El Cine

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lunes, 12 de agosto de 2013

CHRISTIAN GREY - Anastasia 15 ( 1996celta ) /CHARLIE TANGO A PORTLAND

( Texto basado en la obra original Cincuenta sombras de Grey )

Christian no salió de su habitación, y cuando .lo hizo, se dirigió al cuarto rojo,.  Preso de una furia indescriptible, cogió el cinturón, las varas, las palas y las arrancó de su lugar, al tiempo que gritaba " malditos, malditos ".  Tan sólo dejó el látigo de pelo y el de las bolas, porque ellos habían dado placer a Anastasia, y no dolor.

Andaba por la casa de un lado para otro, sin saber muy bien lo que hacer. Había desconectado la BlackBerry, y el teléfono fijo.  Había dado órdenes expresas de que no le avisaran pasase lo que pasase.  El "problema", había dejado de tener interés para él.  Su único pensamiento era Anastasia.  ¿ Por qué había ocurrido todo ? El no quería hacerlo, fue ella la que insistió.  Deseaba saber cuál era el dolor que él experimentaba cada vez que alguien le tocaba.  Ni siquiera a ella se lo permitía.



En ocasiones en que la tensión era fuerte, había recurrido a la señora Robinson, y ella le había proporcionado una sumisa que aplacara su necesidad.  Lo que sentía ahora, era distinto. Su consuelo no era acostarse con una mujer, era recuperar a Anastasia.  La necesitaba a su lado, y la había perdido irremediablemente.

Hasta su memoria acuden las imágenes de ellos dos "persiguiendo el amanecer" en el  planeador. La cara de felicidad que ambos tenían, el momento sublime que habían disfrutado.  Luego,  en pocas horas,  todo se precipitó,  La fuga de Leila, el no encontrarla, y el tener que regresar inmediatamente a Seattle para su localización.   ¿Hubiera ocurrido lo mismo si Anastasia lo hubiera sabido? ¡ Cómo saberlo ! ... Él sólo quiere protegerla, y ha sido él,  precisamente,  quién la ha apartado de su vida.




Infinidad de recuerdos vividos en las últimas horas, le martillaban el cerebro. La serenidad que ella mantuvo cuando le dejó la maqueta como regalo en la almohada. La firmeza con que negó la propiedad de los aparatos que él había comprado para tener constantemente contacto con ella. La seguridad cuando le pidió el dinero de la venta de su Wanda a cambio del Audi que la había comprado como premio a su graduación.  Ese era el mismo modelo que había regalado a las sumisas precedentes, pero ella distaba mucho de ser una sumisa.  Pero él aún no lo sabía.  La prohibición de que se acercara a ella.  No permitió que la tocara. No entendió que no era odio, sino una fuerza que no podía controlar, lo que hizo,  que con saña,  descargara el cinturón sobre la delicada piel que tanto amaba.,  Christian si lo sabía...pero nunca quiso explicarla el por qué.



Era entrada la tarde, cuando decidió que tenía que salir hasta su oficina. Aún tenía algo pendiente que andaba descontrolado por la calle.


Cuando Anastasia llegó a su casa, dio rienda suelta al tremendo dolor que sentía, a la decepción que invadía todo su ser. El piso vacío y con cajas aún sin desembalar, la recibió. Fue a su dormitorio, tiró la maleta en un rincón, y se tumbó en la cama.  Lloraba, lloraba sin parar dando rienda suelta a su angustia.  Podía hacerlo estaba sola y nadie la preguntaría del porqué de lo que había ocurrido

- Yo sola he sido, yo sola.  El no quería azotarme. Yo se lo pedí.  Quería demostrarle que si aguantaba el dolor, él también podría soportar que le acariciara el pecho.  Pero no pude, no pude soportarlo.  Me pegó con saña, con todas su fuerzas ¿ por qué ?  Yo nunca lo hubiera hecho.  No me ama,. Tiene muy definido el papel para el que me quiere.  Nunca va a ir más allá.  Siempre estará en el lado oscuro.  Quizá busque a la señora Robinson.  La ha defendido con todas su fuerzas, porque ella si le puede dar lo que necesita, pero yo no. ¿ Por qué este sufrimiento ? ¡ Dios mio ! cómo le echo de menos, cómo me duele lo ocurrido.  Esa noche habíamos sido tan felices...  Pero le ocurre algo..., y debe ser horrible.  ¿ Por qué no me lo ha contado ?



No sabría precisar el tiempo que estuvo torturándose con esos pensamientos.  Sentía que era ella la que había apostado por esa relación, pero que él no estaba dispuesto a que nada cambiase.

Christian Grey seguiría teniendo cincuenta sombras, que le peseguirían siempre.

 Estaba acostado en el lado de Anastasia.  Percibía su olor.  Era como si ella siguiera aún con él

- Ana, Ana...  No me odies, no me odies, por favor...-Repetía su nombre como una letanía. Agotado por la tensión vivida, de madrugada, se quedó medio dormido.

