DE PELICULA: CHRISTIAN GREY - Christian y Anastasia 6 (1996celta) /EL MIEDO DE CHRISTIAN

lunes, 19 de agosto de 2013

CHRISTIAN GREY - Christian y Anastasia 6 (1996celta) /EL MIEDO DE CHRISTIAN

( Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey )

Muerta de cansancio por tantas emociones vividas, me duermo reclinada sobre el hombro de Christian. Noto como él de vez en cuando me acaricia la cara con ternura, y en mi duermevela escucho susurrante su voz, muy queda, en la que me dice " te quiero". Yo trato de despertarme y corresponder a su declaración, pero el sueño me vence e interpreto que es fruto de mi imaginación.

- Nena, despierta hemos llegado a casa. ¿ Necesitas ayuda, te llevo en brazos?

- No, cielo, ya puedo yo sola.

Sawyer me ofrece su mano para ayudarme a salir, mientras que Taylor abre la puerta de Christian. Al aparcar el coche, un brazo extendido por delante de nosotros, hace que nos paremos en seco

- ¡ Mi coche !- exclamo

Taylor se aproxima a Christian y le informa de que han rajado las cuatro ruedas del coche, pero yo lo único que veo, es mi Audi cubierto totalmente por una capa blanca de pintura

La consternación hace que me despeje de golpe- ¡ Oh no puede ser! apenas si lo he disfrutado... Pero de pronto la imagen de Leila ocupa su sitio en mi cabeza, y la sensación de peligro, de miedo, se apodera de mi. Christian me abraza fuertemente por los hombros y aceleramos el paso hasta llegar al ascensor. Taylor espera hasta que nosotros estamos a salvo y junto a Sawyer van hasta el montacargas. Llegan al mismo tiempo que nosotros, Taylor se acerca a Christian y Sawyer entra en el apartamento.

-Espera aquí, nena- me dice Christian y da órdenes expresas para que me mantengan en el vestíbulo hasta no revisar si la casa está libre de intrusos. Yo tiemblo por él. Recuerdo que Leila porta un arma y desconocemos sus intenciones. Al cabo de unos minutos, regresan Taylor y Christian

- Ya ha pasado todo, Ana. La casa está libre. anda, vamos a la cama - me dice , preguntándome antes si deseo algo de beber

- El día ha sido intenso ¿ eh ?- me dice para animarme

- Christian, ¿ por qué no tratas de hablar con ella, qué es lo que quiere?

- Es lo que pretendo, pero no podemos localizarla, y no sé lo que quiere, nena. No lo sé...

- Quizá siga enamorada de ti...- digo recelosa

- Ana, pero yo no lo estoy de ella. Sin duda está confusa. Pero Dios ¿ dónde se mete ?.... Bueno ahora a la cama. Estás muy cansada, es tarde y, has de descansar

- Además mañana trabajo- le digo

- Ni hablar, mañana no vas a trabajar

- Christian, eso ya lo hemos hablado. No insistas, tengo que ganarme la vida, y además me gusta mi trabajo

- No lo necesitas para ganarte la vida

- Christian, por favor. Dijiste que no interferirías

- Esta bien, pero irás con Sawyer y no saldrás a la calle para nada ¿ estamos ?

- Tan sólo para comprar la comida. Lo prometo

- Puedes llevártela de aquí. No te moverás de la oficina. No hay más que hablar

Dulcifica la voz, y mientras me acaricia me dice

- No tienes ni idea de lo importante que eres para mi. Si te ocurriera algo por mi culpa, no lo soportaría, no podría vivir con ello

Apoyada en su hombro me conduce hasta su dormitorio,. Me besa en la frente, se quita la chaqueta y el lazo deshecho de la pajarita y me sienta en la cama. Le pregunto porqué voy a dormir en su cama, y me responde:

- Cuando duermo contigo no tengo pesadillas

-¿ Tienes pesadillas?- le pregunto

- Si nena, las tengo. Pero ahora ve a dormir Acuéstate nena, se te ve agotada. ¡ Vaya día ! ¿ eh?

Yo asiento con la cabeza y compruebo que él no se queda

- Voy a dar instrucciones y enseguida me reúno contigo. Trata de dormir

Busco un camisón en el vestidor y me lo pongo. Es de una exquisita tela, como a él le gustan, y sonrío. Recuerdo que en el bolso he guardado la nota que me entregó Sawyer. Tengo la sensación que sé quién me la envía. Rasgo el sobre y ante mis ojos, una tarjeta escrita con letra picuda e inclinada. Como imaginaba es de la señora Robinson ¿ Qué demonios quiere ahora ?

