Hemos terminado de cenar el exquisito menú, en la cubierta. La brisa marina es deliciosa. Degustando el postre, se me viene una idea a la memoria que desde hace tiempo deseo averiguar su significado
- Christian ¿ por qué siempre me trenzas el cabello cuando vamos hacer el amor?
- Nena, porque no quiero que se te enganche en ningún lado.
Automáticamente su gesto cambia. Se vuelve más concentrado y mira fijamente a la cucharilla sin introducirla en el postre. Pienso que es por algún recuerdo infantil. Me duele que esos recuerdos le alteren de tal manera, y decido cambiar de conversación. Espero a que el camarero retire los platos y le pregunto
- ¿ Por qué esta tarde... antes de..., bueno ya sabes..., me dijiste que no fuera al lavabo?
- ¿ Quieres saberlo?
- Si, claro- le respondo
- Nena, cuanto más llena tengas la vejiga, más intenso será el orgasmo
Carraspeo y miro hacia otro lado. A pesar de que sea mi marido y hayamos tenido vida en común desde hace tiempo, siempre me turba hablar de estos temas con él. Nunca intuyo lo que puede significar una determinada cosa. No tengo ninguna experiencia, y él la tiene toda.
- ¿ Qué quieres hacer esta noche ?- me dice mientras me coge la mano y acaricia los nudillos y yo bebo lentamente la copa de vino que aún conservo en la mesa
- No sé -, le respondo- lo que tú quieras
- Yo sé lo que quiero hacer. Ven conmigo
Apura el último sorbo de su copa, me toma de la mano y me conduce hasta el salón principal del yate. Busca en su iPad, y pone una música con ritmo latino. Me toma por la cintura y comenzamos a bailar. Es un magnífico bailarín, tiene ritmo . Yo le sigo y es como si yo también supiera bailar . Lo hace así de fácil. Pienso que quizá se acuerde de la señora Robinson, ya que fue ella quién le enseño , y he de reconocerlo hizo un buen trabajo. No la ha vuelto a mencionar y hasta mis oídos llegaron que su relación comercial, también había terminado.
Se sabe la letra de la canción y acompaña al cantante recitándola bajito a mi oído La canción me suena de haberla escuchado antes, pero no la identifico. Cuando se está acabando, la estrofa dice " echaré de menos tu amor", y Christian haciendo suya la letra me repite mirándome, envolviéndome, en esa mirada suya tan especial
- Yo haría más que echarte de menos - me repite al tiempo que deposita un beso cerca de mi oído.
Me inclina hacia atrás como final del baile, y al levantarme me besa fugazmente
- ¿ Quieres venir a la cama ? - me dice suavemente
-Si Christian, quiero irme contigo, siempre
Sé que es su forma de pedirme perdón, por el castigo dado y por la discusión mantenida a cuenta de los chupetones.
Me despierto cuando los rayos del sol me dan de pleno en la cara. paso mi brazo por el sitio de Christian y compruebo que no está. Levanto un poco la cabeza por si está sentado en algún rincón observándome dormir, como en otras muchas ocasiones. Recuerdo la sobremesa que tuvimos al acostarnos, dulce y amorosa, y pienso " es como vivir con dos hombres.
Uno cuyos castigos son catárticos y otro que te pide perdón con la mayor dulzura y sensualidad. No sé cuál de los dos me gusta más.
No está en la habitación. Me levanto y voy al baño. La puerta no está cerrada. Christian está afeitándose. No se enfada cuando le interrumpo, muy al contrario me sonríe abiertamente.
- Buenos días señora Grey ¿ ha dormido bien?
- Buenos días señor Grey. He dormido espléndidamente bien.
Está de muy buen humor y con sonrisa fácil. Yo me pongo a imitarle en su afeitado y hago los mismos gestos que él. Deja de afeitarse, se da la vuelta y me mira riendo. En la mano tiene la brocha llena de jabón y me da un brochazo en la nariz, manchándome
- ¡ Eh ! eso no es jugar limpio
- ¿ Ah no? - me dice riendo. ¿ Quieres que la use como en Londres?
