And the Oscar goes to....
Asistir a una ceremonia de los premios OSCAR es un sueño,"a priori" inalcanzable, para todos aquellos que amamos el cine. Por fortuna, gracias a mi trabajo, he podido acudir y presenciar más de una de estas galas que, sin lugar a dudas, son -por un lado- el mejor reclamo para los diseñadores y, por otro,el mayor exponente creativo y de talento para los protagonistas de la gran pantalla..
Esta 85 edición de los premios más valorados en la industria del cine ha sido, como poco, sorprendente y tal vez un poco desconcertante por algunas impensables presencias e injustas ausencias. Que los académicos "se olvidaran" de nominar a Ben Affleck como mejor director es algo que no ha pasado desapercibido y que ha provocado cierto estupor en el ambiente, habida cuenta que el actor lleva meses llevándose, como director, todos los premios a los que ha aspirado. En esta edición ha sido "el vengador",alzándose con el galardón a la mejor película por ARGO, dejando a Ang Lee sin ese galardón aunque recompensándole - gracias a su ausencia- con el de mejor director por LA VIDA DE PI, una de las ganadoras de la noche.
Este año, las recompensas a los trabajos bien hechos, estuvieron muy repartidas. A los ya "cantados" reconocimientos a Daniel Day Lewis por LINCOLN y Anne Hathaway por LOS MISERABLES, se sumaron el Oscar al mejor actor de reparto a Christoph Waltz (no por inesperado menos merecido) y el de mejor actriz a Jennifer Lawernce, que lució un Dior blanco palabra de honor, con el que debió "darles la noche" -a sus compañeros de butaca- por la ampulosidad de su falda que le hizo protagonizar, además, un inoportuno traspiés al subir las escaleras del escenario.
La alfombra roja fue, en mi opinión, mucho más austera que en ediciones anteriores. Prevalecieron el negro (Sandra Bullock, Salma Hayek, Nicole Kidman) y el blanco (lucido por una espectacular Charlize Theron, que cada día se posiciona mejor como "auténtica mujer bandera"). Los colores los pusieron en rojo Jennifer Aniston, azúl grisáceo Naomi Watts, maquillaje Jessica Chestain, dorado Catherine Zeta Jones y amarillo Jane Fonda.
La gran sorpresa de la noche fue la aparición de la Primera Dama, Michelle Obama quien, desde la Casa Blanca, presentó el Oscar a la mejor película, que se fue directamente a las manos de Ben Affleck y George Clooney, director y productor de la cinta. Colofón estelar para una gala muy musical (Barbra Streissand, Adele, Los Miserables, Catherine Zeta Jones....), que dejó la política para las películas y el espectáculo para el escenario..
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