( Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey )
Quizá me despierta el excesivo calor que siento, o quizá el embotamiento de mi cabeza. Me giro y compruebo que Christian está a mi lado, durmiendo plácidamente enroscado en mi cuerpo como la hiedra en un muro. El calor que su cuerpo desprende es lo que me despierta. Miro el reloj y compruebo que es de madrugada. Tengo la boca pastosa y mucha sed. Sin apenas moverme para no despertarle, consigo deshacerme del abrazo de Christian y salto de la cama. Voy a la cocina y echo en un vaso, zumo de naranja y busco un calmante que alivie el dolor de cabeza que tengo. Con ello en la mano me dirijo al salón y contemplo la maravillosa vista de Seattle con sus luces encendidas. Es como si tuviera el mundo a mis pies. Pienso que esa debe ser la sensación que tiene Christian cuando se asoma.
Apoyo la frente en el cristal y recibo su frescor buscando alivio. Me asalta de pronto todo lo vivido en el día anterior, todas las confesiones de Christian, todo lo vivido con Leila, su petición de matrimonio y, mis propias indecisiones. Salgo de mis reflexiones cuando un grito me sobresalta. Identifico de quién es y de dónde procede, dejo sobre la mesa el zumo y salgo corriendo al dormitorio. El corazón se me sale del pecho al entrar y ver las convulsiones violentas que Christian está sufriendo. Tiene las mejillas mojadas, está llorando, y su cuerpo totalmente empapado en sudor. De un salto me siento en la cama y le abrazo acunándole como si fuera un niño
- Christian, Christian, despierta mi amor, despierta. Es una pesadilla
Pronuncia palabras inconexas. Sumamente agitado. Me siento angustiada y le beso en la frente , al tiempo que le digo
- Estoy aquí, estoy aquí... no voy a irme, Christian despiértate, por favor. Es un mal sueño. No voy a irme, nunca te dejaré.
Fundimos nuestros llantos. No puedo evitar sollozar al verle tan angustiado y desesperado. Me siento incapaz de hacer algo para que reaccione, y le abrazo fuertemente, mientras repito su nombre una y otra vez. Al fin me llama y abre los ojos
- ¡ Ana, Ana, estás aquí !
- ¡ Claro que estoy aquí. Te dije que no me marcharía.
-Pero extendí el brazo y no te encontraba, no estabas
- Me levanté porque tenía sed. Fui a la cocina a beber algo. Christian, ¡por Dios ! Christian...
Le estrecho fuertemente contra mi pecho, y él acaricia mi cara y seca mis lágrimas con su mano. ¿He hecho bien tratando de que abandonara esa vida? Quizá, debí dejarle cuando aún había tiempo y él no había conocido otras sensaciones. Le he obligado a ser lo que no siente, le he sometido igual que lo hizo la señora Robinson.
- Christian, perdóname por todo lo que te he obligado a recordar, por querer cambiarte. Por no poderte dar todo lo que necesitas
- No, Ana... me lo has dado todo, y bendigo al cielo por ello. Estoy conociendo cosas que ni en sueños imaginaba. Cuando comprobé que tu sitio estaba vacío, volví a vivir la terrible soledad que sentí cuando me abandonaste y el dolor horrible de aquellos días, lo he vuelto a vivir ahora, y es lo que no soporto. No me dejes por favor. Tú eres mi vida ahora ¿ cómo hago para que lo entiendas? El irte de mi lado, es lo mejor que me pudo pasar, porque me hizo conocer otros sentimientos que nunca había sentido por nadie. Tu eres principio y fin de todo, de mi vida. Ana no vuelvas a marcharte, por favor... y cásate conmigo.
Apasionadamente me colma de caricias y besos y yo le correspondo, impresionada aún por las pesadillas. En un momento en que nuestros ánimos se apaciguan, le digo que sería bueno consultar con Flynn sobre ciertas cosas que quiero saber.
- Mañana hablaré con él, y te recibirá- me dice sin extrañeza
Por fin volvemos a quedarnos dormidos. Abro los ojos de golpe y compruebo que ya hay luz de día, aunque mi cuerpo debido a la tensión de hace unas horas, se niega a abandonar la cama. Miro al reloj pidiendo que sea pronto, pero cuando miro la esfera... compruebo que faltan quince minutos para las nueve. De un salto salgo de ella. Una ducha de cuatro minutos, la ropa que primero localizo, un ligero peinado y salgo corriendo hacia mi trabajo, ante la mirada divertida de Christian. Pese a todo, le ha venido muy bien las confidencias nocturnas, ha descargado un gran peso de encima. Me insiste que no vaya a trabajar alegando cualquier excusa. Hoy toca Christian juguetón y divertido. Me encanta cuando le veo sonreír, y hoy, ahora, lo hace totalmente.
