El Cine

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lunes, 26 de agosto de 2013

CHRISTIAN GREY - Christian y Anastasia 12(1996celta) /ACCIDENTE DE CHRISTIAN

Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey  )


Impecablemente vestido con un traje oscuro, Christian tiene la imagen del ejecutivo seguro de si mismo y eficiente ejecutor de las finanzas más convenientes.  Me da un beso ligero y se marcha.  Tiene reuniones y no puede llegar tarde.  Yo me desperezo en la cama.  Son las siete y es hora de levantarse para acudir al trabajo.

Mientras me ducho, se me ocurre algo para regalar a Christian además de la chuchería que ya he comprado.  Estoy en el vestidor eligiendo la ropa.  Elijo un vestido rojo muy favorecedor. Rebusco en los cajones de él para completar la idea que se me ha ocurrido, aunque en realidad el regalo sería para mi. Y lo encuentro: la corbata, mi preferida, el vaquero desgastado que me enloquece, y sigo...  Debajo de todo encuentro una caja negra y la curiosidad me hace sacarla. ¿ Por qué estará tan escondida?
La abro, y me quedo alucinada con lo que veo: ¡son fotografías con las sumisas en el cuarto rojo!  ¿ De cuándo son, cuándo las ha hecho?  Pienso inmediatamente que son anteriores a conocerme, pero lo que veo me hace daño a la vista, e inmediatamente rechazo mi segundo regalo.  No...,  después de ver las fotos.  Las devuelvo a su lugar inmediatamente, lamentando el haber sido curiosa " hubiera preferido no verlo, no quiero saber nada".  Pero siento un "pellizco" en el estómago que me hiere.

Me encamino hacia la cocina. Debo llevar una cara extraña, pues la señora Jones me pregunta si va todo bien

- ¿ Ana, se encuentra bien ?
- Si, gracias Gail
-¿Qué le apetece desayunar?- me pregunta preocupada." Christian lo ha hecho hace poco y estaba contento".... Supongo que pensaría
- Un poco de muesli, por favor. No mucha cantidad, apenas tengo apetito

Mientras desayuno y sin dejar de pensar en lo que he visto, me decido a preguntar

- Gail ¿ guarda usted las llaves de la sala de juegos?
- Desde luego, Ana. Ahí están,  mírelo

Y me señala un armarito pequeño. Lo abre y puedo comprobar los manojos de llaves que están puestos en él.  Con un dedo,  me indica el que corresponde a esa sala. No doy más explicaciones y ella tampoco.

 
Sin dejar de pensar en las fotos, me pregunto qué sumisa sería ¿ Quizá Leila, o su amiga Susan?  De nuevo se borran las palabras de Flynn, para abrirse paso las dudas de Anastasia. ¡ Vaya, con lo contenta que estaba...!  ¿ Por que habré rebuscado entre sus cosas?  Decido que cuando le vea al final del día, indagaré sobre ello.  Sigo disgustada, termino el desayuno y me encamino a comenzar mi jornada laboral, llevando a mis espaldas, de nuevo, no veinticinco, sino las cincuenta sombras de Christian.

Aún sigo preocupada sobre las fotos durante un buen rato.  Me siento en mi escritorio e inmediatamente después recibo el primer correo de Christian. Pareciera que hasta me tiene medido el tiempo, y creo que en realidad lo tiene.  Recuerdo la tumultuosa noche vivida el día anterior desde nuestra salida del ascensor y posteriormente al acostarnos. Esas imágenes me hacen sonreir y desecho inmediatamente la imagen de las sumisas.  "Soy yo la reina de su vida", me digo,  y me dispongo a ver su mensaje




De: Christian Grey
Fecha: 17 de junio de 2011 08:59
Para: Anastasia Steele
Asunto: Superficies
  
Calculo que quedan como mínimo unas treinta superficies. Me hacen mucha ilusión todas y cada una de ellas. Luego están los suelos, las paredes… y no nos olvidemos del balcón. Y después de eso está mi despacho…
 



Te echo de menos. x

Christian Grey
Priápico presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.



