Estoy despierta y contemplo la serenidad que Christian tiene en su rostro. Me duele el costado por la postura inmóvil durante toda la noche, y me molesta el brazo con la vía. Pero no importa, no voy a moverme. Descansa plácidamente y sé que si hago algún movimiento voy a despertarle, y él necesita dormir. Hemos tenido algún indicio de confesiones y arrepentimientos, pero lo que más me interesa es su encuentro con la señora Robinson. No quiso decirme nada, quería que descansara. He decidido no presionarle, y que cuando él quiera me relate lo que sea. No volveré a interrogarle, no le presionaré más.
La enfermera Nora entra en la habitación y se fija en la cantidad de ramos de flores que me han regalado
- ¡ Cuántas flores ! qué bonitas son-. Se detiene especialmente en una cesta de rosas blancas
- Esas son de mi marido, el resto de mi familia
- Se ve que la adoran, señora Grey- me responde-. A continuación se gira hacia mi y con cara de pocos amigos me riñe porque Christian está durmiendo conmigo
- Por favor, no haga ruido. Necesita dormir, lo ha pasado mal, y yo también he dormido mejor con él
- Pero la cama es para usted y no para él
- Por favor, por favor, déjele. No me molesta. Me siento muy segura con él cerca. No diga nada, por favor
Después de comprobar si tengo fiebre, de tomarme la tensión, etc. se marcha. Tiene que cambiar el turno. Yo me quedo mirando las rosas de Christian, son blancas, de un blanco inmaculado. Yo sé que ha elegido ese color y tiene un mensaje, que sólo yo comprendo. Mis Cincuenta está arrepentido y lo pasa mal, porque cuando ocurrió todo no me hablaba. Mi corazón se llena de ternura hacia aquél niño-hombre que a veces se siente perdido porque hay cosas que no puede controlar.
Christian está hablando en sueños. Sus palabras son ininteligibles, pero dice alguna en voz alta que yo no comprendo: " No me toques, no me toques. Sólo Ana". ¿ A qué se referirá?. Al cabo de un instante, para de hablar. Yo me acurruco nuevamente en su pecho y vuelvo a conciliar el sueño.
Cuando me despierto compruebo que él ya no está en mi cama ni tampoco en la habitación. Persiste el dolor de cabeza, pero ahora es más soportable. Unos suaves golpes y una voz conocida piden permiso para entrar
- ¿ Puedo pasar?
- Adelante Carrick
- ¿ Cómo te encuentras, pequeña?
- Bien, estoy bien. El dolor de cabeza ha disminuido y hemos descansado bien
- ¿ Hemos?
- Si- y sonrio- Sin la aprobación de la enfermera, Christian ha dormido conmigo. Y ha descansado toda la noche, y yo también
- ¿Habéis dormido los dos en esta cama? ¿ No te ha hecho daño?
- No, al contrario he descansado muy bien recostada en su pecho. Estos días en que hemos estado enfadados, le he echado mucho de menos
- ¿ Sabes que eres muy beneficiosa para él? Eres la única a quién hace caso. Dale un poco de tiempo, todo es nuevo para él, pero todo volverá a su ser.
- ¿ Cómo está Mia, Carrick?
Carrick |
Mia |
- Está muy enfadada por todo lo sucedido, pero está bien
- ¿ Está ingresada?