- ¡ Christian ! - le digo escandalizada y me pongo roja de vergüenza- el rompe a reir
- Nena, estamos casados. Nada tuyo me es oculto. ¿ Por qué siempre te ruborizas ante mi ?
- No puedo evitarlo. Me lo repito mil veces " Hemos hecho de todo sexualmente, ¿ por qué me da vergüenza? " Te aseguro que no obtengo respuesta, pero lo de Londres, fue muy fuerte.
Yo quería complacerle en todo lo que me fuera posible. Recordé que una de las cláusulas del contrato era la depilación. Mientras él acudió a una reunión, yo me depilé. Cuando me vio se reía de mi sin parar. Por eso hizo mención a esa anécdota porque lo hice francamente mal. Y como se dice : fue peor el remedio que la enfermedad.
Brown´s Hotel ( Picadilly ) Londres
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Reimos los dos al recordarlo. Se burlaba de mi por la vergüenza que pasé, pero ahora ha llegado mi revancha.
- Christian, siéntate- le ordeno firme
-¿ Qué ocurre ahora ?- me dice divertido y perplejo
- Tú me afeitaste en Londres, ahora me toca a mi- y le quito la maquinilla de las manos
-Ana, cuidado. No tienes costumbre
- ¿ De veras señor Grey? - le beso y le echo la cabeza hacia atrás. Quédese quieto, no se mueva y luego me dice
Christian toma aire, pero no se mueve. De una pasada le afeito desde la garganta hasta la barbilla.
- ¿ Pensabas que iba hacerte daño?- le pregunto
- No, al menos con intención- me dice algo más tranquilo
Sigo con el afeitado, mientras él rodea mi cintura con sus brazos
- Bien, ya está, y no te he cortado nada en absoluto- le doy un beso en las mejillas y él me sienta en sus piernas
- ¿ Qué quieres hacer hoy?
- No se. Tomar el sol... ¿ no, verdad?
- No- dice muy serio reprimiendo la risa
- ¡ Claro como tengo el cuerpo lleno de chupetones que tú me has hecho, nada de tomar el sol, ni de ropa con escote, ni nada de nada... Así que lo que tú quieras
- Podíamos visitar algo curioso, típico de la zona- comenta
- Bien. Me apetece. Haremos eso- le digo.
- Hay un pueblecito que me han recomendado, incluso mis padres que lo visitaron cuando se casaron, que creo es muy bonito. Tiene bastantes galerías de arte, y pienso que podríamos visitarlo y si acaso nos gustase algún cuadro, o escultura, comprarlo para la casa nueva. Hay que ir en coche ¿ te apetece ?
- Yo no entiendo nada de arte, Christian, pero si tu quieres yo también quiero. ¿ Cómo se llama ese pueblo?
-Saint Paul de Vence y creo es precioso. Podemos pasear y si no encontramos nada que nos guste, pues no lo compramos. Es una bonita manera de pasar la mañana ¿ no te parece?
- Me parece estupendo. Vayamos.
Efectivamente Saint Paul es un pueblo precioso, con muchas cuestas como todos los lugares antiguos, pero muy bonito. Para mi, que nunca había salido de Estados Unidos, el contraste de la modernidad de América y la solera de estos lugares europeos, me dejan encantada.
Sus callejuelas son muy pintorescas y hay muchos turistas. Christian me rodea por la cintura y yo meto las manos en su bolsillo trasero del pantalón. Hay infinidad de boutiques de alto standing. Y efectivamente muchas galerías de arte. Vuelvo con la imaginación hacia la arquitecta amiga de Elliot, a la que hemos encargado los planos para la reforma de la casa nueva. No me es simpática, manosea mucho los brazos de mi marido cada vez que nos vemos. Ni a él ni a mi nos gusta, pero es violento llamarla la atención. Permanezco callada durante unos instantes, y Christian se da cuenta de que algo me preocupa
- ¿ Qué te pasa ?-me dice- ¿ No te gusta lo que vemos ?
- Si, si que me gusta. Es un lugar precioso
-¿ Entonces, cuál es el problema?