De nuevo volvió a tener las horribles pesadillas que desde la niñez le acompañan, y que únicamente le abandonan cuando duerme con ella.



- Ya viene.  Mami despierta. El hombre malo ha vuelto. 

El niño movía a su madre con brusquedad para que se despertara.  Tenía miedo. El bestia que siempre la pegaba, había entrado en el saloncito de su casa, y su madre no se despertaba.  Sumida en una dosis de crack, era incapaz de proteger al pequeño de cuatro años.  Más bien era él  quién la cuidaba. 

Asustado por las voces del hombre malo, se mete debajo de la cama.  De repente la puerta se abre y entra .  Se quita el cinturón que aguanta sus pantalones, y lo descarga con furia sobre el cuerpo de su madre, una y otra vez, una y otra vez...  Ella esconde su cabeza entre sus brazos y encoge sus piernas para amortiguar los golpes que sin piedad,  su maltrecho cuerpo está recibiendo

El hombre malo, la llama con otro nombre que no es el suyo.  Sigue repitiendo el nombre y los golpes una y otra vez

- Despierta puta... despierta puta... despierta puta......

El niño no puede resistirlo más y sale en defensa de la mujer

- No la peques más, no  la pegues más
- Así eh. ¿ Con que esas tenemos ?- dice al pequeño que horrorizado no deja de mirar el brazo amenazante que porta el cinturón.

Vuelve debajo de la cama para resguardarse del castigo que el hombre malo quiere infringirle, pero algo hace que se detenga.  Un leve gemido se escapa del débil cuerpo de la mujer.  Ya no se mueve, no se queja...  La agita fuertemente, y un brazo se descuelga  fuera de la cama





-  Bah- dice- Para lo que servía...- Da media vuelta y desaparece.

El niño permanece escondido durante horas esperando que su madre se despierte.  Pero no ocurrió y durante cuatro días permaneció junto a ella, hasta que una denuncia de un vecino, hizo que Asuntos Sociales, entraran en esa vivienda y recogieran el cuerpo sin vida de ella y a un niño muerto de hambre y,  de miedo.

- Han vuelto, han vuelto- Christian se coge la cabeza con las manos.  Las pesadillas le recuerdan una y otra vez porqué es un controlador, a la vez que protector, y porqué castigó a Anastasia con el cinturón con esa rabia indescriptible: no pudo salvar a su madre, a la "puta adicta al crack", y él se culpaba por ello.

De nada sirvió que Grace le dijera, cuando ya era mayor, que sólo tenía cuatro años y que no la hubiera podido salvar, porque ella ya estaba muerta por la droga.  De ahí toda la furia en la adolescencia, todas las peleas... su iniciación al mundo de la señora Robinson para tener a alguien en que descargarla.

Han pasado tres días desde que me fui del lado de Christian.  A duras penas sobrevivo. Me alimento mal, sólo con algún yogur. La comida no me pasa de la garganta, y recuerdo la insistencia que tenía para que comiera. Se me llenan los ojos de lágrimas al recordarlo.  Ya no está para regañarme. Me es imposible tragar nada.  Ha pasado mi primer día de trabajo y he recibido alabanzas por parte de Jack Hyde.

Jack Hyde


- Creo que todo va a ir muy bien.  Formamos un buen equipo. Estoy contento de que trabajes con nosotros, Ana- me dice al final del día cuando me voy a casa
- Muchas gracias, señor Hyde. Es muy amable
- Ana, llámame Jack. Hasta mañana
- Hasta mañana a todos- digo dirigiéndome a toda la oficina

Voy caminando lentamente en dirección al autobús, cuya parada no está muy lejos de allí.  Enseguida llego a casa.  La frialdad de la soledad del apartamento me recibe como cada día. No tengo ganas de colocar ninguna caja   Echo de menos a Kate, a José, a Christian.  Sobre todo a él, y ese pensamiento hace que mi llanto se incremente. Me acuerdo de mi madre y de los consejos que me dio.  Me siento muy desgraciada

- ¿ Qué estará haciendo ? ¿ Me echará de menos como yo a él ?

Suena el timbre de la puerta, y un mensajero me entrega una caja.  Apenas pesa, y yo me sorprendo; no espero nada de nadie.  Firmo el albarán y tras cerrar la puerta la deposito en la mesa del salón y procedo a su apertura

Para mi sorpresa veo una tarjeta y unas hermosísimas rosas.  Leo la misiva y nuevamente acude el llanto a mis ojos:





"Felicidades por tu primer día en el trabajo .  Espero que haya ido bien. Y, gracias por el planeador.  Has sido muy amable.  Ocupa un lugar preferente en mi mesa"

                                                       Christian

Mientras me enjugo el llanto, pienso que no las ha enviado él, sino que se lo habrá encargado a su secretaria.  En un primer momento deseo tirarlas a la basura, pero en el fondo me da lástima y decido buscar un jarrón y ponerlas en agua. 