- Taylor te llevará- me dice
-¿ Tampoco hoy voy a llevar mi coche?- protesto
- Hoy vas a llegar tarde. Taylor llegará antes, está acostumbrado a conducir hasta tanques,. No olvides que ha sido militar
- Está bien. Por hoy y, sin que sirva de precedente, tienes razón
Le doy un beso fuerte y salgo disparada. Taylor sabe que llego tarde y a toda velocidad me lleva hasta el SIP. Suspiro aliviada, tan sólo me he retrasado quince minutos. No obstante, como ocurre en los últimos días, Jack me recibe de uñas haciéndome notar que tengo que compensar el tiempo que me he retrasado.
Me gruñe, me entrega unos papeles que tengo que fotocopiar y de mala manera me pide le lleve un café a su despacho. Todo prácticamente normal. ¿ Por qué está tan enfadado siempre? me pregunto, a lo que naturalmente no tengo respuesta.
Le preparo el café, se lo llevo. Ya por fin puedo sentarme a trabajar. He fotocopiado lo que me encarga, no sin mil impedimentos: papel atascado, carencia de él, una vez subsanado, etc. etc. Una vez sentada delante del ordenador, miro si tengo correos, y claro: los tengo. Christian se ha quedado en casa, quizá con la esperanza de que yo hiciera lo mismo. En vista de que eso no ha ocurrido, termina por incorporarse él también a su trabajo.
Me dedica unas dulces palabras de agradecimiento por el despertar, que como siempre "no es apto para menores". Me repite una y mil veces que está loco por mi y, que use la BlackBerry.
Me insiste nuevamente en pedirme en matrimonio y mi respuesta sigue siendo la misma: " tengo que pensarlo, y hasta que no hable con Flynn no te diré nada. Tengo muchas cosas en la cabeza, quizá demasiada información de golpe, y he de procesarla"
Suena la BlackBerry y por fin escucho una voz normal, que no me regaña. Es mi buen amigo José
- ¡ Ana ! por fin puedo hablar contigo. Estás muy perdida
- Es que ando algo liada, José. Pero me acuerdo mucho de ti
- ¿ Sigues con Grey ?
- ¡ Claro ! ¿ por qué lo preguntas ?
- El jueves se clausura la exposición y pensaba en llevaros las fotos que compró Christian a su casa, y necesito un sitio en dónde pasar la noche
- No te preocupes. Hablaré con él y seguro no hay problema. Después podemos ir a tomar una copa ¿te parece?
-Estupendo, Ana. Así quedamos. Hasta el viernes entonces. Cuídate
- Adiós José
Cuando cuelgo, oigo la voz desabrida de Jack que me llama a voces
- ¡¡¡ Ana !!! ¿ Cuando demonios vas a traerme la carta que te he dado? No sé lo que haces ahí fuera, pero aquí te pago para que trabajes. Tráeme otro café y rápido
Cuando regreso, observo que la carta que acabo de entregarle, está llena de tachones
-Esto está lleno de errores. Tendrás que repetirla y pon más atención. Voy a creer que fue un error admitirte en el trabajo
- ¿ Por qué no me quedé en casa con Christian?- me repito y me siento en mi .escritorio para proceder a la corrección. Observo que a pesar de estar llena de tachones, tan sólo hay dos errores sin importancia.- " Parece que lo ha hecho aposta"- me digo
Una vez rectificada y dada la aprobación por Jack, salgo lo más a prisa que puedo de su despacho.
- Tómatelo con calma Ana. En un rato estoy por ahí.
Claire me avisa de que Ethan está en Recepción y me escapo un segundo para entregarle las llaves. Cuando subo, Jack me está esperando con muy mala cara ¿ Pero qué le he hecho yo hoy?
- ¿ Dónde andabas?-me pregunta secamente
-He bajado a Recepción a fotocopiar los informes que me pediste
- Esta bien. Ve a por mi comida, lo de siempre. Y después me preparas un café
Da media vuelta y se va a su despacho, y yo resoplo para que no se me acabe la paciencia. Estoy un poco nerviosa, con lo del día anterior y la situación con Jack me está empezando a pasar factura
" Que venga pronto el viernes Dios mio. Estoy que no aguanto."
