El Cine

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jueves, 5 de septiembre de 2013

CHRISTIAN GREY Y ANASTASIA 7 (1996celta ) / ENFADOS Y RECONCILIACIONES

(Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey)

 




Sigo muy enfadada con Christian y por mucho que él haga, no consigue mejorar mi estado de ánimo

- Ana, no quiero que estemos enfadados. Creía que todo había sido aclarado, pero veo que no, que estamos igual que esta mañana
- Es que no te das cuenta. Nunca tienes en consideración mis opiniones, nunca me preguntas lo que pienso. Entras en acción y ya está. No quiero dirigir la editorial, no estoy capacitada para ello. Seguro que te habrá costado un dineral, y todo ¿ para qué ?
- Prometí ante la familia, los amigos y el reverendo, que cumpliría e impulsaría tus proyectos. Esto es tu sueño, lo que siempre has deseado y quiero complacerte
- No entiendo de finanzas y quizá tenga que dejar el trabajo
- ¿ Y qué harías?
- No lo sé... igual va a la bancarrota... ¿ Por qué no la vendes?
- ¿ Ahora, con la crisis?.  No te preocupes, está todo previsto.  No fracasará, no mientras tu trabajes en ella
- Uggg, Christian. Eres un tren que me arrolla, y no puedo seguirte . Eres un imbécil, petulante
-¿Soy petulante?- me dice con guasa-  Dentro de un rato estará aquí la arquitecta. Vamos a cenar...   No quiero estar enfadado contigo, nena. No me gusta, lo paso mal.
- Deberíamos hablarlo con más calma. Luego seguimos. No creas que voy a olvidarlo- le digo alterada.



¡ Y ya está ! ha terminado nuestro cambio de opiniones.

La señora Jones nos ha preparado fettuccini. Yo a penas pruebo bocado, estoy disgustada con Christian y además viene Gia Matteo, la super guapa, super inteligente y super...  Y paro mi imaginación,  ideando adjetivos para la arquitecta.

A la hora puntual, Taylor nos anuncia su llegada

- ¡ Christian...-da su mano,  primero a él- ¡ Ana , estás guapísima ! Os veo espléndidos
- Gracias Gia- responde Christian

Inmediatamente entra en materia.  Está incómodo y desea terminar cuanto antes. Mientras él extiende los planos sobre la mesa yo hago las veces de perfecta anfitriona y la pregunto si desea tomar algo.

- Gracias vino seco, si tenéis.- me contesta
- ¿ Y tú, Christian?
- Lo mismo. Gracias nena

Me dirijo para elegir el vino, del que no estoy muy segura si es el  que me ha solicitado. No entiendo nada, siempre es Christian quien lo sirve, pero no deseo quedar en evidencia y elijo el que yo creo sea acertado.

 Observo que se toma muchas confianzas  con mi marido y eso no me gusta ¡ será zo...! Le toquetea los brazos con mucha familiaridad, y sé que Christian se tensa aunque no lo dé a demostrar. Sus mandíbulas se contraen " no le toques bruja, no quiere que le toquen".    Pienso si también Christian tuvo algo que ver con ella. Los celos me corroen haciendo causa común con mi enojo.


Gia Matteo (arquitecta)




- Nena, tenemos sed- me mira Christian y esa frase me suena a " date prisa, me está molestando"

Me reúno con ellos y  ofrezco la copa a Gia poniéndome en medio, de forma que el contacto con él se rompe.  Christian me toma por la cintura y me da un ligero apretón como agradeciendo mi ayuda.  Verdaderamente se siente molesto.  Yo meto mi mano en el bolsillo trasero de su pantalón y le doy un pellizco en el pompis.  Esto hace que sonría.

Taylor entra en el salón y solicita la atención de Christian en su estudio. Hay algo urgente que solucionar.

Gia se siente molesta ante mi, está nerviosa, pues sin duda se ha dado cuenta de la maniobra para poner distancia con Christian. Me asalta la duda de que haya tenido un flirt con los dos hermanos.  Decido seguir la estrategia de Christian y que he aprendido muy bien de él.  Afronto la situación por sorpresa.  Lo que menos se espera es que yo tome la iniciativa

- Gia, te noto nerviosa... y haces bien en estarlo, porque si no dejas de acosar a mi marido, el trabajo, este trabajo de MI casa, se irá al traste. Si permaneces al margen, como corresponde, únicamente como arquitecta,  todo seguirá adelante, de lo contrario, ya lo sabes prescindiremos de ti. Y no creo que a tu estudio le convenga perder un trabajo como este que tanto renombre te daría.