Tiene la virtud de disipar todas mis dudas con una sola palabra erótica que me dedique.



De: Anastasia Steele
Fecha: 17 de junio de 2011 09:03
Para: Christian Grey
Asunto: ¿Romanticismo?
  
Señor Grey:
 



Tiene usted una mente unidireccional.Te eché de menos en el desayuno.Pero la señora Jones estuvo muy complaciente.
A x

 
 
De: Christian Grey
Fecha: 17 de junio de 2011 09:07
Para: Anastasia Steele
Asunto: Intrigado
 
 
¿En qué fue complaciente la señora Jones?¿Qué está tramando, señorita Steele?
Christian Grey
Intrigado presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
 
De: Anastasia Steele
Fecha: 17 de junio de 2011 09:10
Para: Christian Grey
Asunto: Es un secreto
 
 
Espera y verás: es una sorpresa.Tengo que trabajar… no me molestes. Te quiero.

De: Christian Grey
Fecha: 17 de junio de 2011 09:12
Para: Anastasia Steele
Asunto: Frustrado
 
 
Odio que me ocultes cosas.
Christian Grey

Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.
 
De: Anastasia Steele
Fecha: 17 de junio de 2011 09:14
Para: Christian Grey
Asunto: Mimos
 
Es por tu cumpleaños.Otra sorpresa.No seas tan arisco.

A x 
Ante la brusquedad de su mensaje, me quedo pensativa  ¿ Qué le ha pasado, qué le he dicho?  Miro el reloj y me doy cuenta de que no puedo retrasarme ni un minuto. Cojo mi BlackBerry y me dirijo rápidamente al lugar en donde vamos a reunirnos.  No miro si hay contestación de Christian que suele ser inmediatamente  Al concluir con mis compañeros, regreso a mi despacho. Sigo sin tener respuesta,  y decido ponerle un mensaje y tratar de apaciguar sus ánimos, si es que están alborotados
 
De: Anastasia Steele
Fecha: 17 de junio de 2011 16:03
Para: Christian Grey
Asunto: Hola
 
 
¿No me hablas?
Acuérdate de que saldré a tomar una copa con José, y que se quedará a dormir esta noche.Por favor, piénsate lo de venir con nosotros.
A x
 

Comienzo a inquietarme. No es normal en Christian tarde tanto en contestar , aunque estuviera enfadado.  Decidí llamar a su móvil y me salta el contestador.  Me siento torpe dejando el mensaje, ya que nunca lo he utilizado

" Estoy preocupada por ti. Llámame pronto. No sé nada desde esta mañana"  Ana

Instantes después suena mi BlackBerry. ¡ Por fin Christian!

- Christian - digo impaciente
-Ana soy Kate.  Estamos en el aeropuerto con Elliot, ya de regreso
- Kate ¡ qué ganas tengo de verte!
- ¿ Estás bien Ana? Tengo un montón de cosas que contarte
- Yo también. Oye he quedado con José para ir a tomar unas copas. ¿ Por qué no os venís?- la digo animándola
- Me parece estupendo. ¿ Sigues con el millonati? Oye tenemos que recoger el equipaje. Mándame un mensaje con la dirección del bar en donde vais a estar.  Nos vemos luego.   Un abrazo

Kate
Una hora después de mi charla con Kate, Claire me pasa el aviso de que hay un guaperas que pregunta por mi. "¿ Cómo te arreglas para tener a tanto chico guapo a tu alrededor?".  Yo sonrio y bajo inmediatamente. Se trata de José. Nos fundimos en un entrañable abrazo y le comunico que también estará Kate, Ethan,  y probablemente Elliot, con nosotros. A Christian no he podido localizarle en todo el día, y me tiene muy preocupada.  No es normal este silencio en él.
 
