosotros, concretamente hacia mi
- Señorita Steele, el señor Grey me ha dado orden de que la lleve a casa.
- Taylor no te preocupes, estoy en buenas manos y lo que menos me apetece es ir allí ahora. Las órdenes han sido para ti, y las has cumplido, pero yo no lo voy hacer. Iré caminando, además ya no está el peligro de Leila. Gracias Taylor, puedes irte.
Taylor se va, y nosotros despacio, y en silencio caminamos sin rumbo fijo. Ethan no pregunta, espera pacientemente a que me calme. Nos sentamos en un banco de un parque que encontramos en nuestro camino. Yo sigo llorando, dando salida a la tensión vivida y a la tristeza que me embarga por lo que he visto entre Christian y Leila. Al fin pronuncia unas dulces y suaves palabras que a mi me saben a consuelo
- Una relación problemática ¿ eh Steele?
- Si Ethan complicada. Ahora no puedo hablar de ella.
- Claro, nena. Tranquilízate.
Me besa en el pelo, mientras su brazo sigue encima de mi hombro. Necesito sentir calor humano. Estoy totalmente derrumbada por la actitud de Christian que no comprendo, y reclino mi cabeza en el hombro de mi amigo, y poco a poco mi llanto va disminuyendo. Quizás transcurrieron dos o tres horas, o unos minutos, no sé. Parecía que el tiempo se había congelado en esas imágenes.
- Ethan he de ir a casa. Necesito saber algo de lo que ha pasado.
- Está bien , Ana, cuando quieras. Yo te llevo
Y de nuevo lentamente nos dirigimos al Escala.
- Nos vemos ¿ verdad, nena?
- Claro- le respondo
- Cuídate. Hasta pronto
- Hasta pronto Ethan. Te llamo uno de estos días.
Entro en el ascensor seguida por la mirada preocupada de Ethan y subo hasta la casa de Christian. Al llegar al vestíbulo, abro la puerta y le veo alterado hablando por teléfono . De pronto me mira y comunica a quién habla
- Está aquí, está aquí
Deduzco que al no estar Taylor por allí, es a él a quién ha transmitido mi regreso
Yo a penas puedo mantenerme en pie. Los nervios, la tensión, y el que no he comido en todo el día, hacen que me derrumbe .
- ¿ Dónde has estado ? Dije que te trajeran aquí directamente- un exasperado Christian me regaña
-No quise venir aquí. Tenía ganas de que me diera el aire. No me sentía con fuerzas... después de que me echaras de mi casa
- ¿ Has bebido?
- Si lo he hecho. Necesitaba... Déjame Christian, ahora no quiero hablar ¿ Dónde está Leila?
- Internada en un psiquiátrico en Fremont
Hasta ese momento se ha mantenido algo alejado de mi. Se pone delante y me pregunta
- ¿ Qué pasa, Ana ?
Yo siento que el llanto vuelve de nuevo a mis ojos, y que mis esfuerzos por acallarlo son inútiles. Por fin puedo pronunciar alguna palabra serenamente
-No te sirvo, Christian. No soy buena para ti
- ¿ Qué estás diciendo? Tú eres lo que yo necesito
- Cállate, cállate, por favor. Os he visto, a los dos, esta tarde y se que os une algo muy especial que yo no tengo. Tu la necesitas a ella, porque te puede dar lo que solicitas, y yo no
- ¿Quieres decir que vas a marcharte?- me lo dice con desesperación
- No lo sé, Christian. Lo he tenido claro hasta que os he visto esta tarde. Ahora necesito tiempo, y en este momento mi cabeza no puede coordinar lo que hacer
- No tengo nada con ella. Se trata de una persona enferma que necesita ayuda y se la di. Nada más, no hay más. Por favor, no te vayas, no me dejes...¿ Por qué me estás haciendo esto? Lo ocurrido no tiene nada que ver contigo, es su historia, quizá nuestra historia, de ella y mía. Pero no hay nada. Tu eres todo para mi, fuera de ti no existe nada
- Pero yo lo he visto. Estaba allí ¿ recuerdas? Había una química especial entre vosotros, algo que se palpaba en el ambiente
- Lo tienes decidido ¿ verdad? vas a marcharte, me dejas... Por favor Ana, no lo hagas.
Estaba totalmente derrotado, suplicándome que no me fuera. Parecía haber envejecido en minutos. Se arrodilla ante mi y observo que sus hermosos ojos grises, se llenan de lágrimas, y no se si me produce más dolor verle llorar o suplicándome que no le deje. Es una escena tremenda, dolorosa. Ese hombre capaz de manejar cualquier situación por peligrosa que sea, con éxito en los negocios, inmensamente rico... está perdido y desamparado ante la posibilidad de que le abandone.
