Mamá
Dirección: Andrés Muschietti
Guión: Neil Cross, Andrés y Bárbara Muschietti
Producción: J. Miles Dale
Música: Fernando Velázquez
Director de fotografía: Antonio Riestra
Dirección artística: Elis Lam
FICHA ARTÍSTICA:
Annabel: Jessica Chastain
Lucas\Jeffrey: Nikolaj Coster-Waldau
Victoria: Megan Charpentier
Lilly: Isabelle Nélisse
Dr Dreyfuss: Daniel Kash
Mamá: Javier Botet
Argumento:
Una serie de sucesos terribles causan la
desaparición de dos hermanas pequeñas en medio de un bosque. Tras cinco
años de inútil búsqueda logran encontrarlas. Se hallan en estado salvaje
y aunque su recuperación tan solo es cuestión de tiempo, algo muy
oscuro regreso junto a ellas, y ese algo que encontraron en el bosque
las reclama como suyas.
Pese a que a día de hoy parece complicado
que una película de terror nos sorprenda, a veces hay excepciones. En
el caso que nos ocupa nos encontramos ante una digna heredera de los
elementos que formaron el género, aunque de nuevo la historia se centre
en unas niñas, modo recurrente de colocar al espectador ante los miedos
infantiles que resulta habitual. El ritmo del film logra mantener
enganchado al espectador y aunque existe algún que otro susto gratuito,
desde luego para nada hacen desmerecer el conjunto final.
Mamá posee algunas claves que harán las
delicias de aquellos que esperen una obra total. Porque aparte de contar
con un aspecto visual sobresaliente y unos efectos especiales de
verdadero impacto (no en vano están realizados por el equipo DDT,
responsable de El Laberinto del Fauno entre otras), los dosifica
de manera que el ambiente malsano y la criatura principal logren efectos
dramáticos realmente notables. Es una producción hecha por gente que
ama el género, como el que suscribe, y tiene al menos más de una
secuencia que será recordada largo tiempo. A pesar de algún e inevitable
cliché o parecido razonable con algún título anterior.
Empeñados en alcanzar un resultado
diferente, Mamá se adentra también en el terror gótico, porque la
fantasía no está reñida con la madurez. El cóctel va a satisfacer tanto a
los seguidores de este tipo de cine como a los que no lo son, ya que no
estamos ante una mera sucesión de escenas “de mal rollo” ni de
adolescentes ocurrencias. Lo mejor del género ha regresado y con él, la
placentera descarga de emociones con un regusto clásico y virtuoso.
Esperemos que lo que nos ha dado el tándem Muschietti sea solo el
comienzo de una larga serie de alegrías en formato cinematográfico.
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