-Tardo cinco minutos.  Recojo mi bolso, apago el ordenador y bajo. Espérame aquí.
 
Me sonrío al ver la cara de Claire pendiente de José.
 
- Ya estoy aquí. ¿ Dónde vamos? porque tengo que enviar un mensaje a Kate
 
Me da el nombre del bar y nos adelantamos. La barra está llena de gente.  Recogemos nuestras cervezas y nos situamos a un lado para que no nos estorben y podamos charlar con tranquilidad
 
- Oye Ana, estás impresionante, guapísima.  Se nota que Grey te cuida ¿ Qué tal os va?- me dice José
- Nos va muy bien.  El tiene el carácter un poco difícil, pero yo se lo llevo bien 
 
Vuelvo a mirar la BlackBerry y sigo sin noticias.  Comento con José si tuvo problemas al entregar los cuadros  y me dice que se los recogió un tal Taylor.  Me alaba la casa que no  imaginaba fuera tan grande y tan esplendorosa

- En la habitación en la que dormirás hay un ventanal enorme y se divisa toda Seattle.  Tiene unas vistas preciosas. Te va a encantar, además tú siempre quieres retratar paisajes, pues te aseguro que te vas a quedar maravillado.  Y ahora cuéntame cómo resultó  la exposición. Con tanto jaleo no hemos hablado nada desde entonces
- Resultó muy bien.  Lo vendí todo menos un par de ellos, y ya estoy en tratos para exponer dentro de un tiempo. Estudiaré detenidamente los temas y creo que quedará preciosa.  Tengo algunas ideas en la cabeza que quiero ir desarrollando
- ¿ Tienes novia? En la exposición te vi muy solicitado
- No Ana. No he encontrado a nadie capaz de cazarme- nos echamos a reir los dos siguiendo su broma


Habitación para José



Por fin llegan Kate y Ethan. Yo me abrazo a mi amiga como si hiciera siglos que no nos viéramos, ¡pero es que han pasado tantas cosas en tan poco tiempo!...

- Estás más delgada, Ana, pero espectacular. ¿ Te cuida bien Christian?
- Si, desde luego, a veces hasta me agobia.  Tengo muchas cosas que contarte, pero cuando estemos a solas. Un día quedamos para comer y te explico todo
-Ethan  y tú , ¿ qué tal con Mia?
- Es una familia irresistible, por lo que veo.  Donde ponen el ojo engatusan a la gente- me contesta riendo y me doy cuenta de que la cita fue bien.
 
Necesito ir al lavabo y aprovecho para enviar a Christian un e-mail con la dirección del bar y le ruego que venga a pasar un rato con nosotros. Estoy muy preocupada y nerviosa. No es normal esa actitud en él. Aunque hubiese estado enfadado, me hubiera respondido.



Cuando me reúno con ellos, observo que Ethan les está relatando el episodio de Leila, y el susto que nos llevamos.  Kate frunce el entrecejo y me dice por lo bajo: tenemos que hablar, y cuanto antes. 

 Yo estoy muy alterada y ellos lo notan

- ¿ Te ocurre algo?- me pregunta Kate
- No localizo a Christian desde esta mañana. No me ha llamado ni tiene ningún aviso en el e-mail. ¿ Le habrá ocurrido algo?
- No mujer, si tenía alguna reunión importante se habrá demorado. Anda tómate otra cerveza- me insisten

- No, él no actúa a sí. Aunque esté reunido, siempre encuentra una excusa y un momento para mandarme un mensaje.  Me retuerzo las manos y el líquido no me pasa por la garganta.  Dejo la cerveza sobre el mostrador, y de lo único que tengo ganas es de salir corriendo hasta casa.

