Dirección: Miguel Courtois Paternina
Guión: Antonio Onetti
Producción: Marisa Castelo, Farruco Castromán
Montaje: Jean-Paul Husson
Fotografía: Josu Inchaustegui
Ayudante de dirección: Emiliano Torres
FICHA ARTÍSTICA:
José Crisanto: Luis Tosar
Liliana: Martina García
Argumento:
En el año 2003 José Crisanto se ve
obligado a cuidar de un bebe aparentemente huérfano que le entregan las
FARC, no le dicen de quién es hijo, pero debe responder de su
supervivencia o él y su familia perderán la vida. Unos años después la
guerrilla está negociando la liberación de una serie de prisioneros
políticos y se descubre que aquel bebe es un elemento clave de la
operación en un frágil equilibrio que está a punto de llevar a las armas
a Venezuela y Colombia.
Basado en hechos reales, el film es
un homenaje a todas esas familias que se ven involucradas de manera
involuntaria en un conflicto armado y pasan a ser desplazados, migrantes
en su propia nación, la tierra que les vio nacer. Y claro está, los más
desfavorecidos son siempre las víctimas, en un contexto tan inestable
como el que se da en la guerra contra el narcotráfico, donde jamás puede
saberse cuándo y cómo se van a torcer las cosas.
No hay una vía segura: paramilitares,
guerrilla y gobierno forman un todo en el que las acciones se
confunden. No hay buenos y malos, la supervivencia radica en saber jugar
las cartas propias, desconfiando de todo el mundo. Eso explica que
Crisanto mienta a cada instante, porque sabe que la traición en una zona
controlada por el caos y la sin razón es una forma de existencia y que
cualquier deslealtad con cualquiera de los bandos en conflicto se paga
muy caro.
La película nos muestra esta
sensación de inseguridad, de desorientación, de que en cualquier momento
algo inesperado puede desencadenar el drama o la tragedia, sin
contemplaciones y a plena luz del día. Sin embargo, la narración elegida
por el director, Paternina, a veces trata de ocultar al espectador las
emociones más crudas haciendo que resulten más amables y menos tensas,
centrándose en los personajes principales y obviando la violencia y los
malos tragos. Eso sí, al fin y al cabo el punto fuerte de Operación E es
el trabajo de los actores.
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