Oigo la BlackBerry de nuevo . Tengo un mensaje de Christian en el que me dice que hace mucho que no sabe nada de mi y que está preocupado, y al mismo tiempo me recuerda que use este aparatito y no el ordenador. Yo sonrío porque imagino su rostro serio, enfadado. Decido llamarle mientras voy camino de la tienda para comprar la comida de Jack
Una voz femenina me responde al otro lado
- Quisiera hablar con el señor Grey ¿ es posible?
- Lo siento señorita , pero el señor Grey está reunido. ¿ Quiere dejar un mensaje ?
- Si por favor, dígale que le ha llamado Ana
- ¿ Ana, Ana Steele?
- Si
- Un momento señorita. Le paso con él
- Ana ¿ estás bien ?
- Claro, nene, ¿ por qué no iba a estarlo?
- Como siempre contestas a mis correos inmediatamente...
- Pero es que hoy, Jack no tiene muy buen día y anda detrás de mi
- Cabr...
- Christian... Te pondré un correo para decirte la hora de recogerme
- Cuídate, nena. Y usa la BlackBerry
- Que si, pesado, que si.- y colgamos
Al llegar de nuevo a la oficina me espera otra regañina por la tardanza en llevarle la comida. Le pido permiso para ir yo también almorzar, y me lo concede a regañadientes. Salgo y me acomodo en una mesa junto a un ventanal en la cafetería. Mientras como, empiezan a dar vueltas por mi cabeza las escenas del día anterior. Las pesadillas de Christian, su confesión referente a la depravación de su vida, el baño con Leila. Todo toma imagen ante mi y me pregunto si podré soportar toda esa carga, vivir en aquella casa testigo de su vida anterior, del motivo por el que todas nos parecemos a su madre biológica. ¿ Podré con ello? ¿ Me atreveré a dejarle después de haber presenciado su pesadilla de esta noche ? ¿ Por qué no he podido enamorarme de un hombre sin tantas complicaciones? Miro el reloj, y compruebo que ha pasado una hora. Pago mi consumición y voy a paso apurado de nuevo a mi trabajo. Respiro aliviada cuando compruebo que Jack no está en su sitio. Me pasan una llamada de Mia
- Ana, te estoy invitando al cumpleaños de Christian que es el sábado. Mamá quiere celebrar una fiesta, y contamos contigo. Perdona que te haya llamado al trabajo, él ha sido el que me ha dado el número
- Gracias Mia. No sabía nada, ni me ha dicho nada. Espero que un día comamos juntas ¿ te apetece?
- Claro-responde mia- Estoy deseando verte y charlar sin prisas. Y ahora no te entretengo. Hasta el sábado. Ana
- Adiós Mia, hasta el sábado.
¿ Qué puedo regalarle...?¡ Lo tiene todo!...
Le mando un whatsApp: " No me habías dicho nada, y eso no está bien". Enseguida recibo su contestación " No me gusta celebrar mi cumpleaños.¿ Cuándo te recojo. ?Espero estés bien". " Todavía no lo se. calculo que como a las seis y media."
Son algo más de las seis y ya está toda la documentación preparada para que Jack se la lleve en su viaje a Nueva York. Está hablando por teléfono. No quiero interrumpirle y aguardo para despedirme. Voy hasta la cocina y cojo unas galletas como merienda. La oficina está desierta, solo quedamos en la planta Jack y yo, y eso me incomoda. Cuando me doy la vuelta, veo que le tengo detrás y su mirada me intranquiliza, me analiza de arriba abajo, y se detiene en algunas zonas especialmente, y yo me pongo nerviosa.
Empieza a decirme que le tengo que estar agradecido porque gracias a él estoy trabajando, en contra de Elizabeth que no estaba de acuerdo. Me dice que si Grey me ha introducido en la empresa como espía, y a qué se dedica Christian. A medida que va hablando, se va acercando a mi hasta que está a un palmo. Puedo percibir su repugnante olor a tabaco y alcohol, y siento miedo porque le noto que ha bebido de más. Me fijo en sus ojos y veo que echan chispas lascivas,. Retrocedo pero detrás de mi están los armarios y no puedo retroceder más, y él sigue avanzando
- Cuando regrese de Nueva York, tendrás que agradecerme el estar aquí, tu ya me entiendes. Porque eres una putita calientabraguetas, que te estás insinuando constantemente a mi. Me provocas, así que no vas a tener más remedio que corresponderme. Tus insinuaciones me provocan
- No Jack, nunca te he provocado, estás confundido
Levanta una mano y acaricia mi mejilla con sus dedos. Me dan náuseas y me falta el aire. "Ahora no puedes desmayarte", y recuerdo la defensa personal que me enseñó mi padre.