Todos mis temores se confirman.  Recibo una llamada de Elliot

Elliot
- Ana, no localizamos a Christian ni podemos contactar con el Charlie Tango
-¿ Qué, qué quieres decirme?- repito con los ojos como platos
- Pensamos que ha tenido un accidente porque no han podido contactar con ellos   la torre de control. No se sabe nada desde a mediodía.  Estamos reunidos en su casa con mis padres
- Elliot, Elliot, no puede ser verdad. No puede haberle ocurrido nada.  Dime que me estás gastando una broma, que está enfadado conmigo, pero que está en casa. Dímelo por favor
- No, nena. No es ninguna broma. Estamos muy preocupados
-Voy para allá inmediatamente.  Estoy cerca. Tardo cinco minutos.

Todos se han quedado mudos al escuchar mi conversación. Kate toma mis manos que están temblando y me pregunta lo que ocurre

- Creen que Christian ha tenido un accidente con el helicóptero y no le localizan. Tengo que irme, tengo que irme
- Por supuesto, Ana, y nosotros contigo

Llegamos todo el grupo al Escala.  Al salir del ascensor compruebo que las noticias siguen sin llegar. Voy directa a Grace que me abraza y yo rompo a llorar

- Grace dime que no puede ser. Que no le ha ocurrido nada. Que se habrá demorado por algo, pero no puede haber tenido un accidente. No, Dios mio, no



Cariñosamente me lleva hasta el sofá, y me sienta en él y ella a mi lado.  Carrick se incorpora y me coge las manos silencioso.  Mia,  en un rincón apartada junto al ventanal, y hacia ella se encamina Ethan. Elliot se abraza a Kate y José también toma asiento en un sillón cerca de donde yo me encuentro.

Pasa el tiempo y no sabemos nada.  Todos estamos callados sumergidos en nuestros propios pensamientos.  Yo me encojo como  un ovillo  buscando protección, buscando a Christian y no está.  Recuerdo la noche anterior cuando era una explosión de vitalidad, de energía y de amor, amándonos por los rincones de la casa como si fuera la primera vez. 


 Imagino cuando era niño,  la pesadilla de estar al lado de su madre muerta.  Es injusto, ahora que iba a salir del túnel en que la señora Robinson le introdujo cuando aún era casi un crio.  Recuerdo la primera vez que nos vimos, su penetrante mirada recorriéndome y mi azoramiento por ello. Recuerdo y echo de menos todas nuestras discusiones para que me alimentara, para protegerme, para cuidarme frente a Jack... No puedo contener el llanto evocando tantas cosas como hemos vivido juntos, y ahora...

Escondo las manos para ocultar mi desesperación.  Todos están serenos, con sus rostros lívidos, sin hablar, expectantes.  De vez en cuando Grace, muy bajito repite su nombre como una plegaria " hijo mio, hijo mio".  Ella al menos tiene los brazos amorosos de Carrick y yo lamento profundamente haber desconfiado de Christian ese mismo día sin haberle dado oportunidad de explicarse.
Miro hacia la chimenea y contemplo las llamas que chisporrotean, y yo repito su nombre una y otra vez: Christian, vuelve, Christian... 

Las conversaciones de algunos de nosotros, son en voz muy baja, cambiando impresiones y tratando de consolarnos unos a otros.  Taylor con la cara muy seria, permanece de pié con el móvil en la mano a la entrada del salón. La señora Jones prepara tila, café, o lo que alguno de nosotros la solicitamos.  Se acerca hasta mi y cariñosa me acaricia la mejilla
-Ana, ¿ quiere algo? ¿ Le hago un té? ¿ Alguno de ustedes quieren algo?... ¿ Señora Grey.?..
- No Gail, muchas gracias no quiero nada. Sólo a mi hijo- se refugia en el pecho de su marido, y yo la tomo de la mano buscando apoyo para ella y para mi misma.