Se muestra sorprendida y sus nervios la traicionan

- Ana... yo nunca... No ignoro que Christian te ama... no se me ocurriría flirtear con él. ¡ Cómo puedes pensar eso!
- Pues mira si no es así, me alegro enormemente, porque me gusta tu trabajo. Por cierto tenemos que discutir algunas cosas referente al porche, y deseo saber los materiales a emplear . Quiero que sean altamente ecológicos. Una vez hayas rectificado lo que queremos, podemos volver a vernos para ver el resultado que hayas ideado.
- Me parece bien Anastasia

¡ Vaya... antes Ana, ahora Anastasia ! Bien, que sepa donde está su lugar.



  Christian hace su entrada de nuevo y la comento las rectificaciones que deseo hacer referente a su diseño del porche. No quiero un cambio tan radical , sino hacerlo de forma que quede integrado en la estructura de la casa. Nos da unas ideas que aceptamos y discutimos sobre el diseño de los dormitorios. Una vez todo aclarado, quedamos para una próxima reunión con los cambios realizados

  Gia aprovecha para despedirse rápidamente. Se le nota que está incómoda y desea irse a toda prisa

- Señor y señora Grey, en cuanto tenga listas las rectificaciones, les avisaré para entrevistarnos de nuevo, y si son satisfactorias comenzar las reformas cuanto antes. Me alegro de haberles visto. Hasta pronto

Christian y yo estrechamos su mano. El,  perplejo,  me dice

-¿ Qué es lo que ha pasado en mi ausencia? Ha cambiado radicalmente el tratamiento...
¿ Le has dicho algo ?
- Humm...
-¿ Le has dicho algo? - me repite
- Si- le contesto agriamente- No me gusta que la gente se tome confianzas, y la he puesto en su lugar. ¿ Puedo preguntarte algo?
- Ya sabes que si, dime
- ¿ Has tenido algún lio con esta mujer?
- ¿ Estás celosa?   Ana no debes estarlo, es una depredadora sexual, no me interesa en absoluto... Yo no estoy interesado por ninguna otra mujer que no seas tu, te lo he dicho miles de veces. No creo haberte dado motivos para que sientas celos. Sólo existes tú, siempre existirás tú. ¿ Cómo has podido pensar otra cosa?


- Christian, no me ha gustado que te toqueteara los brazos, es demasiada confianza. Tu eres mi marido, eres mío. Solamente puse las cosas en su sitio. Ahora ya sabe a qué atenerse. Además ... sé que me he comportado como una tonta,  Nunca me has dado motivos, pero es tan guapa, tan bien arreglada y tan insolente con los botones de su blusa desabrochados, luciendo escote, sobretodo al agacharse... ¿ Qué quieres que sienta?  Han pasado muchas cosas en  poco tiempo, y hoy, ahora esta mujer. Estoy sobrepasada
- ¡Pero si tu eres una preciosidad de criatura! ¡ Estoy loco por ti ! ¡ Eres inteligente !
- Lo sé, lo sé. Christian tengo que adaptarme a esta nueva posición. Siempre vas por delante: el empleo, por ejemplo... y ahora piensas darme la editorial...  tienes que darme tiempo... Caminar antes que correr ¿ recuerdas?  Sólo te pido eso
- ¿ Sientes que te arrollo? Sólo quiero darte todo cuanto ambiciones, cuidarte y protegerte. Que te sientas segura a mi lado y ponerte el mundo a tus pies
- Pero tienes que hablar las cosas conmigo. Por ejemplo lo de tu apellido ¿ por qué no me dijiste lo importante que era para ti?
-¿ Por qué no me lo dijiste tú?- me dice reprochándome
-Lo pensé durante nuestra luna de miel, pero era todo tan fantástico que no quería se estropeara. Después todo lo ocurrido, me ha desbordado y se me olvidó. Contéstame  ¿por qué es tan importante para ti? Yo solo quiero usar el mío en el trabajo
- Al comprobar que seguías siendo Steele, me entro pánico
- ¿ Por qué te entró pánico?
- No quiero que te me escapes entre los dedos. No quiero perderte


- Christian, no vas a perderme. No voy a ir a ninguna parte. Te lo repito constantemente eres lo más importante para mi " te quiero más que al espacio, a la luz y a la libertad"
-¿ Cómo una hija?- me dice
- No Christian, es la única cita que se me ha ocurrido
-¿ El rey Lear?
- El muy amado rey Lear, si

Acaricio su rostro serio por la conversación. Es como un niño perdido que no conoce muchas de las preguntas y el que no aguarda las respuestas. Siento que el malhumor se va desvaneciendo, al menos no tan intenso como lo sentía hace un rato. No sé cómo explicarle lo que siento, para que lo entienda. Entonces le pongo un ejemplo

- ¿ Te cambiarías el apellido Grey por Steele?