- No, no ha sido necesario, aunque aún no está limpia del todo. Está en casa bajo la supervisión de su madre, que la ata en corto. Yo quiero expresarte nuestro agradecimiento que será eterno. Siempre estaremos en deuda contigo. Has salvado a dos de mis hijos y nunca lo olvidaremos
- ¡ Oh Carrick ! por favor... Sois mi familia y Mia es la debilidad de Christian. No podía permanecer como si nada ocurriera
- Pero fuiste imprudente, y con ese salvaje pudimos tener una desgracia. Christian está enfadado contigo
- El siempre está enfadado conmigo
- ¿ De verdad? - me dice riendo- , pues eso es magnífico. Siento tener que irme, voy al Juzgado
Se levanta y deposita un beso en la frente
- Cuídate pequeña. Ahora tienes a alguien más por quién luchar. Estamos muy contentos por ser abuelos
Me ruborizo, y estrecho su mano con un suave apretón en señal de cariño. Me han emocionado sus palabras y echo al olvido su propuesta de acuerdo prematrimonial
Me incorporo despacio. Siento un ligero mareo que pasa enseguida. Decido asearme un poco. Me siento incómoda. Cuando me estoy cepillando el cabello entra Christian y al no hallarme en la cama, me llama, y en su voz hay un tono de alarma: Ana, Ana
-Estoy en el baño, ahora salgo-le respondo
Está guapísimo. En su rostro no hay señales de cansancio, sus ojos brillan y se ha afeitado. Duchado y cambiado de ropa. Me quedo mirándole y a continuación me miro. Estoy hecha un desastre: pálida y con un camisón horrible del hospital. " Por lo menos he podido lavarme", me digo.
- Te traigo el desayuno. Así que siéntate y come para que no se te enfríe.
Tortitas, avena, bacon... un verdadero banquete. Tengo mucha hambre y la boca se me hace agua. Acerca la mesita de ruedas y me siento en la cama.
- Tengo mucha hambre, Christian
- Me parece estupendo. Anda come para que no se enfrie
Como deprisa y cantidad. Nunca había comido de esa forma. Christian me mira sonriendo. Está muy satisfecho con mi apetito
- Está delicioso. Me encanta
- Me gusta verte comer. Nunca te ví comer de esta forma
- Christian es por el embarazo
- Si llego a saber que el dejarte embarazada te hacía comer, lo hubiera hecho antes- Ja, ja, ja
Me quedo un poco parada al escucharle. De repente he comprendido que es necesario abordar ese tema. A penas hemos hablado de ello, y es necesario.
- Christian tenemos que hablar de ello
- ¿ Qué hay que hablar? Vamos a ser padres
- Sé que estás asustado. Yo también lo estoy. Todas las parejas cuando van a tener un hijo por primera vez, tienen miedo.
-Tengo miedo, Ana, porque siempre he pensado el tener un hijo, pero en abstracto y más tarde. Yo quería estar sólo contigo, y además qué clase de padre voy a ser con el pasado a cuestas. No sé cómo educar a un niño
-Todo irá bien. Entre los dos lo educaremos. Crecerá feliz al lado de sus padres, porque los niños cuando nacen adoran a sus padres. No saben de pasado; les quieren sin más. Y ese amor se ve correspondido con el que nosotros sentimos por ellos. Serás un padre magnífico. Eres cariñoso, divertido, generoso y controlador para imponer límites. Nuestro pequeño tendrá una infancia feliz y nosotros estaremos allí para verlo. Tú le protegerás y le cuidarás como haces conmigo y en cuanto le tengas en tus brazos sabrás que nunca más podrías vivir sin él. Y cuando sus manitas rocen tu rostro y te de su primera sonrisa, conocerás lo que es la verdadera felicidad. Ellos no piden más que les ames. Te quieren tal cuál eres, sin preguntar nada, sin saber nada. Y nunca querrás separarte de él, y además yo no te lo permitiré
- ¿ No me lo permitirás, no dejarás que me "escape" ?
- No señor Grey no dejaré que salga corriendo, porque yo también tengo miedo. Christian, yo tampoco imaginaba ser madre tan pronto, a penas acabo de dejar de jugar y ya voy a tener un bebe en mis brazos de carne y hueso. Pero ya le amo, desde que vi su ecografía, sabía que tenía que cuidarle y amarle... Y tú harás lo mismo, es algo innato en los padres, cielo
- Me abrumas con la confianza que tienes en mi
- Y tú me abrumas a mi, porque no crees en ti mismo, y eres increíblemente bueno, Christian. Tienes que tener confianza en ti, porque eres muy valioso. Lo haremos lo mejor que sepamos, como todos. A nadie nos dan un librito de instrucciones de cómo cuidar de un bebe, pero nuestro instinto nos guía y lo hacemos lo mejor que podemos. Con errores y con aciertos, pero todo, todo lo compensa el infinito amor que les damos.