Compruebo el reloj. Es muy tarde, han pasado muchas horas y de noche no le buscarán. La congoja atenaza mi garganta y la impotencia de no poder hacer nada, hace que mi llanto sea más desgarrador.  Kate, que se encuentra en otro salón buscando noticas por la tele, se incorpora a nuestro grupo y nos comunica que la televisión dan la noticia de su desaparición.  Yo la miro con los ojos muy abiertos y llorando.  Era la confirmación de lo ocurrido, ya era oficial. Ella me abraza tratando de consolarme, pero también se emociona.  Elliot la recoge y ambos se encaminan hacia la barra de la cocina en donde Ethan habla con Mia y José.  Carrick está con Taylor en su estudio.  Grace se pone a mi lado y cariñosamente acaricia mi frente y mi cabello. Yo me refugio en sus brazos. Pienso: "es su madre, le quiere, ella al igual que yo queremos que venga, que esté con nosotros. Es demasiado joven para que no esté, y yo le necesito.  Es el centro de mi universo. Christian, Christian". Ambas nos abrazamos inconsolables y Carrick viene ,  abraza a su mujer y aprieta mis manos,

Oculto nuevamente la cabeza entre mis rodillas. Los ojos me arden. De pronto todos los rumores se callan y un silencio se hace patente. Levanto la cabeza y observo que todos miran a la puerta de entrada a la casa.  Giro la cabeza y allí esta Christian sucio despeinado, con la chaqueta en el brazo, sin corbata, pero está vivo y no parece herido.


Grace corre a abrazarle y llora ahora,  frenética,  refugiada en los brazos de su hijo, detrás va Carrick, Mia y Elliot.  Yo estoy de pie temblándome  las piernas, como agarrotada. La mirada de Christian va en mi dirección como diciéndome "ven y abrázame", pero no quiero interrumpir el abrazo familiar y espero a que ellos me dejen un hueco.   Es enternecedor presenciar el abrazo entre madre e hijo, secándola las lágrimas con su dedo pulgar, tratando de calmarla y la abraza fuerte contra su pecho, y ella se refugia en ese abrazo tan deseado y por fin conseguido.  No puede calmarse. Por un lado él,  ha regresado sano y salvo, y por otro después de tantos años, le ha podido abrazar.

-Cálmate mamá- la dice una y otra vez

  Después se une Carrick, que le abraza igualmente, y sus hermanos, todos ellos muy emocionados.

-¿ Pero qué os pasa que estáis todos tan alterados?, dice con toda la tranquilidad del mundo- Tenéis un aspecto lamentable-ironiza

Desvía su mirada hacia mi, intensa, amorosa, llorosa. Pero no quiero interrumpir esa escena familiar y permanezco de pie en mi sitio, a punto de desmayarme.  Me sujeta Kate por el hombro, y ya por fin es Christian quién dice:

- Ahora voy a saludar a mi chica


Nos fundimos en un abrazo y él me besa en los labios con un beso fuerte, apasionado y desgarrador. Yo no puedo contener el llanto, la angustia vivida ,  no puedo articular palabra.  Sólo me abrazo a él fuerte y tiento sus brazos, sus piernas, su torso para comprobar que no está herido.
 
Al cabo de un rato, Carrick, ya más calmados todos, le pide relate lo ocurrido
 
- Fue extraño, habíamos salido de Portland y dimos un rodeo para enseñar a Rose una vista preciosa de la puesta de sol. En ese momento íbamos a baja altura, y menos mal, porque se prendieron fuego los dos motores al mismo tiempo. Desconecte el sistema para evitar que el fuego tomase más envergadura y pude aterrizar,  todavía no sé cómo. Entre los dos apagamos el fuego con los extintores, pero no teníamos contacto con nadie. Gracias a la GPS del móvil pudimos orientarnos y decidimos ir andando por la carretera hasta encontrar a alguien que nos llevase a algún sitio .
- Pero...¿ por qué no llamasteis por teléfono?
-Sencillamente se nos agotaron las baterías, primero la mia y después la de Rose. Donde sufrimos el accidente, no había cobertura.  Menos mal que encontramos a un camionero que nos acercó hasta el pueblo más cercano. Pero él tampoco llevaba móvil. Estábamos cansados, Rose con zapatos de tacón y yo con prisas para llegar a casa- Esto último mirando en dirección a José

