El Cine

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sábado, 26 de noviembre de 2011

LA PUERTA DE NO RETORNO (vescine)

FICHA TÉCNICA:
Dirección: Santiago A. Zannou
Producción: Shankara Films y Dokia Films
Fotografía: Albert Pascual
Montaje: Jaume Martí
Música: Woulfrank Zannou
FICHA ARTÍSTICA:
Alphonse Zannou
Veronique Zannou
La princesa Ahoau
Argumento:
Mi padre dejó a su país y a su gente con la promesa de volver algún día… pero nunca ha vuelto. Lleva 35 años malviviendo en Madrid, vendiendo cosas en el mercadillo. Se ha enterado de que su hermana Veronique está enferma y ahora es la última oportunidad que tiene para verla. Media vida después, Alphonse emprende un viaje a Benín que lo enfrentará al pasado y presente de su tierra natal, a la hermana que le ha estado esperando, a la madre que murió sin volver a verle…
Será el momento de enfrentarse a las preguntas que Alphonse no ha podido o no ha querido contestar después de tres décadas.
¿Ha merecido la pena dejar atrás su familia, el pueblo, las raíces? ¿Cuál era el pretexto? ¿Vivir una vida mejor?


Sanatiago A. Zannou nos presenta un documental de lo más personal. En poco más de 60 minutos nos muestra el viaje de su padre Alphonse, desde España donde ha vivido como inmigrante durante casi 40 años, de vuelta a su casa, en Benín.
La sinceridad y la realidad de la historia es el mejor punto de este documental. No es un documental al uso, analítico o educativo, con voces en off y demás historias. Es simplemente, la realidad de una persona vista a través de una cámara, detrás de la cual se encuentra su hijo.

El director ha querido ser testigo y reflejar el viaje físico e interior de su padre. La vuelta a la tierra de donde procede uno, el reencuentro con la familia y la búsqueda del perdón de aquellos a los que abandonamos por tener una vida mejor.

Aunque entiendo la postura y las razones del director, y es verdad que, a veces, los razonamientos más simples son los más potentes y verdaderos, no consigo arrancarle mucho más a la cinta de lo que ya he dicho.
Un buen documental, que cumple con su propósito hasta cierto punto, porque aunque la reflexión esté ahí, la conclusión del protagonista falta y eso es un punto flaco puesto que no es una que podamos poner nosotros como espectadores.

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