- Ana, Ana... Sencillamente no lo esperaba...He vivido estos días en un infierno... creí que te perdía cuando nos enfadamos, y luego... lo volví a creer cuando te vi en el suelo. Reviví mi pesadilla y quería morirme contigo pensando que te había perdido irremediablemente.
- Nunca me iré Christian, porque te quiero de una forma que no sé explicar
- Yo también te quiero, Ana, muchísimo. Te prometo que intentaré ser buen padre
-Lo conseguirás , Christian y será el eje de tu vida, y tendremos una familia plena de amor y le transmitiremos el amor que nosotros sentimos el uno por el otro. Será un niño feliz, muy feliz. Aunque... también puede ser niña
- Dos mujeres ¿ eh?
- ¿ Que te gustaría que fuera?
- Me da igual, nena. Lo que deseo es que llegue sano y bien
Me besa y le beso. Por fin hemos hablado del tema, hemos dejado todo claro, aunque se que su miedo persistirá, pero sólo hasta que nazca y le coja por primera vez entre sus brazos.
- ¿ Puedo pasar ?- La voz del inspector Clarck se hace presente. Habíamos olvidado que tenía que hacerme algunas preguntas-. Siento interrumpirles, pero mi visita será breve. Solamente necesito cerrar el informe y escuchar de usted, señora, lo ocurrido el jueves.
Inspector Clarck |
Me altero el tener que revivir todo lo ocurrido. Christian se sienta a mi lado y me toma la mano, apretándomela suavemente y acariciando mis nudillos para tranquilizarme
- Inspector, ya ve que mi mujer no se encuentra bien. ¿ Es necesario hacerlo ahora?
- Lo comprendo señor Grey, pero es lo último que queda para cerrar el informe y dejarles en paz
- No importa Christian. Terminemos con esto cuanto antes. Todo empezó con una llamada con la voz de mi cuñada, pero a continuación se puso Jack...
Hago un pormenorizado relato de lo sucedido. Lo tengo incrustado en la memoria y recuerdo todo minuciosamente. En poco más de media hora hemos terminado.
- Debiste apuntarle más arriba, nena-comenta Christian malhumorado
- Hubiera hecho un gran favor a todas las mujeres, señora Grey
Yo me quedo meditando sobre lo que dice. El inspector se levanta y se despide de nosotros.
Christian comenta lo dicho por el inspector. Me dice que en los ordenadores de la editorial , tenía guardadas unas imágenes de Hyde con las chicas que trabajaban con él, entre ellas Elizabeth
- Las hacía chantaje con ellos. Grababa como las fo... y era duro. Le gusta el duro. Por eso ninguna duraba, pero tampoco le quieren denunciar.
Siento en el rostro de Christian un gesto de repugnancia. Imagino que está pensando que él es igual. Volvemos atrás, nuevamente.
- No Christian, tu no eres igual. Ni siquiera lo pienses. Hacía chantaje a esas chicas. A ti te gusta en privado, a mi también, pero no siempre lo hacemos. Desecha ese pensamiento de tu cabeza, por favor. No es lo mismo.
La doctora Singh y dos residentes, entran en la habitación y proceden a examinarme exhaustivamente. Comprueban mi visión, los reflejos, etc.
- Muy bien. Está en perfectas condiciones, así que la mandamos a casa. Si notara algún cambio, por pequeño que sea: visión borrosa, fuertes dolores de cabeza, etc. vuelva inmediatamente. Voy a mandarla algún analgésico, pero no lo tome como no sea imprescindible. Le doy la enhorabuena señora Grey. Todo está muy bien
- Muchas gracias doctora
- Espero no volver a verla por aquí... por este motivo, claro. Por lo otro aún tienen que pasar unos meses
Me ruborizo al escuchar el comentario. Los residentes sonríen, lo que me causa más rubor
- Doctora ¿ puedo hacerle una pequeña consulta? - le dice Christian ya en la puerta, que entorna.
