JENNIFER LOPEZ (Amalia Enriquez)

Jennifer López pasea sus curvas por Madrid

Levanta pasiones “ a golpe de caderas”, pero detrás de sus curvas se esconde la latina mejor pagada de Hollywood. Actriz, cantante, diseñadora de moda, empresaria. Con los años ha superado su propia leyenda. Tiene un rostro tan perfecto, que hace posible que cualquier exceso parezca elegante. Se ha codeado en la pantalla con los más grandes de Hollywood y, en sus ratos libres, se ha dedicado a disfrutar al máximo de la pareja que le ha tocado en suerte. Recién aterrizada de los desfiles parisinos, Jennifer López actúa en Madrid..

 

Jennifer López - Goin' In | Foto: europafm.com

Amalia Enríquez | Madrid | Actualizado el 07/10/2012 a las 10:50 horas

Ha vivido muy deprisa y con intensidad cada una de las etapas que la vida le ha puesto en el camino. Polifacética, triunfadora en todas sus actividades profesionales, le costó encontrar la estabilidad sentimental. Aún es hoy el día que, con tres matrimonios fracasados a sus espaldas, sigue intentando encontrar la pareja apropiada que la centre emocionalmente. Ha visitado nuestro país varias veces para sus promociones cinematográficas, pero nunca se había subido a un escenario para escenificar su música y mostrar, en todo su esplendor, ese trasero caribeño que –en Hollywood- se ha convertido en su seña de identidad.

Nacida en el Bronx neoyorkino (24 julio 1970), crece en el ambiente familiar en el que el padre informático y madre profesora. Estudió en una escuela católica y allí es donde descubrió su pasión por el canto y la danza. Empieza a tomar clases de baile mientras trabaja como auxiliar en un despacho de abogados. “No me olvido de esos orígenes”, comenta. “Afortunadamente queda mucho en mí de aquella niña del Bronx. Creo que nunca debes perder la referencia de tu origen. Yo ni renuncio ni me avergüenzo de él. Fui una niña feliz, que crecí en el seno de una familia unida y estable. Me inculcaron que los valores de la honradez, la dignidad y el respeto eran los que debían guiar mi vida y mi comportamiento en ella. He intentado no defraudar nunca a esas raíces, porque lo vería como una traición conmigo misma”.
Sabe lo que es vivir en ese barrio tan duro neoyokino, crecer entre sus gentes, sobrevivir a las dificultades y, sobre todo, querer superarse y soñar con una vida mejor. En más de una ocasión ha reconocido ser una mujer feliz “no por poseer lo que tengo, sino por haber sabido luchar para conseguirlo”. Me lo confesó en una entrevista, que le hice en Madrid, cuando promocionaba SUCEDIÓ EN MANHATTAN. Acaba de romper su noviazgo e inminente boda con Ben Affleck, relación que nunca entendí por la diferencia vital y mental entre ambos. Su publicista había prohibido toda pregunta relacionada con su vida privada pero, teniendo un poco de mano izquierda, siempre se acaba consiguiendo lo que uno busca. “Creía que era el hombre de mi vida”, (me comentó refiriéndose al actor). “Esperaba terminar mis días a su lado, tener familia y todas esas cosas que se suelen desear cuando se ama, pero no funcionó”. Tampoco sus posterior matrimonio con Marc Anthony, con el que tuvo mellizos y del que se separó después de apenas seis años de convivencia.

Ajena a los destrozos de su pasado, la polifacética Jennifer actúa en Madrid y demuestra que, aunque ella le resta importancia, su cuerpo sexy sigue levantando pasiones.” Cuando leo que mi trasero es el más sexy o que mis ojos son seductores, me río y disfruto del momento. Las revistas son motivo de evasión para mucha gente y para mí también, por eso creo que no hay que darle la importancia justa. No me creo para nada la más sexy”.
Simplemente se ve como una estrella de cine un poco glamourosa, muy trabajadora, que no tiene nada de superwoman y sí de robot pero, sobre todo, se sigue viendo como aquella niña que nació en un barrio marginal de Nueva York y que canta “hip hop”.