 
En ese momento cogí un cabreo monumental, que de no haber sido porque estaba loca de contenta por su regreso, le hubiera organizado una buena.  Sus prisas eran sencillamente, porque José dormiría en casa esa noche.  No me lo podía creer. Era igual que un niño pequeño.  Volví de nuevo a la explicación que estaba dando, y olvidé de inmediato mi enfado.
 
-¡ Qué raro es todo, Christian !- dijo Carrick- El helicóptero tiene todos los adelantos de última generación y es extraño que se estropearan los dos motores a un tiempo.
-.Si,   a mi también me lo parece- dijo Christian y no quiso seguir. 

 Taylor aparece discretamente y le felicita por estar de nuevo en casa
 
- Taylor, tendremos que ir a recoger a Charlie Tango- le dice
-¿ Cuándo esta noche o mañana a primera hora?
- No mañana por la mañana. Le harán una revisión a fondo, por si puede arreglarse.  De lo contrario... le voy a echar de menos. - Y gira la cabeza en mi dirección en alusión clara a nuestro primer viaje juntos.
 

Carrick
 Una vez que Christian termina su relato, Grace mira a su hijo, me mira a mi, y dirigiéndose a su marido le dice:
 
- Cari, mi hijo está sano y salvo. Le he dado un abrazo y él ha olvidado el protocolo y me lo ha devuelto,. El está bien- y lo dice mirándome-  Ahora llévame a casa. Todos tenemos que descansar, ha sido un día agotador.
- Mamá... dice Christian sonriendo a su madre.
 
Al  fin todos se despiden y nos quedamos solos Christian y yo, mientras la señora Jones prepara algo para que pueda cenar. Yo sigo muy nerviosa.
 
- Nena, cálmate. Estoy aquí y no voy a ir a ningún sitio. Cálmate, mi vida, por favor
- Christian, deja que llore. Creí  no te iba a volver a ver... Déjame que llore porque , también es de alegría.

Permanecemos abrazados y tiene que sujetarme para no caer al suelo. Mis piernas se doblan y el llanto se hace más profundo.  Entierro mi cara en su cuello y mis brazos le rodean apretándole contra mi.  El me besa en el pelo, en los ojos y también me abraza.
 
-¡Oh Ana, creí que no iba a volver a verte! Cálmate nena, ya estoy en casa, ya estoy contigo.
 
  Me es imposible dejar de llorar y de apretarle fuerte contra mi.
  La señora Jones, cuando todo pasó,  me comentó un día,  que los padres se miraron y sonreían  cuando nos abrazamos a su llegada. Se les veía felices.

-Ven, nena. Vamos a bañarnos, mientras Gail nos prepara la cena. Estoy muerto de hambre, de cansancio y sucio.

Me lleva hasta el baño y allí, dentro de la ducha seguimos abrazados durante largo rato. A la salida , el seca mi cuerpo con todo el cuidado del mundo, como si se tratara de secar a un bebe. Yo dejo que lo haga, y recuerdo que apenas hace un rato , estaba llorando porque creía que no le volvería a ver.  Le dejo hacer. Necesitaba sus caricias, necesitaba sentir su amor para calmar la angustia que aun atenazaba mi garganta, y de nuevo me hizo el amor vainilla, recostada sobre la pared y rodeando su cintura con mis piernas,.
 
Sentados en el mostrador de la cocina nos sentíamos felices, y al menos Christian hambriento.  No quería regañarle, pero tenía que decirle  algo que me había dejado sorprendida cuando se lo escuché en la explicación


- Christian dime la verdad ¿ quisiste venir a prisa porque José estaba aquí?