Su mano va bajando por mi garganta y mi escote, introduce un dedo en él y posteriormente se detiene en mi pecho. Yo quiero morirme y pido a Dios que aparezca el guarda de seguridad, pero éste sin duda está haciendo la ronda por otros despachos. Tengo que valerme por mi misma. Pongo mi mano sobre la de él, e interpreta que es una caricia correspondiendo a su tocamiento. Cojo su dedo meñique, y lo retuerzo hacia atrás y casi se lo rompo. El dolor hace que inmediatamente retire su manaza y mientras me insulta levanto mi rodilla y la disparo con todas mis fuerzas en dirección a sus partes íntimas. Cae al suelo retorciéndose de dolor, y yo aprovecho a recoger mi bolso y mi chaqueta y bajo precipitadamente a la calle. Al llegar a ella, me apoyo en la pared. La adrenalina, los nervios o qué se yo, hacen que me desmaye y caiga redonda al suelo. Como si fuera una película, veo que dando zancadas Christian y Taylor vienen hacia mi.
Christian me recoge en sus brazos y agita mis hombros para que vuelva en si. Está pálido, desencajado, y farfulla palabrotas refiriéndose a Jack. Mientras tanto Taylor ha entrado en el edificio.
Cuando recobro la consciencia me veo en brazos de Christian que me lleva hasta el coche y allí me deja en el asiento, mientras toca mis brazos, y mi cuerpo por si estoy herida
-¿ Que te ha hecho ese infame? ¿ Te ha hecho daño ? Dímelo
- No Christian, no te preocupes
- No te muevas de aquí, que ahora vuelvo
- No, por favor, no entres
A nuestros oídos llegan voces alteradas y golpes. Comienzo a temblar como si sintiera todo el frio del polo. Los nervios hacen que me castañeteen los dientes y sujeto por el brazo a Christian
- Suéltame, nena, sueltameYo hago intención de salir detrás de él, pero Christian tajantemente me dice
- No te muevas del coche, te he dicho. Jo...
Yo me acurruco dentro, incapaz de soportar más tensión. Al cabo de un rato veo que Christian habla por teléfono con alguien y le da una orden tajante
- Le quiero fuera, ya. Ahora. Que recoja todo y se marche. Dile para el finiquito que es por finanzas. Ni una palabra más. Lo quiero fuera dentro de cinco minutos.
Me quedo más tranquila cuando veo que regresan Christian y Taylor. No les ha pasado nada. Taylor incluso sonríe cuando me ve, pero yo ignoro a qué se debe. Christian entra en el coche más calmado y me besa en la frente y acaricia mi cara
- ¿ Estás más tranquila ?
-Vosotros ¿ estáis bien?
- Si no te preocupes,. Y ahora cuéntame lo que ha pasado. Te ha ofendido, se ha propasado contigo ese canalla?
- Bueno me insultó un poco y sí se pasó algo, pero...no salió muy bien parado. Mi padre me enseño a defenderme
- Así que le diste una patada en sus partes bajas ¿ eh?
- Si... se retorcía de dolor. Gracias a mi padre, porque sino, creo que me hubiera hecho pasar un mal rato.¿ Y cómo sabes eso?- le pregunto
- Cuando subimos se estaba retorciendo y hacía alusiones a lo que le habías hecho
Por el espejo retrovisor Taylor me dirigió una mirada sonriendo. No tuvo consideración con él y le enseñó" buenos modales."
Camino de casa, me recuesto en el hombro de Christian, y él acaricia mis nudillos para tranquilizarme
- No debí venir hoy a trabajar. Tenías razón, cariño, tenias razón
Al fin llegamos a casa. En ese momento todos mis músculos se destensan. Christian va un momento a su estudio; tiene que hablar con alguien. La señora Jones muy amable con una sonrisa me dice
- Ana, la veo muy agotada. ¿ Quiere tomar algo ?
- Gracias Gail, me vendría bien una copa de vino
Al poco rato llega Christian que aún continúa crispado
-Voy arruinar la carreta de ese hijo de ... Ahora descansa cielo, ya estás en casa. Si te llega hacer daño, le mato, le mato...