No escucho lo que habla con la médico, pero si lo que ella le contesta
- Perfectamente señor Grey. En eso no hay problema. Todo está bien
Veo que Christian entra feliz, sonriente y tranquilo. Muy distinto a como estaba hace a penas una hora cuando llegó el inspector
- ¿ Qué le has dicho?- le pregunto
- ¡ Oh ! hemos hablado sobre el sexo
- ¡ Christian ! no paras de sonrojarme
- ¿ Qué ocurre ? eres mi mujer. Estaba seguro, pero quería que tu médico me lo confirmara. ¿ Nos vamos a casa?
- Si, cielo. Lo estoy deseando
- Ven te ayudaré a vestirte. Taylor te ha traído ropa limpia
- Antes de irnos quisiera ver a Ray
- Muy bien, iremos a ver a tu padre. Está muy enfadado lo sabes Hasta me autorizó a darte unos azotes... Y me lo estoy pensando.
Con todo el cuidado del mundo y precisión, Christian me ayuda a cambiarme de ropa. Al quitarme el camisón, queda al descubierto el hematoma, y a él le cambia el gesto automáticamente, mientras farfulla algo que no entiendo por lo bajo.
Entramos en la habitación y mi padre me extiende los brazos para que me refugie en ellos
-Annie, pequeña. ¡ Qué susto nos has dado ! - Christian discretamente nos deja a solas. Veo que le ha comprado una televisión de plasma, para que él y el señor Rodríguez puedan ver los partidos con toda comodidad
- Tú marido estaba desesperado y yo quería morirme si a ti te ocurría algo. Eres una loca imprudente. Creí que tenías más sentido común
- Lo sé, papá, perdón. No lo volveré hacer más. Fué una urgencia, no tenía tiempo para nada
- Bueno, ya le dije a tu marido que merecías unos buenos azotes... Y ahora, dime ¿cómo te encuentras?
- Bien. Me duele un poquito la cabeza, pero es soportable
No me decido a decirle lo de mi maternidad. Esperaré algo más de tiempo
- No dejes de llamar a tu madre. Está muy preocupada
- Descuida. Desde el coche, camino de casa hablaré con ella.
Le beso y él me abraza y nos despedimos.
Salimos por la puerta de urgencias del hospital para evitar a los papparazzis que hacen guardia desde que la noticia de lo ocurrido salió en los periódicos. Me acomodo en el asiento y Christian me pasa sus brazos por los hombros. Taylor conduce despacio para evitarme molestias. Todos están pendientes de que me sienta cómoda y agradezco enormemente tantas muestras de cariño. Llamo a mi madre para decirla que ya voy camino de casa. Está emocionada y llora, lo que hace que yo también me emocione.
Christian me ayuda a salir del coche y me rodea la cintura. Siempre me lleva cogida ó de la cintura ó de la mano, pero ahora teme que me caiga por algún mareo y me sujeta fuertemente. A medida que entramos al portal del Escala, un nudo me va atenazando la garganta. Creí que no volvería a mi casa, a ver a los míos y al entrar en el ascensor, no puedo evitar que las lágrimas inunden mis ojos.
La situación me desborda y rompo a llorar sin poderme contener. Christian me abraza fuerte y sujeta mi cabeza, y me acuna como si fuera una niña.
-Ya, cielo. No llores estás en casa, aquí estás segura. Todos te protegeremos, no te va a pasar nada. Cielo, no llores. Me partes el corazón
- Déjame llorar, Christian. Es por lo vivido, demasiadas cosas: nuestra pelea, Hyde, todo. Creí cuando estaba inconsciente que no te volvería a ver, hasta llegué a creer que había muerto. No podía abrir los ojos, y a ratos os escuchaba hablar pero no entendía. Yo quería verte y no podía, te pedía que me tomaras de la mano, pero no podía hablar
- Pero ya todo ha pasado, cielo, me tienes aquí y no volveré a marcharme y dejarte sola, nunca, nunca. Mi vida te quiero más que a nada. Mi mundo eres tú y pronto lo será también Junior. Y os¡ necesito tanto!