El se queda silencioso, sin saber porqué se lo pregunto

- ¿ Y por qué haría eso?
- Porque eres mío
-¿ De verdad soy tuyo?
- Si Christian eres mío, eres mi marido- se queda pensando y me responde
- Si fuera importante para ti, si lo haría.  No lo dudaría ni un momento.

Quiero darle la seguridad de que no va a perderme, y al mismo tiempo siento una inmensa ternura por el amor incondicional que siente por mi. Decido, de una vez, zanjar este asunto y le respondo

-Está bien, si es algo importante para ti, me lo cambiaré
- Creí que esta mañana ya lo habíamos solucionado
- A medias, Christian. Lo de esta mañana fue una cesión, pero ahora hemos hablado, me has expuesto tus razones, y yo las acepto.





Su humor, su semblante,  cambia radicalmente. Ahora tiene una amplia sonrisa y respira tranquilo. Me toma en brazos y comienza a dar vueltas conmigo riendo como un crio

- ¿ Sabe lo que esto significa señora Grey? Pues que será infinitamente más duro que el de ayer. Me ha hecho una promesa y ha de cumplirla. Pero ahora tenemos una cosa importante que hacer: tiene que cortarme el pelo, y después ...
-¡ Yo no puedo cortarte el pelo!
- ¡ Claro que puedes! Mi mujer me ha dicho que lo llevo largo, y has de cortármelo
- Bueno-, le digo riendo-. Creo que la señora Jones tiene unos tazones...
- Si no te atreves, llamaré a Franco
- No a Franco no. Trabaja  con la bruja.  Te lo cortaré yo.  En definitiva se lo he cortado a  Ray muchas veces y él nunca se quejó. Anda vamos

Le cojo de la mano y nos dirigimos al baño al tiempo que le ordeno que se siente en un banco

- Espera- me dice- He de quitarme la camisa

 
 


Desabrocha el primer botón y después me dice que continúe yo. Quita los gemelos de las mangas y me mira con los ojos más dulces que nunca he visto.  Recorro con la mirada su bien configurado rostro, su bien formada boca y sus increíbles ojos grises. Una sonrisa enmarca sus facciones, al tiempo que me dice

- Todo tuyo. Haz conmigo lo que quieras
-¿ De verdad quieres que lo haga ?
- Me gusta que me laves el pelo
- ¿ Nunca te lo han lavado?
-No, Ana. Quizá  mi madre, Grace,  pero desde muy pequeño he sido autosuficiente. Tenía que serlo, ya sabes el tema de mi madre biológica. 
- ¿ Y por qué  quieres que te lo lave yo?- le pregunto
-Eso hace que me sienta querido

De repente mi corazón se para y mi emoción empieza a nublar mis ojos. Le abrazo con todas mis fuerzas y le beso. El me envuelve entre sus brazos y permanecemos así durante un rato. Le he besado en el pecho, en las cicatrices y él no se ha opuesto, me ha dejado hacerlo y no se ha contraído.

-Bien, vamos a ello. Siéntate en el banco- le ordeno algo emocionada por el momento que hemos vivido

Acerca el banco hasta el lavabo.  Lo lleno con agua caliente y comienzo a masajearlo con el champú que compramos en Francia.  El cierra los ojos. Y en la proximidad,  me rodea la cintura con sus brazos.

- No se puede tocar al personal- le digo en broma y le arranco una sonrisa

 Inicio un masaje y el me pide que continúe. Comienzo a aclararle con agua templada. Le cae el agua en los ojos, y en broma y riendo me dice

- Oye, sé que soy un imbécil petulante, pero no me ahogues
- Mo me des ideas- le contesto

Yo rompo a reír, y él me acompaña.  Le pongo una toalla  e inicio el secado.  Me aproximo más y el me besa en el escote.  Parece mentira que hace unos momentos estuviéramos discutiendo, y ahora nos encontremos riendo y bromeando como si tal cosa.

 Rápidamente se levanta, me arrincona contra la pared y despliega el ritual de amor



- ¡ Oh Ana, mi Ana
- Christian. Nunca me voy a cansar de verte, de sentirte. Te quiero Christian. 
- Recuerda tu promesa. ¿ Donde quieres aquí o en la cama?
- Aquí Christian.
- Estás todo mojado y me estás empapando a mi
- Me encanta verte con la ropa mojada- me responde mientras me abraza

Me besa con pasión, y yo exclamo " al diablo el corte de pelo. Te lo haré luego "


 
 
 
 

Parte del salón de la televisión ( el sofá )
Seattle visto desde un ventanal de la casa de Grey

El comedor

 
VIDEO:

 http://www.youtube.com/watch?v=GJrMqFHQhQQ

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