Me abraza y me estrecha fuertemente contra su pecho acariciándome la cabeza
LAS FRASES DE CHRISTIAN GREY:
LA MUSICA DE GREY: Sing VBird ( Eva Cassidy )
http://www.youtube.com/watch?v=AFFo1pu4q7Q
TRAILER:
http://www.youtube.com/watch?v=b45owuhRmEg
Quizá me despierta el excesivo calor que siento, o quizá el embotamiento de mi cabeza. Me giro y compruebo que Christian está a mi lado, durmiendo plácidamente enroscado en mi cuerpo como la hiedra en un muro. El calor que su cuerpo desprende es lo que me despierta. Miro el reloj y compruebo que es de madrugada. Tengo la boca pastosa y mucha sed. Sin apenas moverme para no despertarle, consigo deshacerme del abrazo de Christian y salto de la cama. Voy a la cocina y echo en un vaso, zumo de naranja y busco un calmante que alivie el dolor de cabeza que tengo. Con ello en la mano me dirijo al salón y contemplo la maravillosa vista de Seattle con sus luces encendidas. Es como si tuviera el mundo a mis pies. Pienso que esa debe ser la sensación que tiene Christian cuando se asoma.
Apoyo la frente en el cristal y recibo su frescor buscando alivio. Me asalta de pronto todo lo vivido en el día anterior, todas las confesiones de Christian, todo lo vivido con Leila, su petición de matrimonio y, mis propias indecisiones. Salgo de mis reflexiones cuando un grito me sobresalta. Identifico de quién es y de dónde procede, dejo sobre la mesa el zumo y salgo corriendo al dormitorio. El corazón se me sale del pecho al entrar y ver las convulsiones violentas que Christian está sufriendo. Tiene las mejillas mojadas, está llorando, y su cuerpo totalmente empapado en sudor. De un salto me siento en la cama y le abrazo acunándole como si fuera un niño
- Christian, Christian, despierta mi amor, despierta. Es una pesadilla
Pronuncia palabras inconexas. Sumamente agitado. Me siento angustiada y le beso en la frente , al tiempo que le digo
- Estoy aquí, estoy aquí... no voy a irme, Christian despiértate, por favor. Es un mal sueño. No voy a irme, nunca te dejaré.
Fundimos nuestros llantos. No puedo evitar sollozar al verle tan angustiado y desesperado. Me siento incapaz de hacer algo para que reaccione, y le abrazo fuertemente, mientras repito su nombre una y otra vez. Al fin me llama y abre los ojos
- ¡ Ana, Ana, estás aquí !
- ¡ Claro que estoy aquí. Te dije que no me marcharía.
-Pero extendí el brazo y no te encontraba, no estabas
- Me levanté porque tenía sed. Fui a la cocina a beber algo. Christian, ¡por Dios ! Christian...
Le estrecho fuertemente contra mi pecho, y él acaricia mi cara y seca mis lágrimas con su mano. ¿He hecho bien tratando de que abandonara esa vida? Quizá, debí dejarle cuando aún había tiempo y él no había conocido otras sensaciones. Le he obligado a ser lo que no siente, le he sometido igual que lo hizo la señora Robinson.
- Christian, perdóname por todo lo que te he obligado a recordar, por querer cambiarte. Por no poderte dar todo lo que necesitas
- No, Ana... me lo has dado todo, y bendigo al cielo por ello. Estoy conociendo cosas que ni en sueños imaginaba. Cuando comprobé que tu sitio estaba vacío, volví a vivir la terrible soledad que sentí cuando me abandonaste y el dolor horrible de aquellos días, lo he vuelto a vivir ahora, y es lo que no soporto. No me dejes por favor. Tú eres mi vida ahora ¿ cómo hago para que lo entiendas? El irte de mi lado, es lo mejor que me pudo pasar, porque me hizo conocer otros sentimientos que nunca había sentido por nadie. Tu eres principio y fin de todo, de mi vida. Ana no vuelvas a marcharte, por favor... y cásate conmigo.
Apasionadamente me colma de caricias y besos y yo le correspondo, impresionada aún por las pesadillas. En un momento en que nuestros ánimos se apaciguan, le digo que sería bueno consultar con Flynn sobre ciertas cosas que quiero saber.
- Mañana hablaré con él, y te recibirá- me dice sin extrañeza
Por fin volvemos a quedarnos dormidos. Abro los ojos de golpe y compruebo que ya hay luz de día, aunque mi cuerpo debido a la tensión de hace unas horas, se niega a abandonar la cama. Miro al reloj pidiendo que sea pronto, pero cuando miro la esfera... compruebo que faltan quince minutos para las nueve. De un salto salgo de ella. Una ducha de cuatro minutos, la ropa que primero localizo, un ligero peinado y salgo corriendo hacia mi trabajo, ante la mirada divertida de Christian. Pese a todo, le ha venido muy bien las confidencias nocturnas, ha descargado un gran peso de encima. Me insiste que no vaya a trabajar alegando cualquier excusa. Hoy toca Christian juguetón y divertido. Me encanta cuando le veo sonreír, y hoy, ahora, lo hace totalmente.