Christian entierra su cara entre mi pelo. No quiero que se emocione, y automáticamente ceso de llorar. Se abren las puertas del ascensor, y me veo de nuevo en casa, entre las cosas que me son habituales. Un emocionado Taylor nos aguarda y una cariñosa y sonriente Gail sale a nuestro encuentro. Y de nuevo no puedo evitarlo y comienzo a llorar otra vez.
Me sienta en el sofá del salón. Tiene un signo de preocupación en el rostro. Yo lo achaco a mi explosión de emoción, pero una vez nos hemos serenado, me toma de la mano y me acaricia los nudillos, y comienza a hablar
- Welch me ha mandado un mensaje. Tiene algo que quiere que vea y vendrá a vernos lo más rápido posible . Se refiere a Detroit
-- ¿ No te ha dicho nada, a qué se refiere?
- Tiene algo que ver con Hyde, pero me ha remarcado que he de verlo. Por lo visto son fotografías
- ¡ Christian ! - sin darme cuenta empiezo a temblar
- Tranquila cielo. No puede hacernos daño. Están detenidos. No te preocupes. Estás en casa y todos los que te rodeamos vamos a cuidar de ti. Eres mi pequeña, ahora, durante una temporada
- ¿ Qué quieres decir ?
- Durante una temporada guardarás reposo. Una semana pasa pronto
- ¿ Me estás diciendo lo que creo entender?
- Si, lo estás entendiendo perfectamente. Es algo infranqueable, no hay discusión.
¿ Qué tal un baño?
- No, un baño no. Una ducha
- Muy bien. Pues una ducha y verás como te sientes nueva. Ven cielo, yo te ayudo
Me toma de la mano y nos dirigimos al cuarto de baño. Despacio me desviste y de nuevo se queda lívido al ver los hematomas del costado y del hombro. Sin soltarme de la mano, me ayuda a entrar y rápidamente él hace lo mismo. Permanecemos abrazados bajo el chorro de agua caliente durante unos minutos. No hablamos sólo permanecemos abrazados. El me besa en la frente y yo en los labios, pero él me frena en seco
- No, Ana. No
- Pero Christian
- He dicho que no. La doctora dijo diez días de descanso y ,"eso" también se incluye
- ¿ Y si te provoco?
- No lo hagas porque sólo vas a conseguir que pasemos un mal rato, pero no voy a ceder. Te lo he dicho: es algo infranqueable para mi. Ahora, date la vuelta, voy a enjabonarte
Con sumo cuidado bordea el hematoma del costado y recorre suavemente con sus dedos todo el entorno. Con el ceño fruncido recorre cada una de las heridas del brazo, de las rodillas y en cada una deposita un suave beso. Me lava la cabeza y me aclara cuidadosamente. Me ayuda a salir de la ducha y me seca dando golpecitos suaves en las heridas. Me emociona tanda dulzura y tanto amor.
Me visto y jugueteamos gastando bromas. Yo le persigo, pero él se mantiene firme. En un suave forcejeo caemos los dos encima de la cama y rompemos a reír, pero Christian me regaña y me reprocha que no me comporto con arreglo a las circunstancias
- Anda, acuéstate
- Christian
- A la cama- me dice seriamente-. Ahora soy yo tu responsable y voy a seguir al pie de la letra las indicaciones del médico. A la cama, necesitas descansar
- Tu eres mi descanso. Tú eres lo que necesito
- Voy a traerte algo de comer
- ¿ Vas a guisar?
Nooo, la señora Jones ha dejado una verdadera despensa de alimentos cocinados. Lo voy a calentar.
- Voy contigo
- Ana he dicho que te metas en la cama
Como con apetito el delicioso estofado de pollo de la señora Jones, y a mi lado Christian está con su portátil trabajando en algo. Está muy concentrado. Creo es algo importante. Cuando he terminado, me retira la bandeja de cama y, yo me acurruco. Le miro y sonrío, y él también lo hace de vez en cuando. La digestión del pollo, la ducha, mi debilidad y dolor de cabeza, hacen que poco a poco mis ojos se vayan cerrando y caigo en un profundo sueño.
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