-Nunca voy a recuperarme de todo esto. Es demasiado doloroso. Mi vida será sólo dormir, comer,  trabajar y vuelta a empezar.  No deseo tener otro horizonte. sólo quiero dormir, dormir... si pudiera...

Mi único consuelo es el trabajo y en él me refugio.  Al menos cuando estoy en la editorial, pienso menos en todo lo ocurrido.  Jack Hyde , me desagrada un poco.  Siento como si me acosara.  Se acerca demasiado cuando tiene que decirme algo, y no me gusta la expresión de sus ojos, que recorren mi cuerpo de arriba abajo.  Me  siento muy violenta cuando me mira de eso modo. Habré de tenerle a raya. No le voy a consentir que se pase , nada.

En el ordenador de mi despacho entra un correo. Abro los ojos como platos: es de Christian... ¿ Cómo es posible, por qué hace esto? ¿ Cómo ha averiguado mi correo?




De: Christian Grey

Fecha: 8 de junio de 2011 14:05
Para: Anastasia Steele
Asunto: Mañana


Querida Anastasia:


Perdona esta intromisión en el trabajo. Espero que esté yendo bien. ¿Recibiste mis flores?Me he dado cuenta de que mañana es la inauguración de la exposición de tu amigo en la galería, y estoy seguro de que no has tenido tiempo de comprarte un coche, y eso está lejos.Me encantaría acompañarte… si te apetece. Házmelo saber.


Christian Grey
Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc.

No puedo evitar el llanto y tengo que salir apresuradamente en dirección al lavabo para que nadie se de cuenta de lo que me ocurre.  Cuando me he calmado me pregunto cómo demonios ha averiguado mi número. Compruebo mi móvil y veo que las llamadas siguen desviadas a la BlackBerry.  Sigue recibiendo mi correo.  Sigue al tanto de quién me llama, quién me escribe...


 

De: Anastasia Steele
Fecha: 8 de junio de 2011 14:25
Para: Christian Grey
Asunto: Mañana
 

Hola, Christian:

Gracias por las flores; son preciosas.Sí, te agradecería que me acompañaras.Gracias.

Anastasia Steele

Ayudante de Jack Hyde, editor de SIP

En un momento en que Jack está distraído, llamo a José para confirmarle nuestra asistencia.  Se me había olvidado por completo

- Oye, ahora tengo que colgar. Mi jefe me está mirando. Hasta pronto José. Un abrazo


De: Christian Grey
Fecha: 8 de junio de 2011 14:27
Para: Anastasia Steele
Asunto: Mañana

 

Querida Anastasia:
¿A qué hora paso a recogerte?


Christian Grey
Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc. 
 
De: Anastasia Steele
Fecha: 8 de junio de 2011 14:32
Para: Christian Grey
Asunto: Mañana

 

La exposición de José se inaugura a las 19.30. ¿A qué hora te parece bien?

Anastasia Steele
Ayudante de Jack Hyde, editor de SIP



De: Christian Grey
Fecha: 8 de junio de 2011 14:34
Para: Anastasia Steele
Asunto: Mañana

 

Querida Anastasia:


Portland está bastante lejos. Debería recogerte a las 17.45.Tengo muchas ganas de verte.


Christian Grey
Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc. 
De: Anastasia Steele
Fecha: 8 de junio de 2011 14:38
Para: Christian Grey
Asunto: Mañana

 

Hasta entonces, pues.

Anastasia Steele

Ayudante de Jack Hyde, editor de SIP

Algo dentro del pecho de Anastasia, daba saltos impidiéndola respirar.  Se había acordado de la exposición.  Iba a verle al día siguiente.  De nuevo vería sus ojos tan queridos, y de nuevo las lágrimas resbalaron por sus mejillas.

Christian lo había intentado. La mandaría unas flores. Quería que supiera que su vida seguía girando entorno a ella, que era muy importante. Y que todo había sido un desgraciado error. Pensaba decírselo en la primera oportunidad que la viera, aunque tal y como estaban las cosas, pensaba que iba a transcurrir bastante tiempo.

De pronto se acordó de la exposición de su amigo: era al día siguiente.  Lo intentaría de nuevo, ya que no había recibido ninguna notificación de conformidad con las flores.  Con la esperanza reflejada en sus ojos, tecleó en su ordenador un correo para Anastasia.  No importaba que estuviera en el trabajo en definitiva, era el jefe, del jefe,  del jefe de Anastasia.  Sonrió ante esta reflexión con la esperanza de que pudiera volver a verla.






FRASES DE GREY:



 
 
 
 
 


TRAILER:

http://www.youtube.com/watch?v=6EjpHb5p1eU
 

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