- Taylor te llevará- me dice
-¿ Tampoco hoy voy a llevar mi coche?- protesto
- Hoy vas a llegar tarde. Taylor llegará antes, está acostumbrado a conducir hasta tanques,. No olvides que ha sido militar
- Está bien. Por hoy y, sin que sirva de precedente, tienes razón
Le doy un beso fuerte y salgo disparada. Taylor sabe que llego tarde y a toda velocidad me lleva hasta el SIP. Suspiro aliviada, tan sólo me he retrasado quince minutos. No obstante, como ocurre en los últimos días, Jack me recibe de uñas haciéndome notar que tengo que compensar el tiempo que me he retrasado.
Me gruñe, me entrega unos papeles que tengo que fotocopiar y de mala manera me pide le lleve un café a su despacho. Todo prácticamente normal. ¿ Por qué está tan enfadado siempre? me pregunto, a lo que naturalmente no tengo respuesta.
Le preparo el café, se lo llevo. Ya por fin puedo sentarme a trabajar. He fotocopiado lo que me encarga, no sin mil impedimentos: papel atascado, carencia de él, una vez subsanado, etc. etc. Una vez sentada delante del ordenador, miro si tengo correos, y claro: los tengo. Christian se ha quedado en casa, quizá con la esperanza de que yo hiciera lo mismo. En vista de que eso no ha ocurrido, termina por incorporarse él también a su trabajo.
Me dedica unas dulces palabras de agradecimiento por el despertar, que como siempre "no es apto para menores". Me repite una y mil veces que está loco por mi y, que use la BlackBerry.
Me insiste nuevamente en pedirme en matrimonio y mi respuesta sigue siendo la misma: " tengo que pensarlo, y hasta que no hable con Flynn no te diré nada. Tengo muchas cosas en la cabeza, quizá demasiada información de golpe, y he de procesarla"
Suena la BlackBerry y por fin escucho una voz normal, que no me regaña. Es mi buen amigo José
- ¡ Ana ! por fin puedo hablar contigo. Estás muy perdida
- Es que ando algo liada, José. Pero me acuerdo mucho de ti
- ¿ Sigues con Grey ?
- ¡ Claro ! ¿ por qué lo preguntas ?
- El jueves se clausura la exposición y pensaba en llevaros las fotos que compró Christian a su casa, y necesito un sitio en dónde pasar la noche
- No te preocupes. Hablaré con él y seguro no hay problema. Después podemos ir a tomar una copa ¿te parece?
-Estupendo, Ana. Así quedamos. Hasta el viernes entonces. Cuídate
- Adiós José
Cuando cuelgo, oigo la voz desabrida de Jack que me llama a voces
- ¡¡¡ Ana !!! ¿ Cuando demonios vas a traerme la carta que te he dado? No sé lo que haces ahí fuera, pero aquí te pago para que trabajes. Tráeme otro café y rápido
Cuando regreso, observo que la carta que acabo de entregarle, está llena de tachones
-Esto está lleno de errores. Tendrás que repetirla y pon más atención. Voy a creer que fue un error admitirte en el trabajo
Jack Hyde |
- ¿ Por qué no me quedé en casa con Christian?- me repito y me siento en mi .escritorio para proceder a la corrección. Observo que a pesar de estar llena de tachones, tan sólo hay dos errores sin importancia.- " Parece que lo ha hecho aposta"- me digo
Una vez rectificada y dada la aprobación por Jack, salgo lo más a prisa que puedo de su despacho.
De nuevo suena la BlackBerry, pero esta vez es Ethan que viene a recoger las llaves. Me pregunta cómo fue todo cuando llegué a casa y le contesto que bien, pero por mi cabeza surgen todas las imágenes de lo ocurrido y no me siento con fuerzas para expresarme más ampliamente. Cortamos la comunicación tras comentarle que tengo al jefe rebotado y no para de reñirme.
- Tómatelo con calma Ana. En un rato estoy por ahí.
Claire me avisa de que Ethan está en Recepción y me escapo un segundo para entregarle las llaves. Cuando subo, Jack me está esperando con muy mala cara ¿ Pero qué le he hecho yo hoy?
- ¿ Dónde andabas?-me pregunta secamente
-He bajado a Recepción a fotocopiar los informes que me pediste
- Esta bien. Ve a por mi comida, lo de siempre. Y después me preparas un café
Da media vuelta y se va a su despacho, y yo resoplo para que no se me acabe la paciencia. Estoy un poco nerviosa, con lo del día anterior y la situación con Jack me está empezando a pasar factura
" Que venga pronto el viernes Dios mio. Estoy que no aguanto."