"Puede que te haya juzgado mal. Y está claro que tú me has juzgado mal a mí. Llámame si necesitas llenar alguno de los espacios en blanco; podríamos quedar para comer. Christian no quiere que hable contigo, pero estaría encantada de poder ayudar. No me malinterpretes, apruebo lo vuestro, créeme… pero si le haces daño, no sé lo que haría… Ya le han hecho bastante daño."

Llámame: (206) 279-6261.

Sra. Robinson

Decido no hacer caso. Ella no tiene nada que explicarme, la meto de nuevo en el sobre y la deposito sobre la mesilla de noche. Estoy tan cansada que no tardo en dormirme. Entre sueños veo a Christian que entra en el cuarto, me contempla y me deja dormir.

Ve el sobre encima de la mesilla y lee la nota de la
señora Robinson . Christian coge un cabreo fenomenal cuando termina de leer la misiva. ¿ Pero qué co... quiere ahora ?
Ya no sé más. El cansancio, las emociones, los nervios... pueden con mi resistencia y vuelvo a dormirme, esta vez más profundamente.

Tengo el sueño ligero, y algo me despierta y no sé exactamente lo que es. Miro al techo desorientada, extiendo el brazo buscando a Christian y confirmo que no está, ni siquiera ha reclinado la cabeza en la almohada. Una tenue luz viene del salón y yo veo a los pies de mi cama una sombra desfigurada, que no me es conocida. Me giró para encender la lamparita y cuando lo hago compruebo que no hay nada.

" He debido soñar", me repito y decido ir en busca de Christian. Le encuentro en el estudio hablando con alguien de forma airada, sin voces, pero con firmeza y hasta diría que enfadado. Está de espaldas a la entrada, por lo que no se apercibe de mi llegada. ¡ Santo cielo con quién habla a estas horas. Son casi las tres de la madrugada !

-¿ Cómo quieres que te lo diga, por triplicado ? Ella no tiene nada que ver con nosotros. No te metas. Déjala en paz. Te lo he repetido muchas veces. No hagas que tome otras medidas. Te lo repito DEJALA EN PAZ.

Imagino con quién está hablando y el motivo de su enfado. Golpeo con los nudillos en la puerta, y Christian enfadado responde

- ¿ Qué ?

Se gira y al comprobar que soy yo, cambia de gesto y dice a su interlocutora

- Tengo que colgar. No olvides lo que te he dicho- Ya lo se, Elena, pero jo..., déjalo ya. Adiós

Se sienta agotado en el sillón de su despacho. Yo me acerco y acaricio su mejilla por la que ha empezado a crecer una incipiente barba. Aún conserva la camisa y el pantalón del esmoquin. Sentada en sus piernas comienzo a desabrochar la camisa

- No te preocupes, no voy a tocarte- le digo al comprobar que su cuerpo se tensa

Despacio procedo a desabrochar hasta el último botón sin rozar su piel y después le quito la prenda. Compruebo que aun conserva algún trazo rojo.

- Vamos a la cama Christian, te echo de menos. Necesitas descansar. Las últimas horas han sido francamente movidas y estamos agotados.

Por fin le convenzo y agarrado de mi mano nos dirigimos al dormitorio

- ¡ Qué frio hace aquí !- me dice extrañado- ¿ Has abierto el ventanal ?
- No, y me fijé al levantarme, que estaba cerrado

De repente se pone pálido y comienza a llamar a Taylor y a Sawyer, al tiempo que me pasa su brazo firme por el hombro

- Está aquí, Taylor, está aquí.

Antes de colgar los dos hombres están en el dormitorio de Christian y me hacen relatarles lo que vi y que yo interpreté sería un sueño

- Christian, Christian - digo tratando de calmarle al verle fuera de si- Si me hubiera querido hacer daño, lo hubiera hecho mientras dormía ¿ No lo comprendes?

Pero Christian no me escucha, y comienza a dar órdenes para que revisen palmo a palmo la casa. A Taylor, que me haga una mochila con algo de ropa y zapatos

- Nos vamos de aquí, nena. Ponte algo de ropa mia de momento. Toma una camiseta y un pantalón de chándal. Es grande pero servirá.