La escena es demasiado fuerte para mí. Todo lo ganado hace apenas unas horas, se había ido al traste, lo había perdido nuevamente. Había vuelto el Christian sumiso, el de la señora Robinson, y esa visión me hacía un daño difícilmente soportable.
No, no, no. Christian, levántate, por favor, no lo hagas, me haces daño con esta actitud, por favor. Pero él parece no escuchar y permanece con sus ojos clavados en mi, suplicando que permanezca con él, que no desea hundirse de nuevo en ese mundo que trataba dejar atrás. No sé qué hacer para que me escuche, y sólo se me ocurre arrodillarme junto a él. Me es insoportable pensar que le estoy convirtiendo en un sumiso de nuevo. No sé qué argumento darle para reaccionar..., y no lo hace
- Christian, por favor. Háblame, dime algo. Yo no quiero esto, me estás haciendo mucho daño. Yo no te merezco y no entiendo porqué te has fijado en mi. Seguro que las chicas que frecuentabas eran infinitamente más bonitas que yo, y podían darte lo que yo no puedo. Tenía que irme a mi casa esta noche, ý pensé hacerlo, porque tenía que procesar todo lo que he visto esta tarde. No me das tiempo para pensar y tengo que hacerlo, Christian, tengo que hacerlo y no me dejas. Ahora me estás haciendo muchísimo daño. No llores, por favor, levántate del suelo. No quiero que seas mi sumiso, ni de mi, ni de nadie, por favor, por favor.
El llanto incontenible corre por mis mejillas, y acerco mi cara a la suya, y jugueteo con su nariz, y le beso en su cara húmeda por las lágrimas y acaricio su pelo, mientras permanece con sus ojos clavados en mi, expectantes, con miedo
El llanto incontenible corre por mis mejillas, y acerco mi cara a la suya, y jugueteo con su nariz, y le beso en su cara húmeda por las lágrimas y acaricio su pelo, mientras permanece con sus ojos clavados en mi, expectantes, con miedo
- Tenía tanto miedo... Cuando vi llegar a Ethan inmediatamente me di cuenta de que alguien estaba en el apartamento y sentí un miedo atroz. Subimos las escaleras dando zancadas y cuando os vi..., , a ti tratando de que te hablara y a ella apuntándote con la pistola. Sentí terror, por ti Ana. Estaba aterrorizado de que fuera a dispararte. Entonces volví a lo que ella y yo vivimos. Sabía que era la única forma de dominarla para ahuyentar el peligro de ti, Ana. Nada me importaba que fuera yo su blanco, pero no tú. No podría soportarlo y hubiera sido por culpa mía.
Ella también regresó a aquellos días. Estaba enferma, sucia, descuidada... y recordé que era una joven preciosa, alegre y feliz a nuestra manera, y quise darle mi ayuda. Se la di como se la hubiera dado a cualquier otra persona. La llevé al baño, la bañé, la atendí como a un bebé. La puse tu ropa y dócilmente la pudimos conducir hasta el hospital. Flynn me ayudó. Confío y deseo que se restablezca. No siento amor por ella, Ana, siento tristeza y lástima y procuraré ayudarla en todo lo que necesite. Mi amor lo tienes tú. Haré lo que me digas, lo que desees por ser feliz, y si te marchas te prometo que no volveré atrás, por ti, por lo que has luchado por mi, pero mi vida no me importará en absoluto, porque tú eres mi vida. Y sé que te he perdido, Ana, te he perdido.
Christian me mira buscando la reacción que pueda tener. Yo me muero de la angustia por lo que acaba de relatarme
- Christian, te he dicho muchas veces que nunca te dejaría. Pero también debes comprender que me es muy difícil asumir todo... Te imagino bañando a Leila, enjabonándola desnuda como haces conmigo y... me duele, Christian, me duele.
Porque yo te he entregado todo de mi y tu a veces me haces sentir mal porque no se exactamente cuales son tus sentimientos respecto a mi. Yo te quiero, te quiero desesperadamente, y será así mientras viva, pero necesito tener la misma seguridad respecto a ti.
- Tu eres mi tabla de salvación, Ana.
Me mira intensamente me coge una mano y me la pone en su pecho. Noto como sus músculos se tensan y jadea como si le faltará el aire.
- Tu eres mi tabla de salvación, Ana.
Me mira intensamente me coge una mano y me la pone en su pecho. Noto como sus músculos se tensan y jadea como si le faltará el aire.