Oigo la BlackBerry de nuevo . Tengo un mensaje de Christian en el que me dice que hace mucho que no sabe nada de mi y que está preocupado, y al mismo tiempo me recuerda que use este aparatito y no el ordenador. Yo sonrío porque imagino su rostro serio, enfadado. Decido llamarle mientras voy camino de la tienda para comprar la comida de Jack
Una voz femenina me responde al otro lado
- Quisiera hablar con el señor Grey ¿ es posible?
- Lo siento señorita , pero el señor Grey está reunido. ¿ Quiere dejar un mensaje ?
- Si por favor, dígale que le ha llamado Ana
- ¿ Ana, Ana Steele?
- Si
- Un momento señorita. Le paso con él
- Ana ¿ estás bien ?
- Claro, nene, ¿ por qué no iba a estarlo?
- Como siempre contestas a mis correos inmediatamente...
- Pero es que hoy, Jack no tiene muy buen día y anda detrás de mi
- Cabr...
- Christian... Te pondré un correo para decirte la hora de recogerme
- Cuídate, nena. Y usa la BlackBerry
- Que si, pesado, que si.- y colgamos
Al llegar de nuevo a la oficina me espera otra regañina por la tardanza en llevarle la comida. Le pido permiso para ir yo también almorzar, y me lo concede a regañadientes. Salgo y me acomodo en una mesa junto a un ventanal en la cafetería. Mientras como, empiezan a dar vueltas por mi cabeza las escenas del día anterior. Las pesadillas de Christian, su confesión referente a la depravación de su vida, el baño con Leila. Todo toma imagen ante mi y me pregunto si podré soportar toda esa carga, vivir en aquella casa testigo de su vida anterior, del motivo por el que todas nos parecemos a su madre biológica. ¿ Podré con ello? ¿ Me atreveré a dejarle después de haber presenciado su pesadilla de esta noche ? ¿ Por qué no he podido enamorarme de un hombre sin tantas complicaciones? Miro el reloj, y compruebo que ha pasado una hora. Pago mi consumición y voy a paso apurado de nuevo a mi trabajo. Respiro aliviada cuando compruebo que Jack no está en su sitio. Me pasan una llamada de Mia
- Ana, te estoy invitando al cumpleaños de Christian que es el sábado. Mamá quiere celebrar una fiesta, y contamos contigo. Perdona que te haya llamado al trabajo, él ha sido el que me ha dado el número
- Gracias Mia. No sabía nada, ni me ha dicho nada. Espero que un día comamos juntas ¿ te apetece?
- Claro-responde mia- Estoy deseando verte y charlar sin prisas. Y ahora no te entretengo. Hasta el sábado. Ana
- Adiós Mia, hasta el sábado.
Mia |
¿ Qué puedo regalarle...?¡ Lo tiene todo!...
Le mando un whatsApp: " No me habías dicho nada, y eso no está bien". Enseguida recibo su contestación " No me gusta celebrar mi cumpleaños.¿ Cuándo te recojo. ?Espero estés bien". " Todavía no lo se. calculo que como a las seis y media."
Son algo más de las seis y ya está toda la documentación preparada para que Jack se la lleve en su viaje a Nueva York. Está hablando por teléfono. No quiero interrumpirle y aguardo para despedirme. Voy hasta la cocina y cojo unas galletas como merienda. La oficina está desierta, solo quedamos en la planta Jack y yo, y eso me incomoda. Cuando me doy la vuelta, veo que le tengo detrás y su mirada me intranquiliza, me analiza de arriba abajo, y se detiene en algunas zonas especialmente, y yo me pongo nerviosa.
Empieza a decirme que le tengo que estar agradecido porque gracias a él estoy trabajando, en contra de Elizabeth que no estaba de acuerdo. Me dice que si Grey me ha introducido en la empresa como espía, y a qué se dedica Christian. A medida que va hablando, se va acercando a mi hasta que está a un palmo. Puedo percibir su repugnante olor a tabaco y alcohol, y siento miedo porque le noto que ha bebido de más. Me fijo en sus ojos y veo que echan chispas lascivas,. Retrocedo pero detrás de mi están los armarios y no puedo retroceder más, y él sigue avanzando
- Cuando regrese de Nueva York, tendrás que agradecerme el estar aquí, tu ya me entiendes. Porque eres una putita calientabraguetas, que te estás insinuando constantemente a mi. Me provocas, así que no vas a tener más remedio que corresponderme. Tus insinuaciones me provocan
- No Jack, nunca te he provocado, estás confundido
Levanta una mano y acaricia mi mejilla con sus dedos. Me dan náuseas y me falta el aire. "Ahora no puedes desmayarte", y recuerdo la defensa personal que me enseñó mi padre.