El se detiene entre bocado y bocado, me sonríe, pero no desmiente nada

-¡Christian, por Dios! Nos has hecho pasar los fuegos del infierno por una chiquillada. Me he enfadado mucho ¿ lo sabes? Sólo es mi amigo, nada más
- Pero sigue queriéndose acostar contigo
- Noo, borra esas pueriles ideas de tu cabeza
- Eres preciosa Anastasia.  Sé que está loco por ti, conozco los síntomas porque a mi me ocurre lo mismo
- Christian ¿ qué voy hacer contigo?
- Cásate

Miro al reloj y compruebo que pasa de la una de la madrugada.  Ya es su cumpleaños.

- Christian, puedes abrir el regalo que te entregué. Ya es el día
- Creí que no me lo ibas a decir nunca. ¡ Y hablas de los fuegos del infierno! No tienes ni idea de lo que he pasado desde que me lo entregaste.
-¿ Donde lo tienes?- le pregunto

Se agacha, coge la chaqueta que había dejado en un taburete de la cocina , y extrae del bolsillo interior izquierdo, la cajita.

- Ábrela, le digo sonriendo

Lo abre y ante él aparece un llavero en el que se ve una panorámica de Seattle.  Se queda algo confuso.  No se esperaba eso

- Dale la vuelta, anda- le digo

Lo gira, y un YES, aparece ante su vista y su cara cambia radicalmente




- Ana, Ana - me dice abrazándome fuerte contra él
- Quise dártelo ese día, antes de ir a Flynn, porque dijera lo que dijera quería casarme contigo.  Ya conozco todo lo que tenía que saber y te acepto con tus luces y tus sombras.  Nunca te dejaré Christian, eres y serás el amor de mi vida, para siempre. No importa lo pasado, que pasado está. Deseo mi futuro contigo

Nos besamos abrazados, y mis mejillas se mojan con unas lágrimas de Christian. ¡ Oh Dios mío, está llorando! Este dios griego me ama hasta el punto de llorar porque le he dicho que si.

-Aún tengo un regalo para ti, aunque creo que lo disfrutaré yo más. Pero para dártelo tenemos que ir al cuarto rojo
- Anastasia ¿ estás segura ? Yo no lo necesito
- No sabía qué regalar a un hombre que lo tiene todo, así que pensé regalarme a mi misma.  Por eso tenemos que ir al cuarto. Allí está tu otro regalo.

Me coge en brazos y me lleva hasta allí. Antes de abrir la puerta, me insiste que no es necesario lo haga por él

- Yo sólo quiero estar contigo Ana. No necesito esto ¿ cómo puedo decírtelo para que me entiendas.?
- Yo te entiendo Christian, pero te he dicho que quizá sea un regalo más para mi que para ti. Abre la caja, anda

Lo desenvuelve nervioso, y ante sus ojos aparecen los pantalones viejos, la corbata gris, y una serie de juguetes infernales que he cogido de su vestidor.  No sé en realidad para qué sirven. No los había visto nunca e ignoraba su utilidad.  Observo que han desaparecido los látigos, las fustas, los cinturones... todo lo que pueda hacer daño.  El sigue mi mirada y me dice

- Me dijiste que no lo soportarías, y los he eliminado. No los quieres y eso para mi es suficiente, nunca más.  Estos cachivaches son para dar placer Anastasia, para tu placer, pero también será después para el mío.

Recuerdo las fotografías de las sumisas, y sin explicar más le digo

- No quiero que me hagas fotos- él se queda extraña, levanta una ceja, pero no dice nada

  Me besa apasionadamente.  Ignoro si fue por la tensión vivida esa tarde, por la alegría de volverle a tener y verle tan feliz, o por los cachivaches infernales... pero vivimos una noche de amor difícilmente olvidable, mientras la dulce voz de Roberta Flack,   sonaba en el iPad de Christian con la canción The fist time ever I saw your face




http://www.youtube.com/watch?v=Go9aks4aujM





 

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