Taylor llega hasta nosotros con el mini equipaje ya preparado. Escucha atentamente a Christian lo que le dice

- Reserva habitación en un hotel y me llamas en cuanto lo tengas. Nosotros vamos saliendo.
- Señor Grey, tome mi tarjeta. La necesitará
- Gracias Taylor. No volveremos hasta que no hayáis puesto toda la casa patas arriba. Se tiene que esconder en algún sitio. Ha estado aquí todo el tiempo

- Christian, cálmate por favor- le digo al ver el estado de excitación que está sufriendo
- Ana, conoce la casa como la palma de su mano, y es muy grande. No te lo imaginas. Tú aún no conoces ni la mitad.
- ¿ Habéis mirado en el cuarto rojo?- le digo
- Está echada la llave, pero si, hemos mirado allí y no había nada.

Seguidos por Taylor bajamos hasta el aparcamiento y nos metemos en el coche de Christian. Salimos al escaso tráfico de la noche y damos un rodeo grande. Observamos si alguien nos sigue. Taylor llama al móvil de Christian, y le dice

- Fairmont, a mi nombre.

Al comprobar que estamos solos, toma la estatal y nos encaminamos hacia el hotel , en el que Taylor ha reservado una suite

Nos registramos en Recepción mientras la señorita que está al frente de ella nos mira extrañada por la mezcla de estilos que ambos lucimos. Christian impecablemente vestido y yo con chándal y una chaqueta que me está grande.

Nos indica muy amablemente el nombre de la suite y nos encaminamos hacia los ascensores. Mientras subimos, pregunto a Christian

- ¿ Cómo supo que ese era mi coche?

- Porque a todas mis sumisas les compraba uno igual Por seguridad, son muy fiables

- Luego entonces el mío no era un regalo por mi graduación ¿ verdad?

Si Anastasia, fue por tu graduación. Ha quedado muy claro que tú nunca fuiste una sumisa, ni lo vas a ser nunca.

Ya estamos en la suite, solos y agotados por tantas cosas que nos han pasado en un solo día. Dejamos a un lado el equipaje y Christian se dirige al mini bar

- Yo no sé tú, pero necesito beber algo fuerte- me dice mientras se sirve una copa de brandy

- Ponme otro también. Creo que ambos lo necesitamos- comento

Me mira preocupado y acaricia mi mejilla

- Estoy bien, no te preocupes, tranquilízate- le digo mientas le beso suavemente

- Bien. Ahora bebamos el brandy y vayámonos a la cama. Si no estás muy cansada, me gustaría relajarme en ti- me dice medio sonriendo

- Eso está hecho, señor Grey

- ¿ Sabes ?- me dice mientas me abraza- esperaba que salieras corriendo y no miraras atrás. Con todo lo que ha ocurrido hoy, o mejor ayer, no solo no te has ido, sino que ni siquiera has derramado una lágrima, ni te has quejado, no has objetado nada... Siempre me sorprendes, Ana

- No sé cómo hacerte ver que tú eres mi centro. Que no iré a ningún sitio. No importa lo que hayas hecho o sido, en el pasado. Quiero estar a tu lado y no sé cómo hacértelo comprender..., que me creas, que es cierto lo que te digo. Nunca te dejaré. Pase lo que pase,. Mi destino está ligado al tuyo, Christian Grey

Se que me necesita más que nunca y soy yo la que llevo la iniciativa en esta ocasión. Le ayudo a quitarse la ropa y yo hago lo mismo. Está perplejo, nunca nadie había llevado la voz cantante con él, siempre había sido el director de la "orquesta". Está tenso y yo procuro que se relaje de la única manera que sé. Y él me sigue suspirando, nombrándome como en una oración. Me besa, le beso...

- Ana, tu eres mi terapia. Contigo olvido todo, nena...

Exhala un suspiro y cierra los ojos dejando que yo lleve la iniciativa. Lentamente, dulcemente nos unimos , abrazados. De mis labios brotan las más dulces palabras de amor mientras beso su estómago, su costado, sus brazos... sólo lo que me está permitido. Pero le siento piel con piel, que me pertenece, que nos pertenecemos el uno al otro. No sabemos el tiempo que transcurre. Christian reposa su cabeza sobre mi vientre mientas rodea mi cuerpo con sus brazos. Pienso en el largo trecho que hemos recorrido. Una vez más me ha hecho el amor suavemente, dulcemente, con calma sin necesidad de artilugios ni cacharros infernales. Hemos sido simplemente él y yo frente a frente amándonos con frenesí, refugiándonos el uno en el otro.