- No tengo que hacer esto, Christian
- Si, Ana, hazlo. Lo necesito
Desabrocho su camisa lentamente y dejo al descubierto su torso. Deposito mi mano en él, mientras aguanta la respiración, pero no se retira. Le miro como pidiéndole permiso y el mueve afirmativamente la cabeza. Le beso en el lugar del corazón, y él exhala como un suspiro. Continúo haciéndole caricias por el pecho, por la zona prohibida. Está crispado, con las mandíbulas tensas, y yo retiro la mano. No quiero hacerle sufrir, pero él me la retiene y me dice
- No, no la retires. Lo necesito. Déjala ahí. ¡ Ana !
Pronuncia mi nombre con infinita tristeza y desesperanza.
- Creo haberte explicado sobre mi sadismo. Cuando me lo preguntaste te dije que no, que era un Amo. No te mentí a propósito. Cuando te conocí desee con todas mis fuerzas convertirte en mi sumisa, en la única y preferida, pero... Todo cambió: tu actitud, mis sentimientos... y me olvidé de contratos, de normas, de todo. Sólo quería estar contigo y que fueras mia en cualquier forma que desearas serlo. Tú me fuiste cambiando y enseñándome que la vida es otra cosa y poco a poco dejé de necesitar lo que para mí había sido mi existir.
Pero tampoco olvido porqué os elegí a todas con los mismos rasgos: jóvenes, bonitas, con cabello oscuro y largo... Hasta entonces no lo sabía y fue una dolorosa revelación. Os parecíais a mi madre biológica y un impulso irrefrenable hacía que las pegara cruelmente con un cinturón, como lo hice contigo con saña, por venganza de lo ocurrido en mi niñez. Lo pagaba con vosotras, lo pagué contigo que eres lo que más quiero, y cuando chillaste se me congeló la sangre de miedo, porque sabía que me abandonarías, como así hiciste. Y sentí un terror inhumano, y es el mismo que siento ahora porque me vas a dejar.
- Me preguntas¿ por qué me fijé en ti? Mi vida, por tu inocencia. Porque tus ojos miraban de frente tímidos, inocentes, con tu encantadora sonrisa juvenil. No me podía creer tenerte en mi casa y que fuera yo el que te robara la virginidad, el que fueras absolutamente mia. Nunca me había pasado algo así. Todas las sumisas habían perdido su virtud hacía tiempo, y no conmigo. Sin embargo tú... Desde el mismo instante en que te ví por primera vez, bendije al cielo porque hubieras sido tu la que me hiciera la entrevista y no Kate. Era un regalo que me hacía Dios, y poco a poco supe que no te deseaba como sumisa, sino compañera en mi vida... Pero eso nena, lo discubria cada día, cada vez que me despertaba y estabas a mi lado durmiendo. Y te miraba, y no me creía que fueras real. Deseé con todas mis fuerzas salir del tenebroso mundo en el que había vivido sólo por ti, porque no estuvieras temerosa con los castigos, porque pudiéramos tener una vida vainilla sin sobresaltos, sin dudas, sin malos recuerdos. Merecías cualquier sacrificio que pudiera hacer por ti. Porque te quiero, Ana, y sin ti no soy nada y todas las riquezas de las que me rodee, no tienen ningún significado, no valen absolutamente nada si tú no estás conmigo.
- Christian, estoy agotada ¿ Podemos seguir hablando mañana?
- ¿ No te vas? ¿ No me dejas?
- Christian, nunca he pensado dejarte. Sólo te pedía tiempo para pensar. Ahora conozco tu mundo, por qué se origino, y me has dicho que me quieres más que a nada. Y yo te quiero en la misma medida. No, no voy a dejarte nunca. ¿ es que no lo vas a entender?
- Después de darte aquella horrible paliza y ver que te ibas, comprendí de golpe que nada me compensaría de tu pérdida, que no podría tener satisfacción a costa de tu dolor. Porque quedé horrorizado al ver tu sufrimiento. No lo habías buscado, simplemente querías proporcionarme placer, pero no eres uno de los nuestros. Tu sufrimiento fue tan profundo que renuncié a ello en ese momento. Se que el camino no es fácil, pero estoy conociendo a tu lado muchas cosas por primera vez, y son infinitamente más satisfactorias que las otras. Ya he desnudado mi alma, ya sabes toda la depravación que llevo encima. Entenderé que quieras irte, porque es difícil de asimilar. Lo que desearía más que nada, es que te quedases
- Christian, Christian... te lo he dicho, no ve voy a ir. ¿Qué puedo hacer para que creas que no voy a salir corriendo, dime, qué?