No puedo decirle que la arquitecta me cae mal, así que opto por otra excusa
- Es que tengo hambre-le digo
- Haberlo dicho antes. Ahora mismo buscamos un sitio para comer
Taylor y los gemelos nos siguen de cerca, aunque nosotros, al menos yo, no los detecto
Comemos en el reservado de un hotel de Saint Paul. Durante la sobremesa me sorprende con una pregunta que yo le había hecho anteriormente y había respondido con una evasiva
- Me preguntaste que porqué te hago la trenza cuando hacemos el amor. A la puta adicta al crack la peinaba, le gustaba que jugara con su cabello.
Me quedo sorprendida que me haga ahora esta confidencia. Le cojo las manos y se las beso, mientras le hago un comentario
- Christian, tu querías a tu madre biológica
De repente, se suelta de mi caricia, y su cara se torna seria. Se borra todo signo de sonrisa y baja la cabeza. ¡ Ay Dios mio !, he vuelto a meter la pata. Le he traído viejos recuerdos y ahora está pasando mal rato. Me disculpo
- Christian perdóname. No quería molestarte. Simplemente es una apreciación- pero él sigue con la cabeza baja y no pronuncia palabra. Yo me siento angustiada. Todo iba muy bien. No ha tenido pesadillas y le veía feliz. Y de nuevo...
Al cabo de un rato, se levanta y dice
- Vámonos- me toma de la mano y salimos del restaurante
Yo no protesto, no comento nada. Le sigo simplemente. El se para y mirándome me dice:
- ¿ Dónde quieres ir?
- Me alegro que todavía me hables. Lo siento, no quería molestarte
- Es que no quiero hablar de esas mierdas, es pasado y se acabó
Pero no se ha acabado. Me siento mal porque él sufre cada vez que recuerda algo. Pero estoy segura de que la quería, aunque no volveré a comentárselo. En una de las galerías de arte, compramos unos cuadros de hortalizas que pienso poner en la cocina de la casa nueva. Para calmar la tensión lo saco a colación y le comento el día en que nos pusimos a cocinar en mi apartamento y le mandé cortar unos pimientos y lo hacía muy lento. Por fin consigo arrancarle una sonrisa, y divertido me dice
- No lo hice muy mal del todo para ser la primera vez
- Muy despacio Christian, lo hiciste muy despacio- y suelta una carcajada. Doy gracias al cielo, de nuevo le tengo contento.
Miro hacia atrás y observo que los guardaespaldas gemelos nos siguen a cierta distancia. y seguimos viendo los escaparates de la calle. Se para ante una joyería y busca en su vitrina. Mira mi mano. En ella tengo una señal roja por las esposas. Me acaricia con el pulgar mientras examina la marca
- No te preocupes, no me molesta. No me duele. Mueve su brazo hacia atrás y saca del bolsillo mi mano que ahí permanece. Me mira y observa que la señal roja de esa mano, está tapada con un reloj Omega de platino que me compró en Londres. En esa mano no se ve la marca. Me enternezco con la dedicatoria que mandó grabar en él
" Anastasia, tu eres mi MAS. Mi amor, mi vida
Christian
A pesar de que algunas veces se comporta algo salvajemente, es un romántico empedernido. Observa mi muñeca y la besa, después me mira y pasa su dedo pulgar por mi labio. Seguro que si hubiéramos estado en casa, me hubiera besado apasionadamente, pero no le gusta dar esas muestras de afecto, nada más que cuando estamos solos. Me dijo en cierta ocasión " lo que hagamos en la intimidad, es cosa nuestra única y exclusivamente nuestra".
Me toma de la mano y me hace entrar en la joyería. En el escaparte ha visto una pulsera de platino, ancha, justo para tapar la señal.
-Póntela-me dice al tiempo que la abre
Es una pulsera exquisitamente labrada con algunos diamantes en forma de flores. Le ha costado una millonada, y yo estoy escandalizada. Nunca he llevado joyas, y menos unas tan costosas. Recuerdo lo que se ha gastado con los cuadros y ahora con esto, y me disgusta profundamente, aunque oculto mi contrariedad
Para que se quede tranquilo hago mover mi muñeca que con la luz del sol hace que se produzcan lucecitas de muchos colores debido a la talla de los diamantes
- ¿ Mejor ? No necesito esto Christian, no me duele. Y en unos días no se notará. De verdad no lo necesito
- Pero yo si- me replica
¿ Por qué me hace este regalo?, se siente culpable, ¿por qué ? Por el castigo, por lo de la trenza, por su enfado,¿ por qué ?