Su mano va bajando por mi garganta y mi escote, introduce un dedo en él y posteriormente se detiene en mi pecho. Yo quiero morirme y pido a Dios que aparezca el guarda de seguridad, pero éste sin duda está haciendo la ronda por otros despachos. Tengo que valerme por mi misma. Pongo mi mano sobre la de él, e interpreta que es una caricia correspondiendo a su tocamiento. Cojo su dedo meñique, y lo retuerzo hacia atrás y casi se lo rompo. El dolor hace que inmediatamente retire su manaza y mientras me insulta levanto mi rodilla y la disparo con todas mis fuerzas en dirección a sus partes íntimas. Cae al suelo retorciéndose de dolor, y yo aprovecho a recoger mi bolso y mi chaqueta y bajo precipitadamente a la calle. Al llegar a ella, me apoyo en la pared. La adrenalina, los nervios o qué se yo, hacen que me desmaye y caiga redonda al suelo. Como si fuera una película, veo que dando zancadas Christian y Taylor vienen hacia mi.
Christian me recoge en sus brazos y agita mis hombros para que vuelva en si. Está pálido, desencajado, y farfulla palabrotas refiriéndose a Jack. Mientras tanto Taylor ha entrado en el edificio.
Taylor |
Cuando recobro la consciencia me veo en brazos de Christian que me lleva hasta el coche y allí me deja en el asiento, mientras toca mis brazos, y mi cuerpo por si estoy herida
-¿ Que te ha hecho ese infame? ¿ Te ha hecho daño ? Dímelo
- No Christian, no te preocupes
- No te muevas de aquí, que ahora vuelvo
- No, por favor, no entres
A nuestros oídos llegan voces alteradas y golpes. Comienzo a temblar como si sintiera todo el frio del polo. Los nervios hacen que me castañeteen los dientes y sujeto por el brazo a Christian
- Suéltame, nena, sueltameYo hago intención de salir detrás de él, pero Christian tajantemente me dice
- No te muevas del coche, te he dicho. Jo...
Yo me acurruco dentro, incapaz de soportar más tensión. Al cabo de un rato veo que Christian habla por teléfono con alguien y le da una orden tajante
- Le quiero fuera, ya. Ahora. Que recoja todo y se marche. Dile para el finiquito que es por finanzas. Ni una palabra más. Lo quiero fuera dentro de cinco minutos.
Me quedo más tranquila cuando veo que regresan Christian y Taylor. No les ha pasado nada. Taylor incluso sonríe cuando me ve, pero yo ignoro a qué se debe. Christian entra en el coche más calmado y me besa en la frente y acaricia mi cara
- ¿ Estás más tranquila ?
-Vosotros ¿ estáis bien?
- Si no te preocupes,. Y ahora cuéntame lo que ha pasado. Te ha ofendido, se ha propasado contigo ese canalla?
- Bueno me insultó un poco y sí se pasó algo, pero...no salió muy bien parado. Mi padre me enseño a defenderme
- Así que le diste una patada en sus partes bajas ¿ eh?
- Si... se retorcía de dolor. Gracias a mi padre, porque sino, creo que me hubiera hecho pasar un mal rato.¿ Y cómo sabes eso?- le pregunto
- Cuando subimos se estaba retorciendo y hacía alusiones a lo que le habías hecho
Por el espejo retrovisor Taylor me dirigió una mirada sonriendo. No tuvo consideración con él y le enseñó" buenos modales."
Camino de casa, me recuesto en el hombro de Christian, y él acaricia mis nudillos para tranquilizarme
- No debí venir hoy a trabajar. Tenías razón, cariño, tenias razón
Al fin llegamos a casa. En ese momento todos mis músculos se destensan. Christian va un momento a su estudio; tiene que hablar con alguien. La señora Jones muy amable con una sonrisa me dice
- Ana, la veo muy agotada. ¿ Quiere tomar algo ?
- Gracias Gail, me vendría bien una copa de vino
Al poco rato llega Christian que aún continúa crispado
-Voy arruinar la carreta de ese hijo de ... Ahora descansa cielo, ya estás en casa. Si te llega hacer daño, le mato, le mato...
Me abraza y me estrecha fuertemente contra su pecho acariciándome la cabeza
LAS FRASES DE CHRISTIAN GREY:
LA MUSICA DE GREY: Sing VBird ( Eva Cassidy )
http://www.youtube.com/watch?v=AFFo1pu4q7Q
TRAILER:
http://www.youtube.com/watch?v=b45owuhRmEg
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