- Me preguntas¿ por qué me fijé en ti? Mi vida, por tu inocencia. Porque tus ojos miraban de frente tímidos, inocentes, con tu encantadora sonrisa juvenil. No me podía creer tenerte en mi casa y que fuera yo el que te robara la virginidad, el que fueras absolutamente mia. Nunca me había pasado algo así. Todas las sumisas habían perdido su virtud hacía tiempo, y no conmigo. Sin embargo tú... Desde el mismo instante en que te ví por primera vez, bendije al cielo porque hubieras sido tu la que me hiciera la entrevista y no Kate. Era un regalo que me hacía Dios, y poco a poco supe que no te deseaba como sumisa, sino compañera en mi vida... Pero eso nena, lo discubria cada día, cada vez que me despertaba y estabas a mi lado durmiendo. Y te miraba, y no me creía que fueras real. Deseé con todas mis fuerzas salir del tenebroso mundo en el que había vivido sólo por ti, porque no estuvieras temerosa con los castigos, porque pudiéramos tener una vida vainilla sin sobresaltos, sin dudas, sin malos recuerdos. Merecías cualquier sacrificio que pudiera hacer por ti. Porque te quiero, Ana, y sin ti no soy nada y todas las riquezas de las que me rodee, no tienen ningún significado, no valen absolutamente nada si tú no estás conmigo.
- Christian, estoy agotada ¿ Podemos seguir hablando mañana?
- ¿ No te vas? ¿ No me dejas?
- Christian, nunca he pensado dejarte. Sólo te pedía tiempo para pensar. Ahora conozco tu mundo, por qué se origino, y me has dicho que me quieres más que a nada. Y yo te quiero en la misma medida. No, no voy a dejarte nunca. ¿ es que no lo vas a entender?
- Después de darte aquella horrible paliza y ver que te ibas, comprendí de golpe que nada me compensaría de tu pérdida, que no podría tener satisfacción a costa de tu dolor. Porque quedé horrorizado al ver tu sufrimiento. No lo habías buscado, simplemente querías proporcionarme placer, pero no eres uno de los nuestros. Tu sufrimiento fue tan profundo que renuncié a ello en ese momento. Se que el camino no es fácil, pero estoy conociendo a tu lado muchas cosas por primera vez, y son infinitamente más satisfactorias que las otras. Ya he desnudado mi alma, ya sabes toda la depravación que llevo encima. Entenderé que quieras irte, porque es difícil de asimilar. Lo que desearía más que nada, es que te quedases
- Christian, Christian... te lo he dicho, no ve voy a ir. ¿Qué puedo hacer para que creas que no voy a salir corriendo, dime, qué?
-Ana, cásate conmigo. Se mi esposa
- ¿ Qué ? ¿ Qué has dicho ?
- Cásate conmigo
De repente un ataque de risa hace que estire mis piernas, ya que aún estamos sentados en el suelo, y me revuelque histérica por el piso. A las estridentes risas acompañan unas lágrimas que ruedan incesantes por las mejillas. Cuando la histeria remite, miro a Christian que desolado por mi reacción, espera anhelante una respuesta. Una sonrisa aflora en sus labios y me pregunta
-¿ Se está riendo de mi señorita Steele?
- ¡ Ay, Christian ! eres de lo más oportuno
- Ana, eso me duele. ¿ Crees acaso que te lo he pedido en broma?
Me fijo en su mirada y él en la mia. Sube sus dedos hasta mi rostro y con la mayor ternura del mundo, borra las lágrimas que siguen saliendo de mis ojos
- ¿ Y, qué contestas?
- Siempre tan mandón señor Grey. Tengo que pensarlo, dame tiempo por favor
-¿Eso significa un no?- me pregunta preocupado
- Significa que lo pensaré. No es un si, ni tampoco un no. A propósito, -le digo- no ha sido una petición muy romántica señor Grey. Y ahora vamos a la cama, por favor. No puedo más con tantas emociones. ¿ Qué pasa con la gratificación en diferido?
-Ahora, Anastasia la prefiero Carpe diem
- Christian, ha sido un día para olvidar. Me has hecho unas revelaciones difíciles, te he visto con una de tus ex , me han echado de mi casa y me han pedido que me case . No he comido en todo el día, estoy hambrienta y agotada ¿ He descrito bien el panorama?
- Exacto, como siempre, nena. Tómate tu tiempo pero di que si.
Y me besa dulcemente, y a sus ojos vuelve el brillo y su rostro se ilumina
- Antes de ir a dormir, tienes que comer. Rebuscaré a ver que hay
- Christian no hay más que galletitas saladas
- Macarrones con queso ¿ te gustan los macarrones con queso? A mi me deleitan
- ¿ Tú, tan exquisito comiendo un menú infantil?
- Si. Grace me los hacía y yo me volvía loco
- Bien, pues comamos macarrones con queso.
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