- Christian me has dado muchas cosas. Una luna de miel bellísima, con todos los lugares que he conocido. Y tú que te me entregas constantemente. He tenido mucha suerte, amor mío. Soy una chica afortunada de tenerte a mi lado- le digo mientras me abrazo a su cintura
- El afortunado soy yo, Anastasia
Me pongo de puntillas y le doy un beso, no por el regalo, sino por tenerle a él.
Vamos de regreso. En el coche se sienta Taylor como copiloto y Gastón ( uno de los gemelos) es el que conduce. Christian está como ausente. Mira por la ventanilla contemplando el paisaje de la campiña francesa, pero yo sé que algo le preocupa.. Se inclina y me coge de la pierna y la sube hasta las suyas. A continuación me dice que suba la otra. Las tiras de las sandalias, ocultan parte de las marcas de las esposas. Las acaricia lentamente con su dedo pulgar. Tiene un gesto de disgusto. Aprieta un botón situado en su puerta y una especie de mampara oscura divide la parte del conductor de la de atrás, de manera que quedamos aislados.
- Christian, no me duelen. No te preocupes. La marca queda oculta con la tira de la sandalia. ¿ Qué te ocurre ?
- Me siento incómodo. No me gusta que tengas marcas.
-Estas marcas no me molestan. Me las puedes hacer siempre que quieras, porque además fue alucinante
- ¿Alucinante ?
- Si, cariño, fue alucinante. Pero los chupetones, si es posible no vuelvas hacérmelos.
Comienza a acariciarme las piernas y yo me temo lo peor, pero recibe una llamada en la BlackBerry y de momento estoy a salvo
Las noticias no son buenas. Ha habido un incendio en la oficina de Christian, en el servidor. Hay cuantiosos daños, pero no irreparables. Nadie ha resultado herido. ´
Inmediatamente Christian se pone a dar órdenes, baja el cristal que nos incomunicaba, para que Taylor también esté informado.
- Es Barney-le dice
- Di a Andrea que se ponga en contacto conmigo. Quiero un informe de daños rápidamente. menos mal que el Argón nos ha salvado. Vale su peso en oro. ¡ Ah !, también quiero una relación y las cintas de las cámaras de seguridad de las personas que han entrado y salido desde hace cinco días. Mándame un informe y procura que esté aquí en dos horas. Gracias por avisar
El gran ejecutivo se ha puesto al mando y retoma con brío todas las medidas pertinentes. Toma de nuevo la BlackBerry y marca el número de Welch. Sigue dando órdenes, precisas, concretas y eficientes. En una hora tendrá un primer informe y la extensión de los daños en los datos del servidor. Cuelga y le dice al chófer.
- Tengo que estar en el barco dentro de una hora
- ¿ Han habido heridos ?- le pregunto
-No, sólo daños materiales y gracias a Dios son mínimos
- ¿ Y cómo es posible?
- Tenemos medidas muy sofisticadas y un servicio automático contra incendios. No te preocupes, mi equipo ya se ha puesto a trabajar. No te preocupes, nena- hace una pausa y continúa- No descartamos que no haya sido un accidente
- ¿ Quieres decir que, puede ser un sabotaje? ¡ Oh Dios mío ! primero el Charlie Tango, y ahora esto. ¿ Qué más puede ocurrir?
Hotel de Saint Paul de Vence |
Saint Paul de Vence |
Saint Paul de Vence |
Saint Paul de Vence |
Saint Paul de Vence |
Me encanta y tambien los actores q han escogido son los unicos de los llamados q tienen el perfil de anastasia y de christian y realmente no veo la hora de q saquen la pelicula para ver si cumple mis expectativas, espero no defrauden a los seguidores de 50 sombras ya q he leido en 3 veces cada libro.
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